"Su teología se funda en la raíz del evangelio y no en tradiciones a veces menos significativas" El pensamiento de Francisco (1). Gracia y liberación (contra Pelagio y la gnosis)

Firma del Papa
Firma del Papa

Al Papa Francisco le han acusado  de “poca” teología,  en comparación con Benedicto XVI, un gigante intelectual de la identidad dogmática cristiana.

Ciertamente, Benedicto XVI ha sido “teólogo”. Francisco parece más bien un simple cristiano. Pero a veces, un simple cristiano, a ras de tierra, encarnado en los problemas del mundo, con el impulso de Jesús, puede saber sabe mucha teología, como sucede con Francisco.

Así quiero presentarle a los diez años de su pontificado (aquí y en algunas aportaciones sucesivas), no para compararle con Benedicto XVI, sino para insistir en los valores teológico-sociales y eclesiales  de su magisterio.

Caminante Wanderer: Gnósticos y pelagianos

Quiso Dios,  Amor que libera (2018). Unos correos con Ladaria

            Así le pasó a Francisco de Asís, que fue inspirador de los grandes teólogos franciscanos del siglo XIII y XIV. Eso  le pasa al Papa Francisco, como muestra el documento sobre los dos riesgos de la teología (gnosis y pelagianismo), tal como aparecen destacados en un documento publicado a través del Documento de  la Congregación para la Doctrina de la Fe, titulado Placut Deo (Quiso Dios…, firmada por su Prefecto el Card. Luis Ladaria:  https://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2018/03/01/plac.html

            Le escribí al Prefecto de la Congregación, Card. Luis Ladaria, antiguo colega de la Facultad de Teología, firmante oficial del documento, con la autorización del Papa Francisco, haciéndole algunas preguntas sobre el origen y contenido de ese documento:

Pelagianismo y gnosticismo según el Papa Francisco - Vatican News

sáb, 3 mar 2018, 17:18
Querido Luis:
   Hace siglos que no nos hemos visto, pero tengo un gran recuerdo de ti, de nuestros encuentros con el inolvidable P. Nereo Silanes... He seguido tu camino,le he preguntado siempre a Brotóns por ti y a otros amigos. Estoy feliz en un pequeño pueblo escribiendo comentarios bíblicos (a Mc a Mt, quisiera a Lucas)...
   Te escribo ahora sólo para saludarte y felicitarte (quizá mejor, acompañarte con mi respeto y admiración) en tu trabajo de Pefecto de la C. para la D. de la Fe. Quise escribirte el día en que salió tu nombramiento, pero no me atreví, tendrás mucho trabajo.
   Hoy lo hago, porque acabo de leer Placuit Deo. Es de lo mejor que he leído. Felicidades, de corazón. He puesto una nota en mi blog... Como siempre, he añadido unas frases finales de "apertura", en la línea de mi pequeña reflexión eclesial. No lo tomes a mal. Estoy terminando para Sal Terrae una reflexión bíblica sobre NO PODÉIS SERVIR A DIOS Y AL DINERO. LA ECONOMÍA CRISTIANA. Me gustaría mandártela cuando salga.
   Un saludo grande. Que conserves el humor, que puedas seguir trabajando en teología. Un abrazo. Xabier

  Casi a vuelta de correo me contestó Luis Ladaria, como en años que fuimos colegas. Él enseñaba el Miisterio de Dios, con otros temas, en la Universidad de Comilla, Madrid. Yo lo mismo, en la Pontificia de Salamanca. A veces nos veíamos. Su contestación decía así: 

4 mar 2018  

Querido Xabier.

Gracias por tu mensaje y por lo elogios que dedicas a “Placuit Deo”. El texto es breve pero nos ha llevado mucho trabajo. De todas maneras sobrevaloras mis méritos. Muchas manos han trabajado en la redacción y no han sido las mías las que más parte han tenido en el resultado final. Gracias a Dios tenemos muy buenos colaboradores que se prestan a ese trabajo oculto. Es muy de agradecer.

Que sigas adelante tú también copn tu trabajo. Más creativo que el mío, ciertamente. Pero cada uno tiene que hacer lo que le toca.Muchísimas gracias de nuevo y un abrazo,Luis

La teología de Placuit Deo. Voluntad gratuita de Dios,liberación humana   

Ésta, a mi juicio, la más honda del Papa Francisco y se sitúa en el lugar en que Ratzinger exponía su teolgía en contra de la teología y practica de liberación. En sentido, Ratzinger era más profundo, pero Francisco ha entendido mejor el evangelio, como gracia de Dios y como experiencia de liberación humana. Evidentemente, Francisco no ha querido decir nada sobre (y menos "contra") Ratzinger. Pero cualquiera que sepa leer sabe que está "corrigiendo" o, si se prefiere, situando a Ratzinger. 

En este sentido, Francisco es más profundo que Ratzinger, tiene una distancia mayor ante los hechos y sabe entenerlos desde la perspectiva clásica de la teología, es decir, desde la patrística, como he puesto de relieve en mi libro sobre el tema. 

  Ratzinger no tenía distancia para situarse ante los temas y por eso se dejó quizá dominar por ellos, sin situarlos y entenderlos desde la raíz del evangelio, como hace Francisco, con profundidas, con elegancia. 

Ciertamente, Placuit Deo es obra de L. Ladaria y de su equipo, pero se ve claramente que su pensamiento es el de Francisco, resituando, desde su perspectiva, los dos documenos principales del Cardenal Ratzinger (Libertatis Nuntius y Libertatis Constientia, que he comentado hace unas semanas en este blog, desde una perspectiva bíblica, teológica y de liberación.

Portada

El Cardenal Ratzinger estaba más interesado en poner de relieve los riesgos de una teología de la liberación, que, a su juicio, corría el riesgo de escorase hacia el marxismo. El Papa Francisco, con su equipo, sigue en la línea de Ratzinger, pero matiza los temas de un modo distinto:

Más que el marxismo, a Francisco  le preocupa el pelagianismo, la herejía de la pura acción, tanto el línea marxista como no marxista, el riesgo de que el hombre se considere "divino", creando un mundo (una sociedad, una economía) a imagen y semejanza de su egoísmo.

Pero, al mismo tiempo,  al lado del pelagianismo quiere condenar un tipo de gnosis espiritualista, cerrada en el cultivo interior de un tipo deegoísmo propio, de una espiritualidad que no se preocupa de la liberación de los demás 

Francisco sabe que, por una parte, es necesaria la oración, la espiritualidad, pero sin caer en un tipo de gnosis de pura contemplación cerrada en sí misma.

Por otra parte es necesaria la acción redentora externa, pero sin caer en un activismo de tipo puramente político o económico. En esta línea quiere el Papa Francisco que “trabaje” la Congregación para la Doctrina de la fe, de manera que, en vez de condenar o amonestar a los teólogos, como antes hacía, les anime y ayude a pensar e impulsar la vida de la iglesia, poniendo de relieve los dos riesgos de un tipo espiritualismo y sociedad actual:

Editorial Trotta La gnosis eterna III | 978-84-9879-684-1

— Francisco va en contra de una gnosis espiritualista, que busca la salvación fuera de la «carne» (humanidad) concreta, dejando a los pueblos y personas en manos de un puro capitalismo industrial y comercial, poniendo así en riesgo la misma vida de los hombres en el mundo. No basta con rezar para que el mundo se salve y para que los cautivos sean redimidos, sino que, con la oración, es necesaria una acción de ayuda liberadora muy concreta, como la de Pedro Nolasco y sus primeros compañeros.

— Francisco va en contra de un pelagianismo activista, que quiere alcanzar la salvación por medio unas obras y acciones puramente externas, como aquellas que algunos adversarios (entre ellos ciertos discípulos de san Agustín) le atribuían a un monje ingles llamado Pelagio. Éste es el riesgo del puro activismo, de la pura “renta per cápita”, pero sin alma, el riesgo del enriquecimiento de algunos, pero sin verdadera solidaridad, sin gratuidad, sin comunión con los pobres.  

No basta una oración separada de la vida (sin relación con el pan, el perdón, la libertad del Padrenuestro). Pero tampoco basta un activismo, que termina en el enriquecimiento de los más ricos y la opresión más intensa de los pobres. Una sociedad más rica no es más justa sin más. Un enriquecimiento sin humanidad, sin servicio a los pobres, sin transformación social desde los oprimidos y cautivos, termina siendo destructor.

Así lo ha mostrado esto documento, que es uno de los más importantes de los últimos decenios de la Iglesia. Es breve, pero sustancial. Es claro, parece sencillo (poco pretencioso) y, sin embargo, plantea y resuelve con gran precisión, sin acusaciones importunas ni proposiciones pomposas, uno de los temas centrales de la sociedad y de la Iglesia.  

Al plantear así el tema de la oposición y complementariedad entre gnosis y pelagianismo, Francisco está rindiendo un gran servicio no sólo a la Iglesia, sino a la vida y esperanza de los hombres, según el evangelio, y en esa línea debemos profundizar todos,   elaborando una teología y práctica de liberación que apela, por un lado, a san Ireneo (en contra de una gnosis separa de la carne, pues la carne, la vida real es la clave de la salvación: Caro cardo salutis) y acude, por otro, a San Agustín (pues una obras humanas, e incluso unas conquistas técnicas, tomadas en sí mismas, separadas del amor mutuo, de la gratuidad, pueden ser destructoras). En la línea de ese documento se puede plantear el sentido de la teología  cristiana actual , conforme a la intención del Papa Francisco: 

Hay que precisar la relación entre Gnosis intimista y Transformación social,conforme a la visión del Nuevo Testamento y del cristianismo primitivo que opone (¡vincula!) una tendencia gnóstica (Evangelio de Juan, Evangelio Apócrifo de Tomás) y otra más apocalíptica (que aparece en Mc 13, 1 Tes 4, l1 Cor 15 y en ApJn). El buen planteamiento de esta oposición ayuda a entender y potenciar algunos temas medulares de Francisco, desde Laudato Sí (2015) a Fratelli tutti (2020). Se trata, pues, de establecer una redención “integral”, personal y social, espiritual y carnal,.

Hay que replantear la relación entre fe y obras, pues ella nos sitúa en el centro de la teología de San Pablo, vinculada al encuentro personal con Dios, a la justificación de los pecadores y a la libertad radical de todos los creyentes, conforme al programa de Gal 3, 28: Ya no hay judíos y griegos, hombres y mujeres, amos y esclavos, libres y cautivos… pues todos somos hermanos, unidos en Cristo. Así lo ha querido destacar Francisco al insistir en la “celebración” de los 500 años de la Reforma Protestante (iniciada por Lutero el 1517). Aquí se está jugando no sólo la relación entre catolicismo y protestantismo, sino el futuro de la Iglesia y de la Humanidad. Aquí se plantea el mayor riesgo de una humanidad que quiere hacer a Dios a la medida de su egoísmo violento.

Hay que retornar el evangelio como buena noticia a los pobres… (Lc 4, 17-18). La problemática planteada por la oposición entre gnosis y pelagianismo ha de resolverse volviendo a la opción radical de Jesús, que no es sólo evangelizar a los pobres, sino dejar «que los pobres nos evangelicen», en la línea de la primera misión cristiana según Mc 6, 1-6, Mt 10, 2-15 y paralelos. Ese retorno traza el sentido de la evangelización, que es nueva «en su ardor, sus métodos y su expresión» (Juan Pablo II, Discurso de Puerto Príncipe, 9-3-1983), pero sobre todo en su contenido, volviendo a la raíz del evangelio de Jesús, que cura a los enfermos, que libera a los “poseídos por el Diablo” (que eran y son los cautivos, bajo el poder del dinero y del dominio material y social de los prepotentes). 

REENCARNACIONES DEL ALMA DE FRANCISCO DE ASÍS

Aquí se encuentra, a mi juicio, la mayor riqueza del documento sobre los riesgos de la gnosis y el pelagianismo, y de la teología católica, tal como de Francisco la ha ratificado en su Motu proprio Aperuit illis( 2019.09.30), instituyendo el Domingo de la Palabra de Dios y el Año Santo de la Biblia (instaurado el año 2020). De esa forma se expresa la mayor riqueza de la teología (antropología) cristiana y del compromiso creyente de la iglesia, por encima (más allá) de sus riesgos principales (gnosis y pelagianismo), un tema que yo mismo he querido desarrollar, partiendo de la teología del Papa Francisco, en Dios o el dinero. Teología y economía(Sal Terrae, Santander 2019).

            Ciertamente, el Papa Francisco no es un teólogo profesional, como era Benedicto XVI, pero, a mi juicio, su teología se encuentra mucho mejor fundada, pues se funda en la raíz del evangelio y no en tradiciones a veces menos significativas.

Profundización.Catequesis sobre la Carta a los Gálatas

La Carta a los Gálatas

   El Papa Francisco en un gran lector de San Pablo y todo su pensamiento  se inspira en la carta a los Gálatas: “Cuando éramos menores estábamos esclavizados bajo los elementos de este mundo. Pero cuando llegó la plenitud de los tiempos envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para liberar a los que estaban bajo la ley.... Por tanto, ya no eres esclavo sino hijo, y si eres hijo eres también heredero por Dios” (Gal 4,3-7).

CATEQUESIS PAPA FRANCISCO – 10. CARTA A LOS GÁLATAS – 6 octubre 2021 –  FATIMAZO – Fatimazo Por la Paz

Este pasaje nos sitúa en el centro de la teología y acción liberadora de Francisco en la Iglesdia. Toda la vida del hombre en este mundo viejo aparece definida como servidumbre (douleia): Nos esclaviza el mundo, la ley nos hace siervos, unos hombres dominan a los otros, muchas religiones e ideología justifican la opresión de los pobres. En ese contexto de sometimiento, los hombres aparecen divididos en una lucha en la que se oponen varones y mujeres, judíos y griegos, esclavos y libres (Gal 3,28). Pues bien, para superar esa esclavitud y cautiverio general de la humanidad ha enviado Dios a su Hijo, que es Jesús. De un modo semejante la misma Trinidad ha enviado a San Pedro Nolasco y a los mercedarios para liberar a los nuevos cautivos, sometidos bajo el poder espiritual, social, económico de otros.

En esa línea, de un modo muy significativo, el Papa Francisco inició hace dos años (23.06.2021) una serie de catequesis sobre la Carta a los Gálatas  que son centrales para entender su pensamiento.Esas catequesis, lo mismo que el conjunto del Magisterio del Papa, se inscriben en el contexto de su compromiso por volver al fundamento bíblico del cristianismo y de la Iglesia, tal como lo formuló el mismo Papa al instituir el Día de la Palabra (cf. Aperuit Illis, 30.09.2019). De esa forma, él ha querido que volvamos al principio de la Palabra de Dios, al mensaje originario de la Biblia, en sentido social y espiritual

Esas catequesis han de entenderse además desde su deseo de dialogar con la Reforma Protestante de Lutero, ahora que se celebran los quinientos años de su iniciación (a partir del 1517). El Papa quiere ofrecer de esa manera las bases de una teología, que responda no sólo a la experiencia fundante de la Biblia, sino a las necesidades actuales de la Iglesia, en apertura al mundo y en comunión con las diversas confesiones y comunidades cristianas. Desde ese fondo han de entenderse los tres rasgos siguientes: 

  1. Al principio está la Biblia. Francisco quiere ser Papa de la Escritura. Juan Pablo II y Benedicto XVI han sido grandes teólogos, pero quizá se han apoyado más en la tradición de la Iglesia que en la Biblia. Ambos han estado marcados por un tipo de teología “sistemática”, bien centrada en la patrística y en la teología dogmática posterior (escolástica), pero menos en la Biblia. Francisco, en cambio, quiere retornar de un modo radical a la Escritura, y así lo muestran estas catequesis sobre la carta a los Gálatas, en la que hallamos el testimonio más claro de la aportación de san Pablo y de sus cartas en el comienzo de la Iglesia, con las diferencias que él muestra frente a Pedro, dentro de eso que podemos llamar la “identidad plural” de la Iglesia.
  2. Francisco se muestra heredero de Pedro y Pablo. Como obispo de Roma, él se sabe “deudor” (continuador) no sólo de Pedro (como en Mt 13, 13-2), sino también de Pablo, como he mostrado en comentario a Mateo (VD, Estella 2017). Francisco asume así las dos tradiciones (petrina y paulina) que desembocaron en la Iglesia de Roma, en la capital del imperio y así quiere mostrarlo en estas catequesis. En general, los “papas” se han sentido más herederos de Pedro que de Pablo (en la cúpula del Vaticano se escribe sólo “tu es Petrus”, tú eres Pedro). A diferencia de eso, Francisco, ha querido asumir el legado de Pablo, pues teológica y eclesialmente, la herencia de Pedro no se entiende sin la aportación de Pablo, como lo muestra de un modo especial la carta a los Gálatas (en cuyo contexto nos sitúa también el testimonio de Santiago). La liberación de los cautivos forma parte de la esencia universal de la iglesia, en línea petrina y paulina, pues la tarea de la libertad es de todos y para todos.
  3. Dialogar no sólo con Lutero y los protestantes, sino con toda la modernidad. Estas catequesis de Francisco se inscriben también en el contexto de su deseo de relacionarse con la Reforma protestante, ligada de forma inseparable con el comentario de Lutero a la carta a los Gálatas, carta que ha sido quizá el documento más significativo para un tipo de Reforma Protestante, a favor de una vuelta a la Biblia. Lutero elaboró ese comentario en diversas ocasiones (primera redacción, año 1519; segunda, año 1535). Francisco no quiere criticar a Lutero, ni devaluar su comentario, sino situarse a su lado, como católico y obispo de Roma, realizando un ejercicio teológico y eclesial muy serio, actualizando la carta a los Gálatas, en diálogo con los protestantes, no para discutir con ellos, sino para ponerse todos al servicio de la libertad de todos los hijos de Dios.

Algunos católicos han querido hacer una teología y una iglesia anti-protestante. Por su parte, hay grupos que se llaman protestantes que quieren hacer también una teología anti-católica. Pues bien, Francisco quiere superar esas oposiciones, insistiendo en que la carta a los Gálatas y todo el Nuevo Testamento ha de estar al servicio de la liberación de los oprimidos, una tarea común de católicos y protestantes.  

El significado de la carta a los Gálatas | Llamada

En su comentario a Gálatas, Francisco quiere ofrecer una catequesis, no una doctrina dogmática. Lo esencial sigue siendo el retorno a Jesús, un retorno que está muy vinculada a la experiencia y exégesis de Pablo. El hecho de que el Papa quiera elaborar una catequesis de Gálatas, y lo haga en línea de ecumenismo, volviendo a los orígenes del cristianismo, indica su radicalidad cristiana, en línea de teología y apertura eclesial.

       Quien se introduce en la dinámica de la carta a los Gálatas queda transformado, abandonando un campo trillado de lugares comunes (y quizá de imposiciones canónicas), para dejarse transformar por el evangelio. Se trata de que estemos todos dispuestos a retomar la experiencia original del evangelio, no sólo los católicos, sino también los “reformados”. Se trata de que dialoguemos, como dialogaron Pablo y Pedro (sin olvidarnos de María Magdalena y de Santiago, de la Madre de Jesús, del Discípulo Amado y los sinópticos).

(seguirá)

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