Dom 8 TO. 2.3.2025 Salmo 91. En su vejez seguirá lozano y frondoso. Oración por el Papa

El papa está anciano y enfermo. La iglesia católica  canta este domingo como salmo responsorial el Salmo 91 (92) Propongo cantarlo con él y por él, en oración agradecida, gozosa, en comunión creyente. 

Enséñanos a orar: El libro de los Salmos. Lectura cristiana by Xabier ...

Sal 92 (91) El justo florecerá como palmera

             Éste salmo sapiencial de alabanza, de origen tardío (época del Segundo Templo, siglo V-IV a.C.), está centrado en el conocimiento de las obras de Dios, que el sabio agradece en el templo, que así aparece como institución de conocimiento superior y de alabanza, más que de reparación sacrificial. Es un salmo importante para los levitas y cantores del templo, representantes de la más alta experiencia de la vida, centrada en Yahvé, cuyo nombre se repite siete veces, marcando quizá el ritmo semanal de la alabanza.

             Este salmo que lleva el título de “para el día del sábado”  ha sido tomado por los judíos como salmo sabático por excelencia, y se cantaba durante la ofrenda de las bebidas dedicadas a Dios, en el contexto del cordero Tamid, sacrificado templo cada mañana. También se cantaba con la Minjá u ofrenda de la tarde, con otros himnos como Ex 15,1-19 y Num 21,17-20.

            Entre Rabinos y Padres de la Iglesia se ha discutido sobre el sentido del sábado: Algunos opinan que se refiere al sábado de la primera creación (Gen 2, 1-4), otros al sábado final de la nueva creación o fin de la historia. Sea como fuere, este salmo es una alabanza a Dios, creador y gobernante del mundo, cuyo reinado es fidelidad (hesed) y verdad (emeth).

 2 Es bueno dar gracias a Yahvé | y tocar para tu nombre, oh Altísimo;3 proclamar por la mañana tu misericordia | y de noche tu fidelidad,

4 con arpas de diez cuerdas y laúdes, | sobre arpegios de cítaras. 

5 Tus acciones, Yahvé, son mi alegría, | y mi júbilo, las obras de tus manos.6 ¡Qué magníficas son tus obras, Yahvé, | qué profundos tus designios!

7 El ignorante no los entiende | ni el necio se da cuenta.8 Aunque germinen como hierba los malvados | y florezcan los malhechores ,serán destruidos para siempre. |

9 Tú, en cambio, Yahvé, eres excelso por los siglos. 10 Porque tus enemigos, Yahvé, perecerán, | los malhechores serán dispersados;11 pero a mí me das la fuerza de un búfalo | y me unges con aceite nuevo.12 Mis ojos despreciarán a mis enemigos;

y de los malvados que se levantan contra mí, | mis oídos escucharán desventuras.13 El justo crecerá como una palmera, | se alzará como un cedro del Líbano:14 plantado en la casa Yahvé, | crecerá en los atrios de nuestro Dios;15 en la vejez seguirá dando fruto | y estará lozano y frondoso,

16 para proclamar que Yahvé es justo, | mi Roca, en quien no existe la maldad.

   Es un canto elevado al Dios que bueno y que ha hecho buenas todas las cosas, pero los malvados se oponen a su creación, de manera que serán destruidos (se destruirán a sí mismos) para que al fin queden sólo Dios y los justos, esto es, los hombres transformados, en un tipo de más alto paraíso, con de cedros y palmeras, que son signo de vida. En esa línea, éste es un salmo judío, como indica el nombre Yahvé, veces repetido. Pero es, al mismo tiempo, un salmo abierto al conjunto de la creación, que es templo de alabanza divina, como supone el relato de la creación de Gen 1. Se divide en tres partes,

Canto sabático (92, 2-4). Fiesta de Yahvé.El mundo entero es un templo de “cosas buenas” (Gen 1), de forma que la humanidad entera ha de elevar su alabanza (tAdïhol. bAjª) a Yahvé, es decir, a la divinidad creadora, que es buena en sí, haciendo que todo sea bueno. Por eso, los hombres responden diciendo es “bueno” alabar a Dios, reconociendo que su obra.

            Todos los hombres pueden reconocer el valor físico y material de la creación, esto es, del mundo. Pero sólo los fieles a un Dios de amor (creyentes en él) reconocen que el mundo es obra de amor, descubriendo en ella la misericordia y la fidelidad de ese Dios (^ªt.n"Wm)a/w<÷ ^D<+s.(x;), a quien tratan de “tú”, como amigo y colaborador. Para ellos, la “religión” (religación) no es objeto de obligación, de imposición moral o sometimiento, sino un canto de alegría, que se expresa en forma de música jubilosa.

            Nosotros, occidentales modernos, más racionalistas, influidos actualmente por un tipo de vaciamiento metal y quietud, tendemos a expresar nuestra oración en forma de superación de los pensamientos y deseos. Para el salmista, en cambio, la oración se expresa no sólo con la mente, sino con el cuerpo en movimiento, como búsqueda de vida en se expande en forma de música y comunicación grupal, en compañía, tanto por la mañana (como saludo al día) y por la tarde (como despedida jubilosa por la noche.

Acciones de Yahvé (92, 5-9). Qué magnificas son tus obras. No es una oración de vacío ante Dios, sino de afirmación gozosa, jubiloso, de las “obras” de Yahvé en el mundo y en la historia; una plegaria de re-conocimiento, de aceptación del mundo y de la vida, en clave gozosa de alabanza, que se expresa por la música y el canto, con deseo de vivir en plenitud, en apertura al mundo, con una comprensión más alta de la realidad.

            Esta comprensión se expresa en forma de alabanza, con un conocimiento de las grande obras de Dios (Wlåd>G"-hm;), con una aceptación de sus profundos designios o pensamientos (^yt,(bov.x.m; Wqïm.[' daoªm.÷). De esa manera, el orante penetra en el pensamiento de Dios, vive inmersos en sus acciones. El salmo no dice cómo han logrado los creyentes ese “conocimiento superior”, cómo se han introducido en el despliegue de las obras de Dios; pero sabe que lo han conseguido o, mejor dicho, que lo han recibido como don de mismo Dios y por eso se gozan.

Frente a los hombres que conocen (saben y cantan) a Dios están los ignorantes necios  ,calificados de malvados/impíos, obradores de mal  Su desconocimiento no es teórico, sino más bien moral. El salmista no tiene por qué decir ni dice cómo han surgido estos necios/malvados, pero sabe que están ahí y que se oponen de hecho a la creación de Dios, al oponerse a la verdad y vida de otros hombres[1].

            Éste es el punto de partida y el contenido básico, de la proclamación de los creyentes que cantan a Dios según el salmo. Ellos identifican su fe en Dios con la vida (con el Dios Yahvé de la vida), e interpretan (condenan) la maldad como muerte, en contra de las apariencias externas… (aunque florezcan como hierba). De esa manera afirman que el conocimiento es inmortal (como Dios, que es excelso), mientras que la ignorancia-maldad lleva en sí la muerte.

Juicio de Dios (92, 10-16). Tus enemigos perecerán. El justo florecerá como palmera.Esta sección retoma el motivo principal de la anterior, oponiendo las dos “suertes” de los hombres: Por un lado, está el salmista y los que “cantan” a Dios, llenos de vida; por otro lado, están los malvados, enemigos de Dios, que perecerán. Éste es un motivo de intenso gozo para los creyentes; pero puede convertirse en fuente de injusticia, a no ser que se entienda desde una perspectiva de apertura universal a las fuentes de la vida, en una línea que, según los cristianos, ha desembocado en Jesucristo.

Ooooooooooo

             En un sentido puede ser bueno que los “enemigos de Yahvé” perezcan, esto es, que no triunfen (92, 9). Pero, al mismo tiempo, parece menos acorde con el cristianismo el hecho de que el salmista parezca interpretar a sus enemigos como enemigos de Yahvé, despreciándoles sin más y pareciendo alegrarse de sus desventuras. No se puede pensar que los enemigos propios son enemigos de Dios, sin un discernimiento, un diálogo previo, un intento de ayuda a todos los necesitados.

            Es bueno que los justos se alcen como palmeras, como cedros del Líbano¸ pero es necesario precisar lo que implica su justicia y no entenderla como principio de poder, de triunfo y de dominio sobre otros, no sea que en el fondo de ese juicio exista un tipo de resentimiento. Ciertamente, en principio, este salmo puede y debe interpretarse como “escuela de oración” y signo de moralidad. Pero, inmediatamente, al lado de eso, debe precisarse el sentido de su división entre justos y pecadores. Conforme al mensaje de Jesús, justos son los que dan la vida por los otros, los que se entregan e incluso mueren a favor de ellos, orando por los “enemigos”, buscando el bien de aquellos que les persigan, como ratifica el Sermón de la Montaña.

ooooooo

 [1]Esta diferencia entre los sabios/justos (que conocen a Dios y viven en armonía con los demás) y los necios/malvados (que no conocen a Dios ni están en armonía con otros seres humanos) se encuentra vinculada con la muerte. Éste es un principio y “postulado” sapiencial, que está en el fondo del relato de la creación (Gen 2-3), donde se dice que “el día en que comas del fruto prohibido morirás”. Ésta no es una “experiencia inmediata” (que pueda probarse sin más por la observación del mundo), sino un postulado de fe, que puede y debe proclamarse incluso en contra de la apariencia de los hechos, pues “aunque los malvados germinen como hierba ellos serán destruidos para siempre”.

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