¿La misa es aburrida?
Muchas veces he escuchado esta frase: “la Iglesia tiene que amoldarse a los tiempos porque sino dejarán de venir a la Iglesia porque la misa es muy aburrida”.
Ante una afirmación semejante me nace una pregunta: ¿Realmente un cristiano puede aburrirse en misa? La respuesta obviamente puede ser que sí. Pero necesariamente hay que añadir “si no se entiende lo que es la misa”. Recordemos qué nos enseña la Iglesia en una instrucción fantástica que lleva por título “Redemptionis Sacramentum” (Sacramento de la redención) elaborada en 2004 por la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos. Ya en el proemio nos dice:
“En la Eucaristía se contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, que es Cristo, nuestra Pascua, fuente y cumbre de toda la vida cristiana, y cuya fuerza alienta a la Iglesia desde los inicios.”
¡Caramba! Si la santa misa es la fuente y la cumbre de la vida cristiana parece una incongruencia que se pueda uno aburrir, ¿no? A menudo nos aburrimos cuando no comprendemos bien o “desconectamos” de lo que está ocurriendo.
El papa S Juan Pablo II en otro documento, esta vez una encíclica del año 2003 que lleva por título “Ecclesia de Eucharistia” comienza su enseñanza con una tajante afirmación: “La Iglesia vive de la Eucaristía. Esta verdad no expresa solamente una experiencia cotidiana de fe, sino que encierra en síntesis el núcleo del misterio de la Iglesia.”
Algo tan central en la vida de la Iglesia como es la misa que contiene el núcleo del misterio de la Iglesia y que es fuente y cima de la vida cristiana no puede ser aburrida.
¿Cuáles pueden ser los motivos que le lleven a uno a aburrirse en la Eucaristía? Tratemos de fijarnos al menos en dos y busquemos su posible solución.
1) Falta de fe. Este es el más duro de los motivos, sin duda. Puede ser que no acabe de creerme lo que allí está ocurriendo. Al no creérmelo vivo el acontecimiento con cierta frialdad y lejanía. Quizás voy a misa por costumbre desde pequeño, por acompañar a la familia o por superstición (no sea que si dejo de ir me vayan mal las cosas). ¿Posible solución? Lo que nos enseña San Agustín: “‘entienda yo y creeré’. Le respondo: ‘cree y entenderás’…”. Es decir, formación, comprender lo que celebramos y pedirle al Señor más fe… “Creo pero aumenta mi fe” (Mc 9, 24)
2) Falta de formación. Este podría ser el motivo más generalizado. Nos aburrimos porque no entendemos lo que estamos celebrando y no entendemos porque no sabemos qué estamos haciendo. Cuando no entendemos bien qué es la santa misa tendemos a ir como espectadores. Asistimos a algo que nos van a ofrecer como quien va al teatro. Si la obra me entretiene o me divierte me gusta sino me aburre. En misa si el cura es simpático o aburrido, si el coro canta bien o mal, si la iglesia es acogedora o no… pero sigo sin fijarme en lo esencial. ¿Posible solución? Lo que nos enseña San Agustín: “‘entienda yo y creeré’. Le respondo: ‘cree y entenderás’…”. Es decir, formación, comprender lo que celebramos y pedirle al Señor más fe… “Creo pero aumenta mi fe” (Mc 9, 24)
“La Iglesia vive del Cristo eucarístico, de Él se alimenta y por Él es iluminada. La Eucaristía es misterio de fe y, al mismo tiempo, « misterio de luz ». Cada vez que la Iglesia la celebra, los fieles pueden revivir de algún modo la experiencia de los dos discípulos de Emaús: «Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron» (Lc 24, 31).” Nos enseña “Ecclesia de Eucharistia”, 6.
En sucesivos escritos trataremos de ir comprendiendo mejor qué celebra la Iglesia en el sacramento de la Eucaristía y el significado de lo que hacemos o decimos.
Ante una afirmación semejante me nace una pregunta: ¿Realmente un cristiano puede aburrirse en misa? La respuesta obviamente puede ser que sí. Pero necesariamente hay que añadir “si no se entiende lo que es la misa”. Recordemos qué nos enseña la Iglesia en una instrucción fantástica que lleva por título “Redemptionis Sacramentum” (Sacramento de la redención) elaborada en 2004 por la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos. Ya en el proemio nos dice:
“En la Eucaristía se contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, que es Cristo, nuestra Pascua, fuente y cumbre de toda la vida cristiana, y cuya fuerza alienta a la Iglesia desde los inicios.”
¡Caramba! Si la santa misa es la fuente y la cumbre de la vida cristiana parece una incongruencia que se pueda uno aburrir, ¿no? A menudo nos aburrimos cuando no comprendemos bien o “desconectamos” de lo que está ocurriendo.
El papa S Juan Pablo II en otro documento, esta vez una encíclica del año 2003 que lleva por título “Ecclesia de Eucharistia” comienza su enseñanza con una tajante afirmación: “La Iglesia vive de la Eucaristía. Esta verdad no expresa solamente una experiencia cotidiana de fe, sino que encierra en síntesis el núcleo del misterio de la Iglesia.”
Algo tan central en la vida de la Iglesia como es la misa que contiene el núcleo del misterio de la Iglesia y que es fuente y cima de la vida cristiana no puede ser aburrida.
¿Cuáles pueden ser los motivos que le lleven a uno a aburrirse en la Eucaristía? Tratemos de fijarnos al menos en dos y busquemos su posible solución.
1) Falta de fe. Este es el más duro de los motivos, sin duda. Puede ser que no acabe de creerme lo que allí está ocurriendo. Al no creérmelo vivo el acontecimiento con cierta frialdad y lejanía. Quizás voy a misa por costumbre desde pequeño, por acompañar a la familia o por superstición (no sea que si dejo de ir me vayan mal las cosas). ¿Posible solución? Lo que nos enseña San Agustín: “‘entienda yo y creeré’. Le respondo: ‘cree y entenderás’…”. Es decir, formación, comprender lo que celebramos y pedirle al Señor más fe… “Creo pero aumenta mi fe” (Mc 9, 24)
2) Falta de formación. Este podría ser el motivo más generalizado. Nos aburrimos porque no entendemos lo que estamos celebrando y no entendemos porque no sabemos qué estamos haciendo. Cuando no entendemos bien qué es la santa misa tendemos a ir como espectadores. Asistimos a algo que nos van a ofrecer como quien va al teatro. Si la obra me entretiene o me divierte me gusta sino me aburre. En misa si el cura es simpático o aburrido, si el coro canta bien o mal, si la iglesia es acogedora o no… pero sigo sin fijarme en lo esencial. ¿Posible solución? Lo que nos enseña San Agustín: “‘entienda yo y creeré’. Le respondo: ‘cree y entenderás’…”. Es decir, formación, comprender lo que celebramos y pedirle al Señor más fe… “Creo pero aumenta mi fe” (Mc 9, 24)
“La Iglesia vive del Cristo eucarístico, de Él se alimenta y por Él es iluminada. La Eucaristía es misterio de fe y, al mismo tiempo, « misterio de luz ». Cada vez que la Iglesia la celebra, los fieles pueden revivir de algún modo la experiencia de los dos discípulos de Emaús: «Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron» (Lc 24, 31).” Nos enseña “Ecclesia de Eucharistia”, 6.
En sucesivos escritos trataremos de ir comprendiendo mejor qué celebra la Iglesia en el sacramento de la Eucaristía y el significado de lo que hacemos o decimos.