¡ Pobrecito Hombre, te complicas tanto, tanto,
tanto tu vida que es divina...!
Todos ya sabemos lo que nos pasa,
En lo más profundo de nuestro ser
No nos engañemos, ni a los demás lo hagamos.
¡Que para ser felices!
No necesitamos a ningún Maestro,
A ningún ídolo de muerte y pies de barro.
Somos hijos únicos del buen Padre Misericordioso
¡Que para ser felices!
Con poco nos basta
Con Dios y nada más
Con su Evangelio de los pequeñitos,
al lado del hermano Jesús
Cuando estamos en paz
Obramos bien y damos Paz
Porque oramos continuamente y estamos mas cerca del Padre
¡Si creyéramos en las palabras del Padre...!
En el Evangelio de su hijo,
Inmediatamente el Espíritu nos abrasaria-
por los cuatro costados haciéndonos suyos.
¡ Si viviéramos el Evangelio...!
Si de Verdad lo Viviéramos.
¡ Que poco para ser Felices!
Entregando toda nuestra libertad regalada.
Viviendo con las palmas de las manos desnudas del deseo
El corazón libre.
Con la Alegría del Tesoro del Reino.
¡Padre!
Creeré en tu oración que es tuya,
Para hacerla mía
Y asi todo se realice.
Tu me das la humildad para andar en verdad.
Quieres que sea sencillo como las alondras
Que vuelan muy alto en tus campos
A nada temen, nada pierden
Nada tienen
Salvo ser criaturas del Evangelio de la Vida.
Señor,
Te doy permiso para que arrases con tu fuego divino
mi libertad que tuya, solo tuya es.
Haz que crea que el Evangelio es posible, posible
Para Todos, para todos.
Para que creyendolo, ya lo vea
Y viéndolo se haga posible en tu fraternidad universal.
Jesus, Tú dijiste que amar es posible
Y si amamos, vivimos ya en Tú Evangelio,
Muchos lo han conseguido- Gracias a Jesús
y al buen Padre, y a la Madre María.
Muchos "locos" lo cumplen Con-tigo.
No te cansas de repetirlo
Es posible, es posible
Del Evangelio a la Vida
De la Vida al Evangelio.