Mensaje del Papa con motivo de la 26ª solemne sesión pública de las Academias Pontificias Francisco: Las enseñanzas del Concilio inspiran la arquitectura sacra

Además de transmitir sus saludos cordiales a las autoridades de las Academias Pontificias, el Santo Padre reflexiona sobre la importancia del ambiente celebrativo “para favorecer la oración y el sentido de comunión”. En efecto, apunta que “el espacio, la luz, la acústica, los colores, las imágenes, los símbolos, el mobiliario litúrgico constituyen elementos fundamentales de esa realidad, de ese acontecimiento, humano y divino al mismo tiempo, que es precisamente la liturgia”.

Citando algunos pasajes de la carta apostólica Desiderio desideravisobre la formación litúrgica del Pueblo de Dios, Francisco subraya dos aspectos esenciales que se pueden aplicar a las cuestiones arquitectónicas y artísticas.

El primer punto es el redescubrimiento del lenguaje simbólico y la capacidad de entenderlo. “Haber perdido la capacidad de comprender el valor simbólico del cuerpo y de toda criatura -escribe el Papa en la carta apostólica- hace que el lenguaje simbólico de la Liturgia sea casi inaccesible para el hombre moderno. No se trata, sin embargo, de renunciar a ese lenguaje: no se puede renunciar a él porque es el que la Santísima Trinidad ha elegido para llegar a nosotros en la carne del Verbo. Se trata más bien de recuperar la capacidad de plantear y comprender los símbolos de la Liturgia” (n. 44).

El segundo elemento es la inspiración de la creatividad artística y arquitectónica, “que en la visión cristiana brota precisamente de la vida litúrgica, de la acción del Espíritu y no de la sola subjetividad humana”. En el documento mencionado, el Sucesor de Pedro resalta la necesidad de “conocer cómo actúa el Espíritu Santo en cada celebración”. Añade que “el arte de celebrar debe estar en sintonía con la acción del Espíritu”. “Solo así -precisa- se librará de los subjetivismos [...] y de los culturalismos [...]. Un artesano solo necesita la técnica; un artista, además de los conocimientos técnicos, no puede carecer de inspiración, que es una forma positiva de posesión: el verdadero artista no posee un arte, ni es poseído por él” (nn. 49-50).

Aceptando las propuestas que las Academias Pontificias han formulado para el Premio de la presente edición, al Papa Francisco le complace conceder, con la Medalla de Oro del Pontificado, el Premio de las Academias Pontificias al Estudio OPPS, por una intervención de reorganización y adaptación litúrgica de la capilla de la Fundación Santi Francesco d'Assisi e Caterina da Siena en Roma. También le otorga la Medalla de Plata del Pontificado a la arquitecta Federica Frino, por el proyecto de la nueva iglesia de San Tommaso en Pontedera.

Al final de su mensaje, el Papa desea al Cardenal Tolentino de Mendonça “un fecundo compromiso en sus respectivos campos de investigación y de servicio y, confiándole a la materna protección de la Virgen María, Templo y Arca de la Nueva Alianza”, se encomienda a sus oraciones y de corazón le imparte a él y a todos los presentes la bendición apostólica.

Sobre el Premio de las Academias Pontificias

Este galardón, promovido por el Dicasterio para la Cultura y la Educación, fue creado para promover la investigación de jóvenes menores de 35 años dedicados a las artes plásticas, la literatura y la música.

Confiado este año a la Accademia dei Virtuosi, se decidió abrir el campo también a la arquitectura. En concreto, se les pidió que razonaran y formularan propuestas en los ámbitos artístico y arquitectónico sobre el espacio sagrado, el debate entre arte contemporáneo y religioso, y la relación entre los edificios de culto cristiano y el uso de nuevos lenguajes arquitectónicos.