Ayer en la tarde te vi que llevabas a tu niño de la mano
en el camino de tu casa que lleva al huerto de tu marido José.
| Alfonso Olaz
❤ Madre nuestra, María
Ayer en la tarde te vi que llevabas a tu niño de la mano en el camino de tu casa que lleva al huerto de tu marido José.
Y allí cogiste unas verduras
El bueno de Jesús recogía un ramillete de flores y las hacía divinas. Para entregártelas con su sonrisa.
Tú le dabas tu mirada inmaculada De tus ojos virginales Y de tus labios le besabas
Luego os parabais en aquel pozo blanco Y le dabas de beber Los dos sentados, donde el rosal.
Y tú, madre, alzabas con tu divina mirada los ojos al cielo Y de la mano cogías a tu hijo Y en voz baja los dos juntos rezabais al Padre.
Madre mía, Te pido que cada día me reúna con vosotros donde el pozo blanco. Hazme este favor que te pido- que estoy seguro ya me lo has concedido Y así podamos estar los tres en compañía, En la compañía de mi verdadera familia, que es de origen divino Y hablar contigo y con tu hijo y con el padre.