Jesús, siempre escuchas mi Oración.

¡Cómo no vas a escuchar mi oración, si eres mi papá, mi Padre!
Y te agrada mucho cuando te invito que vengas a mi casa para que me hables de ti.
Y que contento te pones cuando acepto tu invitación para que hable de mí.
¡Cómo no vas a Oírme si eres  mis oídos y paciencia infinita! Si eres mi papá.
Si antes de que naciera me regalaste tu boca
y tus labios  para hablarte
y me diste tus oídos para escucharte
y tu mente para pensarte
y tu corazón para amarte

¡Como no vas a escucharme, si eres mi lengua que formaste y que sabe lo que voy a decir!
¡Si estás a mi lado!
en las alegrías, te alegras
en las tristezas te apenas
en mi cansancio te cansas
en mis dudas y sufrimiento
dudas y sufres
en mis pensamientos piensas!
en mis sentimientos sientes!
¡Qué son solo tuyos!

Día y Noche me escuchas.
Y en mis sueños estás tú
en el paseo por tus campos.
Acompañándome cuando viajo.
En el hermano necesitado

En el ruido no te oiré
Ni en la ira iracunda
Ni en los anuncios comerciales
Ni en los mítines políticos.

Te escucharé en la soledad sonora de la noche.
Y en la Alborada
Y en los 10 minutos de cada día en el silencio de mi habitación.

Te oiré en el  gran lienzo que pintas y retratas cada día de la primavera y del verano y del otoño y del invierno que me protege todos los días.

Estás,  entre los campos y los robles
y en la fresca hierba me recostarse y descansaré en ti.
Y en la pobre ermita que tanto te gusta.
En la pobre iglesia sin calefacción.

No es difícil escucharte
aunque a veces me moleste
solo basta el desearlo que me amas como Padre y eso me anima a estar contigo día y noche
Y así con confianza
dejarme llevar por lo que me
inspiras.