Orar con los Salmos, tres maestros: Delitzsch, Kraus, Alonso/Carniti
He publicado un comentario de Salmos, tras cincuenta años de preparación (1968-2018) y cinco de redacción (2018-2023). Siendo mío, éste es un libro de cientos de amigos, compañeros de coro y colegas, que me han acompañado aprendiendo, enseñando y cantando , desde mi amá en Orozko y San Roque hasta Mabel en San Morales.
Entre ellos, dentro un grupo de siete, destaco a tres “maestros” (Delitzsch, Kraus y Alonso/Carniti) con quienes he dialogado de manera más intensa. Sus libros siguen vivos y quiero presentarlos antes del mío. No deberían faltar en ninguna biblioteca bíblica cristiana.
| X.Pikaza

Siete cantores de salmos.
El más importante ha sido Franz Delitzsch (1813-1890), autor de un comentario esencial de Isaías y otro de Salmos (1883) que he traducido y presentado en castellano, en Ed. Clie, Viladecavalls (Isaías 2017 y Salmos 2022).
Mi primer profesor de Salmos fue M. García Cordero(1921-2012), de la Univ. Pontificia de Salamanca (1963-1965), más historiador que exegeta, más pensador que crítico textual; su pasión por la Biblia, partiendo de los textos originales, me ha permitir abrir un camino en l bosque inmenso de los salmos.
M. Dahood (1922-1982), del Instituto Bíblico de Roma (1966-1968), me introdujo en concreto en el estudio de las lenguas semíticas, especializándome en literatura y cultura de Ugarit. Uno de sus cursos estuvo dedicado al estudio de las semejanzas lingüísticas y teológicas entre los textos de Ugarit y el libro de los Salmos (y el de Job), que, a su juicio, debían interpretarse desde el pensamiento y vida de los semitas noroccidentales del entorno de Canaán.
Debo más de lo que pueda decir a Luis Alonso Schökel (1920-1998), profesor de hebreo y exégesis literaria (poética) de los salmos (Roma: Instituto Bíblico, 1966-1971). Su Comentario, escrito con Cecilia Carniti(Salmos 1-2, Estella: 1992/3) sigue siendo fundamental y su traducción ha sido básicamente aceptada por la de la CEE, que asumo como propia.
Recuerdo con gran cariño a Ángel González Núñez (1925-1994), galleo de Ourense, profesor de Escritura y colega en la Universidad P. de Salamanca (campus Madrid: 1974-1984), autor de El libro de los salmos (Barcelona: Herder, 1984) donde relieve el sentido orante de los salmos.
Recuerdo tambien a A. Aparicio Rodríguez (1942-2014), más joven que yo, maestro mío, claretiano de Torquemada de Palencia, compañero de estudios y amigo, autor de un Comentario a los Salmos I-IV (Bilbao: DDB, 2005/2009).
Finalmente debo citar a H. J. Kraus (1918-2000) a quien no he conocido personalmente, ni he sido alumno suyo. Pero su comentario ha sido para mí durante muchos años un libro de cabecera, como podrá ver quien vaya a mi libro.
Y con esto paso a los tres maestros, autores de los tres comentarios de Salmos más importantes que existen a mi juicio en lengua castellana.

- FRANZ DELITSCHCOMENTARIO AL TEXTO HEBREO,. CLIE, VILADECAVALLS 2022.
Sigue siendo el mejor comentario al texto hebreo de los salmos, desde una perspectiva histórica y filológica.Es un comentario hebreo/judío de los salmos, siendo al mismo tiempo cristiano, en diálogo con el arameo y el sirio, el trasfondo árabe de la cultura judío, con el texto griego LXX, los comentarios de los rabinos antiguos y modernos, la composición del texto masorético, la visión de los Padre de la Iglesia, de clásicos de la Reforma Protestante y de los comentaristas católica, hasta el año de su composición
Forma parte de la colección de Comentarios exegéticos al texto hebreo del Antiguo Testamento, realizada por F. Delitzsch en colaboración con K. F. Keil, y va a ser presentada en lengua castellana. Es imprescindible para conocer a fondo los salmos y, por eso, ha sido preparada por la Editorial Clie como texto básico para el conocimiento, estudio y experiencia de los salmos.
Esta obra recoge el proceso de composición e interpretación judía del Libro de los Salmos, desde el tiempo de David (siglo X a. C.) hasta la fijación del texto masorético hebreo (siglo IX d. C.), tal como ha sido transmitido, vocalizado y precisado con acentos, música y vivencia espiritual a lo largo de los siglos. Al mismo tiempo muestra y desentraña la historia de la interpretación de los salmos, con las traducciones más significativas a las diversas lenguas de Europa, desde el griego de los LXX (siglo III a. C.), el arameo de los targumes y la peschita (siglo I-IV d. C.), pasando por el latín de San Jerónimo (Vulgata, siglo IV d. C.), hasta Lutero (siglo XVI d. C.), con los Padres de la Reforma Protestante y el resto de las iglesias cristianas (católica, ortodoxa) de la modernidad.

Delitzsch escribió también otros comentarios bíblicos (entre ellos el de Isaías y los libros poéticos del AT), y fue especialmente famoso por su elaboración de un Sistema dePsicología bíblica (1961), que sigue siendo fundamental para el conocimiento del hombre en la Biblia, con una Traducción del Nuevo Testamento al hebreo, que forma parte de su intento de recrear el cristianismo desde su base y esencia judía, universalizada por Jesús.
A pesar del valor de sus restantes libros, su obra más importante sigue siendo quizá ésta, su traducción y comentario de los Salmos como texto clave de oración y experiencia no sólo judía, sino cristiana. Éste es el libro de la Biblia hecha “vida”, experiencia de revelación y encuentro de los hombres con Dios, en un proceso impresionante de desvelamiento divino y revelación de la nueva humanidad, tal como se expresa en la historia de Israel y culmina en Jesucristo, que es para F. Delitzsch la culminación y verdad del judaísmo.
Partiendo de ese fundamento, este libro recoge el proceso de composición e interpretación de los Salmos, a lo largo de casi 2000 años, desde tiempos de David (siglo X a.C.) hasta la fijación del texto masorético (siglo IX-X d. C.), tal como ha sido transmitido, vocalizado y precisado con acentos, anotaciones musicales y vivencia espiritual a lo largo de los siglos. Al mismo tiempo, muestra y desentraña la historia de la interpretación judía y cristiana de los salmos, con las traducciones más significativas a las diversas lenguas en que la biblia ha sido reinterpretada y recreada, desde el griego de los LXX (siglo III a.C.), el arameo de los targumes y la Peschita (siglo I-IV d.C.), pasando por el Latín de San Jerónimo (Vulgata, siglo IV d. C.), hasta Lutero (siglo XVI d.C.), con los Padres de la Reforma Protestantes y el resto de las iglesias cristianas (católica, ortodoxa) de la modernidad.
No es obra de lectura fácil pues implica un conocimiento básico de las lenguas bíblicas y de su interpretación a lo largo de la historia. De todas formas, el lector atento (aunque no especializado) podrá prescindir del análisis más particular del texto hebreo, con la aportación de los masoretas, y quedarse en el plano de la lectura literaria, teológica y “pastoral” de los salmos, recibiendo el impacto y enseñanza de su interpretación.
Así descubrirá que salmos son para el cristianismo (y, en otro plano, para la cultura occidental), con los evangelios y las cartas de San Pablo, el libro más impactante de la Biblia (y quizá de la historia religiosa de la humanidad). Quien se aproxime a ellos entrará en un mundo maravilloso de poesía y oración, de historia y experiencia vital, de iluminación creyente y de compromiso pastoral que antes no podía ni imaginar. Ellos son, con los Vedas de la India, la colección más importante de himnos y cantos de la humanidad.
Todo el mensaje de la Biblia del Antiguo Testamento se condensa y contiene en ellos; todo el proyecto y camino de Jesús y de la Iglesia primitiva se entiende a partir de ellos. Así lo va mostrando F. Delitzsch en este comentario prodigioso de historia y filología, de poesía y pensamiento religioso, con la tradición del rabinismo judío y de la Iglesia antigua (griega y latina), con Agustín y el conjunto del monacato occidental y oriental, con Lutero y los reformadores protestantes, y de un modo especial con la recuperación bíblica de la teología evangélica del siglo XIX.
Ésta es una obra múltiple, que puede y debe leerse desde diversas perspectivas (histórica, poética, filológica, teológica…). Se puede leer por interés cultural, pero también por búsqueda y profundización religiosa. Se puede estudiar acudiendo a los idiomas originales (hebreo, arameo y árabe, griego y latín…), pero también dejando al fondo esos idiomas y pasando directamente al contenido poético y religioso (teológico). Sea cual fuere su manera de entrar en este comentario, el lector saldrá profundamente enriquecido, con un conocimiento más hondo de los salmos y de la historia bíblica, con una visión ensanchada del cristianismo..
Esuna obra de lectura seguida, pero también de consulta, cuando venga el momento de entender y comentar un salmo, con tiempo para ello. La mejor manera de entenderla, esto es, de entrar en ella es comenzar con los temas de la introducción del mismo F. Delitzsch, que nos permiten llegar a los centros neurálgicos del salterio, entendido como libro bíblico de historia y oración, como texto clave de la identidad cristiana:
1. Lugar de los Salmos entre los hagiógrafos y en especial entre los libros poéticos.Los salmos forman parte de la tercera sección de la Biblia (tras la Ley-Pentateuco y los Profetas anteriores y posteriores); de esa forma se inscriben en el “resto” de los libros sagrados (hagiógrafos) llamados “escritos” (ketubim); ellos se encuentran al lado de los libros sapienciales (de la hokma: Proverbios, Eclesiastés), pero se definen en especial como libro poéticos (con el Cantar de los Cantares). Ellos emergen en un contexto en el que la poesía, vinculada a la profecía, puede y debe entenderse como lenguaje clave del encuentro del hombre con Dios, que es la oración. Una de las decisiones fundamentales de la Iglesia cristiana ha sido (y sigue siendo) la de tomar los salmos como libro o formulario fundante de su relación personal con Dios y de su alabanza al misterio, tal como culminará en Jesucristo.
2. Historia de la composición de los salmos. Los salmos provienen de un largo período de tiempo que, por comodidad, podemos centrar entre el siglo X y el II a.C. Están atribuidos en principio al Rey David, a quien la tradición presenta como primero y más grande de los salmistas, y así lo pone de relieve F. Delitzsch, en contra de una opinión ya extendida en su tiempo que tendía a negarla paternidad davídica de la mayor parte de los salmos.
Ciertamente, el mismo Delitzsch sabe y dice que muchos salmos son de origen posterior, pues han surgido a lo largo de la historia de Israel, hasta el tiempo de los macabeos. En ese sentido, los salmos recogen la historia de la religión bíblica del Antiguo Testamento, desde la constitución del reino de David hasta la gran crisis del tiempo de los Macabeos y de la apocalíptica de Daniel.Pero en el principio de ellos está a su juicio la inspiración y revelación de Dios a David
3. Origen de la colección, 150 salmos.En principio los salmos fueron oraciones y cantos de tipo ocasional, compuestos y cantados en un momento preciso de la historia de Israelión. . Ellos son la “interpretación” y declaración creyente/orante de esa historia. Pero desde muy pronto se fueron creando colecciones de salmos como ejemplo y modelo de oración para los cantores (levitas) del templo.
Entre esas colecciones, junto a los salmos del reinado de Dios, del culto del templo o de la realeza de David y de su descendencia, pueden distinguirse otros grupos que provienen de las familias de Asaf o de Coráh, con salmos penitenciales, de peregrinación etc. A imitación de los cinco libros del Pentateuco, los salmos se han recogido también o coleccionado en cinco libros, como podrá verse por el índice de este comentario.
Distribución e “inscripciones” (encabezados).Buena cantidad de salmos (no todos) llevan una inscripción o encabezado, en el que se describe la identidad del salmo (unos son tephila, otros tehila, mizmor o shir); esos encabezados indican también el tipo de acompañamiento musical, con la posible ocasión del origen (especialmente en relación a la historia de David). Parece que en la mayor parte de los casos, estos encabezamientos no son del autor directo del salmo, sino de los copistas o adaptadores posteriores.
Muchos comentaristas modernos han tendido a quitar importancia a esos encabezamientos, como si fueran menos fiables, de manera que ellos no aparecen en las ediciones y traducciones de muchas biblias. En contra de eso, Delitzsch les ha dado mucha importancia, como guía segura para situar e interpretar el salmo.
4.Sistema de estrofas. Los salmos forman parte de la poesía bíblica y sólo como poesía pueden entenderse. Así lo ha visto y mostrado de un modo ejemplar F. Delitzsch, siguiendo la gran tradición de la masora, esto es, de la fijación e interpretación del texto hebreo, no sólo a través de la vocalización del texto consonántico, sino también (y sobre todo) de la composición y distribución de los acentos, que tienen una función rítmica, musical y de precisión del argumento.
Esa fijación textual culminó en el siglo IX-X d.C. con la edición definitiva del texto masorético. Muchos comentaristas modernos dejan a un lado esa interpretación masorética de los salmos, a través de estrofas, palabras y acentos, pensando que ella ha sido una composición posterior, no siempre fiable, del texto primitivo. Sin embargo, F. Delitzsch considera que ella es fundamental para entender el salterio, y así lo va mostrando salmo a salmo.
Música del templo y salmodia. Los salmos pueden entenderse como poesía musicalizada, pero también como música poetizada, de forma que letra y melodía son inseparables, conforme a la “escuela coral” (poético-musical) del templo de Jerusalén. Así lo ha mostrado paso a paso F. Delitzsch, estudiando con gran cuidado los tonos y/o melodías de los salmos, con su acompañamiento musical (con instrumentos que de cuerda, pero también de viento y percusión).
En esa línea debemos recordar que el templo de Jerusalén como lugar de sacrificios sangrientos ha cumplido ya hace tiempo su misión (ha perdido su sentido), como dice la carta a los Hebreos, pero ese templo sigue siendo básico como santuario musical; de ese templo vienen los vienen los salmos que reza la iglesia cristiana, la música litúrgica y celeste que ha puesto de relieve el libro cristianos del Apocalipsis.
Historia de la interpretación de los Salmos. Siguiendo en la línea de las traducciones, Delitzsch retoma la historia de la interpretación de los salmos, desde una perspectiva primitiva (primeros intérpretes judíos, patrística cristiana), pasando por San Agustín y la Edad media, con los “padres de la iglesia” (griegos, sirios, latinos), hasta llegar a la Reforma Protestante, con la gran crisis posterior (siglo XVII-XVIII d.C.), hasta llegar a su tiempo (entre el 1860-1974).
Ese tiempo (el siglo XIX) ha sido, según Delitzsch, el momento clave de la historia de occidente y del mundo situada ante la gran encrucijada: (a) Afianzamiento y triunfo de un tipo de liberalismo anti-cristiano (que puede terminar destruyendo las raíces y formas bíblicas de la cultura occidental); (b) o renacimiento bíblico/cristiano, expresado y condensando en una nueva interpretación y actualización de la experiencia orante de la Biblia.
Consideraciones teológicas. En ese momento se sitúa nos sitúa F. Delitzsch, entre el 1860 y 1883 d.C., una etapa que a su juicio es convulsa, llena de amenazas. Él es, por una parte, un buen “protestante alemán”, empeñado en recuperar a Jesús partiendo de la “verdad hebraica”, para recrear así un cristianismo bíblico, abriendo el “evangelio judío” a la totalidad de los pueblos, no en forma de imposición, sino de testimonio de vida y de paz universal. Tres son, conforme a mi lectura de conjunto de la obra, sus propuestas principales.
(a) La presentación de Dios, como Yahvé, aquél que es y actúa en la historia de los hombres; a su juicio, sin el retorno al Dios que actúa en los salmos no se puede hablar de misión cristiana.
(b) La recuperación y triunfo de la iglesia oprimida (ecclesia pressa) de los seguidores perseguidos de Jesús, entre los poderes adversos de un mundo, con su gran promesa pascual, fundada en la resurrección de Jesús.
(c) El enraizamiento en la historia concreta, en este mundo, como presencia y anuncio de un Dios que se introduce en la historia, en contra de una visión puramente espiritualista de la inmortalidad del alma o de las ideas.
Estos son los temas de los que se ocupó F. Delitzsch, en este espléndido comentario de los salmos (culminado el año 1883/1884 d.C.). A partir de entonces han sucedido en el estudio de la Biblia y especialmente en la interpretación de los salmos, muchas cosas, que se pueden condenar en dos aportaciones más significativas.
JOACHIM KRAUS, LOS SALMOS I-III, SÍGUEME, SALAMANCA 1991/1995.

Kraus, Hans-Joachim(1918-2000). Exegeta y teólogo protestante alemán, que se ha destacado, sobre todos, por sus comentarios a los salmos y por su participación en el diálogo cristiano-judío. Estuvo vinculando a la Bekennende Kirche (→ Bonhöffer) y se esforzó por el entendimiento entre cristianos y judíos. Teológicamente recibió el influjo de K. Barth. En el campo bíblico siguió en la línea de Martin Noth y G. Von Rad, siendo profesor de las universidades de Hamburg y Göttingen. Su exégesis, especialmente en el campo de los salmos, estuvo marcada por una experiencia y finalidad pastoral, al servicio del encuentro con el Dios que se revela a través de la historia de Israel, como puso de relieve en su obra programática Systematische Theologie im Kontext biblischer Geschichte und Eschatologie (Neukirchen-Vluyn 1983), donde interpreta la historia de Israel como “teodicea” para los cristianos.
Esta obra me parece uno de los intentos más serios que se han hecho en los últimos decenios por elaborar una visión de conjunto del cristianismo, en clave didáctica y unitaria, desde la perspectiva bíblica y, en especial, desde al Testamento Israelita, culminado en Jesús de Nazaret, según los cristianos.

Ha escrito una investigación muy elaborada y con gran influjo en el conjunto de los estudios bíblicos, dedicada al comentario y estudio de los salmos, titulada simplemente Psalmen I-III (Neukirchen 1958-1979, versión castellana: Salmos I-III y Teología de los Salmos, Salamanca 1991-1995). Se trata de una obra enciclopédica, ejemplar, y en ella H. J. Kraus ha ido estudiando, uno por uno, todos los salmos, conforme al esquema que sigue.
- Comienza con una bibliografía básica donde recoge algunos trabajos fundamentales sobre cada salmo, casi siempre en inglés o alemán. Sigue el texto, con la traducción propia del autor.
- A continuación ofrece un análisis crítico donde recoge y discute las variantes del TM y de los LXX, para así fijar el sentido de la traducción, desde una perspectiva histórica y actual
- Sigue el estudio de la forma literaria, desde una perspectiva diacrónica y sincrónica. Los salmos tienen un mismo fondo literario y religioso…, pero se distinguen y dividen en caso una docena de géneros, que debe tenerse en cuenta para entenderlos, no sólo en perspectiva histórico-literaria, sino también social y religiosa, personal y litúrgica, con todos los tonos y subtonos de la vida humana. Leerles y vivirlos todos en un mismo nivel es como ponerse ante un encefalograma plano, sin vida…
- Viene luego el marco, es decir, el Sitz im Leben o contexto histórico, social y religioso donde ha surgido cada salmo. Ciertamente, no vivimos ya en el tiempo de los salmos, que es especialmente el que va del siglo V al III a. de Cristo, tiempo clave ce la formación del judaísmo, entendido como matriz no sólo de lcristianismo sino de la historia de occidente.
- Solo entonces puede pasar al comentario propiamente dicho, realizado verso a verso, analizando los aspectos religiosos más profundo y el sentido básico de cada uno de los salmos, entendidos como oración de alianza del israelita que se abre hacia su Dios.
Este libro (unido a los de Delitzsch y Alonso Schökel) ofrece la mejor introducción actual (en castellano) al estudio de los salmos, entendidos como textos literarios e históricos, devocionales y teológicos.
ALONSO SCHÖKEL, y CECILIA CARNITI SALMOS LIBRO DE POESÍA Y VIDA


Luis Alonso Schökel (1920-19998). Exegeta y teólogo católico español, de la Compañía de Jesús, profesor del Instituto Bíblico de Roma. Ha sido quizá el mayor filólogo bíblico de lengua española del siglo XX, y ha destacado como crítico literario y creador, artista de la palabra. Sus estudios sobre la poesía bíblica y sus traducciones de la Biblia constituyen un punto de referencia obligado en la espiritualidad, liturgia y literatura hispana de la actualidad. Para una visión general de su obra, cf. V. Collado (ed.); Palabra, Prodigio, poesía. In memoriam P. Luis Alonso Schökel (Roma/Alicante 2003). Éstos son sus trabajos básicos.
Estudios poéticos y filológicos. El primer gran libro bíblico de Alonso fue Estudios de poética hebrea (Barcelona 1963), un trabajo con el que hemos estudiado y aprendido generaciones de alumnos del Instituto Bíblico de Roma. Ese libro, reeditado con el título de Manual de poética hebrea (Madrid 1988), constituye, posiblemente, el mejor trabajo que se ha escrito sobre el ritmo y sentido literario (poético) del Antiguo Testamento. En esa línea se sitúan otros trabajos como La palabra inspirada (Barcelona 1964; nueva edición en Madrid 1986), que constituye un manual de referencia obligada para el estudio de la Biblia desde las ciencias del lenguaje. Parte de la producción crítica de Alonso, también de tipo literario, ha sido recogida en Hermenéutica de la palabra I-III, Madrid/Bilbao 1986. En esa misma línea se sitúa El estilo literario: arte y artesanía (Bilbao 1995) y, sobre todo, su Diccionario hebreo-español (Madrid 2008)
Comentarios y trabajos exegéticos. Alonso ha realizado algunos de los comentarios más significativos, en lengua castellana, a diversos libros de la Biblia, empezando por su evocación del Cantar de los Cantares (Estella 1992). Son monumentales (y clásicos) sus comentarios a Salmos I-II (Estella 1992, en colaboración con C. Carniti) y a Profetas I-II (con J. L. Sicre, Madrid 1980). Nunca se había escrito en castellano nada semejante a estos dos últimos libros, que han venido a convertirse en referencia obligada para el estudio de esos textos básicos del Antiguo Testamento. Cr ¿Dónde está tu hermano? Textos de fraternidad en el libro de Génesis (Estella 1990).
Traducciones y comentarios de conjunto. En colaboración con J. Mateos (1917-2003), Alonso tradujo y publicó la Nueva Biblia Española (Madrid 1975; adaptación latinoamericana de 1976), que ha marcado un nuevo comienzo en el campo de los estudios bíblicos. Fue una versión bellísima, adaptada en gran parte para el uso litúrgico, aunque ella encontró algunos enemigos, que acusan a Alonso Schökel y en especial a Juan Mateos (traductor del Nuevo Testamento), de haber falseado el mensaje bíblico. Su segunda traducción se ha titulado Biblia del Peregrino (Bilbao 1966).
Liberado ya de sus labores escolares, Alonso Schökel ha querido destacar en esta nueva traducción los aspectos más literarios de la Biblia, que así aparece como un "texto de camino", que permite que los amantes de la literatura castellana puedan gozar de la belleza de la búsqueda de Dios. Hay una edición monumental, de estudio, de esta Biblia (Estella 1966), en tres volúmenes de gran formato, que ofrecen la mejor visión y comentario de conjunto de las Escrituras, desde una perspectiva literaria y religiosa.
L. Alonso y Cecilia Carniti. Dos autores, un libro
Luis Alonso escribión este comentario con su alumna y colega Cecilio Carniti (1946-1992).
Quiero empezar con un recuerdo personal. Alonso Fue mi profesor de hebreo en el Instituto Bíblico de Roma. Al terminar mi examen final de hebreo (el año 1968) , centrado en los textos narrativos y legales de la tradición deuteronomista, me dijo: Pikaza, sabes bien algo de hebreo… pero esto no es lo importante. Lo importante es el hebreo poético: Salmos, Cantar, Job… Le dijo ¿qué hago? Y me respondió: Reza todos los días los salmos en hebreo; deja el latín y el castellano, vete al texto original…, hasta que los sepas de memoria, cántalos si sabes cantar… Y vente por aquí de vez en cuando.
No le hice caso del todo, porque en aquel momento me interesaba más un tipo de “filosofía bíblica”, centrada en Bultmann y en la lectura del NT. Pero seguí leyendo y rezando durante muchos años los salmos en hebreo.
Como he dicho, ahora, pasados cincuenta años, he querido volver el principio, a los salmos hebreos, con Alonso Schökel, muerto y enterrado cerca de mi (nuestra) casa en Salamanca. Ciertamente, los salmos son muchas cosas… pero siguen siendo ante todo poesía y canto, la historia del alma hebrea, como seguiré diciendo con mi comentario en los próximos días.
Otro recuerdo personal,brve pero muy intenso. Cecilia Carniti.
Te ví algunas veces en la Biblioteca del bíblico, Pocas, pero intensas. Ella realizó para Alonso, el trabajo fuerte de este comentario. La recuerdo muy bien en la Biblioteca, en momentos de descanso, preprado su tesis sobre el salmo 68...
No sé más de ella, sólo el recuerdo de algunas conversaciones sobre el salmo 68 (su tesis doctoral) y organizando el bosque de folios, apuntes y comentarios de Alonso. Solo una persona sabia como ella pudo realizar este trabajo, a ella le debemos este libro. Ella estaba ya enferma, así lo sabíamos, así nos lo dijo, así se le veía en su rostro cansado y amable. Murió precisdamente cuando entregó los últimos folios de Alonso con sus corrección, introduccione y aplicaciones a las editoriales, Borla en Roma (Italiano) y VD en Estella (Castellano).
Hizo el trabajo fuerte, el trabajo sabio para Luis Alonso, estando ya enferma. Murió al terminar su obra, obra para Alonso, obra para todos nosotros.
Había nacido el año 1946, falleció el año 1992, recién acabado su trabajo sobre los salmos, que ella preparó con inmenso esmero Lógicamente, el libro se publicó primero en italiano, la lengua de su autora principal... la lengua originaria de esta obra

Ella fue la que preparó los materias y organizo los contenidos de este libro, que Alonso completó con su visión literaria de conjunto (Psalmi I y Psalmi 2, Borla, Roma 1992/1993 ). Por todo lo que supe y sé, el libro tendría que haberse titulado: Carniti-Alonso, con ella como autora principal. A ella va mi recuerdo y admiración,antes que a Luis Alonso Schökel. No encuentro su foto para publicarla. Era amiga y colega directa de estudio y poética anigua y moderna de mi amigo Francisco Contreras Molina (1948-2009), claretiano, profesor de Granada

Y con esto termina mi presentación de los tres "maestros de los salmos", poniendo entre ellos, con ellos a Cecilia Carniti. Los tres bellísimamente publicados en lengua castellana. Cada uno es una obra clásica en su campo, una obra que no puede faltar en ninguna biblioteca bíblica en lengua castellana. Como he dicho:
Conclusión
- Delitzsch, para el texto hebreo, con la historia de la composición e interpretación de los salmos desde una perspectiva judía (hebrea) y cristiana.
- Kraus, para un estudio crítico de los salmos, desde una perspectiva diacrónica, de pensamiento, de cultura, de teología vital (en clave más protestante)
- Alonso, para el estudio poético, en línea más existencial.