Iglesia, esposa de Cristo y las viudas del evangelio
En la homilía de este lunes 23 de noviembre, el papa Francisco ha resaltado la figura de las viudas del Evangelio con la Iglesia.
"Las viudas del Evangelio nos dan un hermoso mensaje de Jesús sobre la Iglesia: Está aquella sola, única, que salía de Nain, con el ataúd de su hijo: lloraba, sola. Sí, la gente tan amable, ¡pero su corazón estaba solo! La Iglesia viuda que llora cuando sus hijos mueren a la vida de Jesús. Está aquella otra que, para defender a sus hijos, va del juez inicuo: le hace la vida imposible, llamando a su puerta todos los días, diciendo ‘¡hazme justicia!’. Al final le hace justicia. Es la Iglesia viuda que reza, intercede por sus hijos. Pero el corazón de la Iglesia está siempre con su Esposo, con Jesús. Está allá arriba. También nuestra alma – según los padres del desierto – se asemeja mucho a la Iglesia. Y cuando nuestra alma, nuestra vida, está más cerca de Jesús se aleja de tantas cosas mundanas, cosas que no sirven, que no ayudan y que alejan de Jesús. Así es nuestra Iglesia que busca a su Esposo, espera a su Esposo, espera aquel encuentro, que llora por sus hijos, lucha por sus hijos, da todo lo que tiene porque su interés es sólo su Esposo"
En su reflexión Francisco vuelve a llamar la atención sobre la importancia de que la Iglesia sea una esposa fiel a su esposo que no busque seguridades en ningún otro lugar que no sea el mismo Señor.
"La ‘viudez’ de la Iglesia se refiere al hecho de que la Iglesia está esperando a Jesús: Puede ser una Iglesia fiel a esta expectativa, esperando con confianza el regreso del marido o una Iglesia no fiel a esta ‘viudez’, que busca seguridad en otras realidades… la Iglesia tibia, la Iglesia mediocre, la Iglesia mundana. Pensemos también en nuestras almas, ¿nuestras almas buscan seguridad sólo en el Señor o buscan otras seguridades que no gustan al Señor?"
Me vienen a la memoria las históricas palabras del cardenal Montini, posteriormente Pablo VI, cuando al inicio del Concilio Vaticano II lanzó la pregunta "Iglesia, ¿qué dices de ti misma? Hoy el papa Francisco nos invita a tomar como ejemplo a las viudas del Evangelio y reflexionar sobre nuestra fidelidad al único Señor, como celebrábamos en este último domingo del año litúrgico... Que Cristo reine en el corazón de cada uno de sus discípulos para que la esposa de Cristo se mantenga fiel en la espera de encontrarse de nuevo con su esposo.
"Las viudas del Evangelio nos dan un hermoso mensaje de Jesús sobre la Iglesia: Está aquella sola, única, que salía de Nain, con el ataúd de su hijo: lloraba, sola. Sí, la gente tan amable, ¡pero su corazón estaba solo! La Iglesia viuda que llora cuando sus hijos mueren a la vida de Jesús. Está aquella otra que, para defender a sus hijos, va del juez inicuo: le hace la vida imposible, llamando a su puerta todos los días, diciendo ‘¡hazme justicia!’. Al final le hace justicia. Es la Iglesia viuda que reza, intercede por sus hijos. Pero el corazón de la Iglesia está siempre con su Esposo, con Jesús. Está allá arriba. También nuestra alma – según los padres del desierto – se asemeja mucho a la Iglesia. Y cuando nuestra alma, nuestra vida, está más cerca de Jesús se aleja de tantas cosas mundanas, cosas que no sirven, que no ayudan y que alejan de Jesús. Así es nuestra Iglesia que busca a su Esposo, espera a su Esposo, espera aquel encuentro, que llora por sus hijos, lucha por sus hijos, da todo lo que tiene porque su interés es sólo su Esposo"
En su reflexión Francisco vuelve a llamar la atención sobre la importancia de que la Iglesia sea una esposa fiel a su esposo que no busque seguridades en ningún otro lugar que no sea el mismo Señor.
"La ‘viudez’ de la Iglesia se refiere al hecho de que la Iglesia está esperando a Jesús: Puede ser una Iglesia fiel a esta expectativa, esperando con confianza el regreso del marido o una Iglesia no fiel a esta ‘viudez’, que busca seguridad en otras realidades… la Iglesia tibia, la Iglesia mediocre, la Iglesia mundana. Pensemos también en nuestras almas, ¿nuestras almas buscan seguridad sólo en el Señor o buscan otras seguridades que no gustan al Señor?"
Me vienen a la memoria las históricas palabras del cardenal Montini, posteriormente Pablo VI, cuando al inicio del Concilio Vaticano II lanzó la pregunta "Iglesia, ¿qué dices de ti misma? Hoy el papa Francisco nos invita a tomar como ejemplo a las viudas del Evangelio y reflexionar sobre nuestra fidelidad al único Señor, como celebrábamos en este último domingo del año litúrgico... Que Cristo reine en el corazón de cada uno de sus discípulos para que la esposa de Cristo se mantenga fiel en la espera de encontrarse de nuevo con su esposo.