Francisco ya está en Borgo Egnazia, sede de la cumbre del G7. Pocos minutos después de las doce del mediodía, el helicóptero papal aterrizaba en el campo de deportes de esta localidad, siendo recibido en las escaleras (de madera) por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Ambos, mostrado gran sintonía personal (la política ya es otra cosa) se dirigieron en un pequeño carro de golf hasta la residencia oficial, donde el Papa mantendrá diversas reuniones bilaterales.
Así, antes de que a las 14 pronuncie su histórico discurso ante los líderes del mundo, Francisco tiene previstos varios encuentros. El primero de ellos, con Kristalina Georgieva, directora general del Fondo Monetario Internacional. Tras ella, un emotivo abrazo con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, para posteriormente verse con el francés Emmanuel Macron y Justin Trudeau, primer ministro de Canadá.
Tras el discurso, se producirá la foto de familia, en la que previsiblemente volveremos a ver al Papa con Javier Milei, con quien no se encontrará bilateralmente por la tarde. Sí lo hará, como ya anunciamos, con Joe Biden, Lula da Silva o Erdogan, ací como con el presidente de Kenia, o el primer ministro indio, en una maratoniana jornada que lo devolverá, ya de noche, al Vaticano.
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