El papa evocó como ejemplo sacerdotal el testimonio del 'cura Brochero' Francisco al Colegio Sacerdotal Argentino: "Desgástense por el Evangelio, quédense con la gente"

Francisco con el Colegio Sacerdotal Argentino de Roma
Francisco con el Colegio Sacerdotal Argentino de Roma

El Papa se reunió con la comunidad del Colegio Sacerdotal Argentino en Roma y evocó las costumbres de su país natal, recordando a San José Gabriel del Rosario Brochero

El 'cura Brochero' es una figura apropiada para quienes siguen preparándose para afrontar la ardua batalla de la Buena Nueva

(Vatican News).-Es un saludo muy cercano el que el Papa Francisco dirige en español a la comunidad del Colegio Sacerdotal Argentino de Roma, a cuyos miembros recibió en audiencia el jueves 16 de enero de 2025, en la biblioteca del Palacio Apostólico. Bergoglio confió a los sacerdotes y formadores que le hubiera gustado celebrar la misa con ellos y compartir un asado, como es costumbre en Argentina.

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Para no dejar de lado "los olores de nuestra tierra", el Pontífice evocó el testimonio de San José Gabriel del Rosario Brochero (1840-1914), quien fuera sacerdote diocesano de Córdoba, Argentina, párroco de una vasta zona sin carreteras ni escuelas, se dedicó a los más pobres, construyendo iglesias, escuelas y carreteras. Como el mismo Santo Padre recordó en otra ocasión, "el cura Brochero", como es popularmente conocido, se quedaba con la gente, y trataba de llevar a muchos a los ejercicios espirituales. Recorría kilómetros y kilómetros, cabalgando por las montañas, con su mula.

El Papa conversa con el Colegio Sacerdotal Argentino de Roma el jueves 16 de enero de 2025. (Vatican Media)

Trabajar en el bien del prójimo, cuidar la vida interior

Francisco ilustró un aspecto vinculado al alma sacerdotal de Brochero: la afirmación hecha por sus amigos de que "Brochera no debía ser sino sacerdote". A partir de este comentario, el Sucesor de Pedro enfatizó el deber de asumir con firmeza la identidad sacerdotal, "permearnos de que nuestra vocación no es un apéndice, un medio para otros fines, incluso piadosos, como salvarse".

"Absolutamente, no. La vocación es el proyecto de Dios en nuestra vida, lo que Dios ve en nosotros, lo que mueve su mirada de amor, me atrevería a decir que en cierta forma es el amor que Él nos tiene y en este radica nuestra verdadera esencia"

Después, el Pontífice acotó el significado de abrazar "la carrera eclesiástica", según Brochero: "Trabajar en el bien de los prójimos hasta el último momento de la vida".

A su vez, resaltó la necesidad de la total donación de sí mismos, la entrega a Dios en el hermano, gastándose y desgastándose por el Evangelio. Paralelamente, "batallar" -de acuerdo con Brochero- "con los enemigos del alma, como los pumas que pelean echados cuando parados no pueden hacer la defensa". En tal sentido, Francisco recomendó "cuidar la vida interior" y mantener encendido el fuego con mucha humildad, "echados" pues "parados" en nuestra soberbia somos más vulnerables.

Fraternidad sacerdotal, compartir la vida material, espiritual y apostólica

El Papa animó a los presbíteros a fortalecer la fraternidad con el obispo, "combatiendo junto a él, codo con codo, hasta el último cartucho".

"Y con los hermanos sacerdotes quiere compartir cuanto tiene, los invita a corregirle con confianza y lo hace con ellos con franqueza, pidiéndoles llevar una vida de piedad profunda, con una confesión frecuente “ya con el uno ya con el otro”, para compartir así toda la vida, tanto material como espiritual y apostólica"

El Cura Brochero

Un "sacrificado respeto" por el misterio de la Eucaristía

Finalmente, el Santo Padre recordó que por ardua que fuera la tarea de Brochero, nunca dejó la Eucaristía, llegando a pasar gran parte de la noche al raso, en medio de los maizales, esperando a que se despierten en el rancho (ndr, una finca modesta, principalmente en el ámbito rural), ya que no consideró oportuno molestar de madrugada, para poder entrar a celebrar. "Ese sacrificado respeto, elogió el Pontífice, por el misterio que, lejos de imposiciones, calaba más que mil palabras de empalagosa elocuencia".

Sobre el Colegio Sacerdotal Argentino en Roma

La casa contigua a la Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, declarada Iglesia Nacional Argentina en 1915, fue construida por Mons. José León Gallardo como su residencia personal. Tras su fallecimiento prematuro en 1924, la casa pasó a ser habitada por la comunidad religiosa delConvento de San Pedro Nolasco in Urbe, que se estableció allí en 1929 gracias a un contrato con la Orden de la Merced. Durante los años siguientes, la casa albergó también a la Curia General de los Mercedarios hasta su traslado en 1965, mientras que entre 1932 y 1934 fue sede parroquial. En 1989, la Conferencia Episcopal Argentina asumió la gestión de la iglesia y la casa, dando por terminado el contrato con los mercedarios.

A partir de entonces, la casa empezó a recibir a sacerdotes diocesanos en formación permanente, lo que condujo a la creación formal del Colegio Sacerdotal en 2002, bajo la dirección del presbítero Antonio Cavallieri. Este Colegio Sacerdotal, dependiente de la Conferencia Episcopal Argentina, tiene como objetivo ofrecer formación académica a sacerdotes de diversas partes del mundo, especialmente en los estudios de licenciatura y doctorado, y ha formado a casi un centenar de presbíteros, de los cuales siete han sido nombrados obispos. El Colegio está regido por un rector y un vicerrector, designados por un periodo renovable de tres años, y su actividad está vinculada al Dicasterio para el Clero.

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