| Alfonso Olaz
❤¡Morir como grano de trigo!
Viviendo como el buen peregrino.
Sin llevar nada, ni alforjas, ni bastón, ni sandalias.
Con el sombrero de paja del buen Pastor
Con la sonrisa y la alegría del Evangelio.
Que es cierta, y se renueva en la purificación de la noche oscura
Peregrino de la Confianza
Que confías en Jesús
Peregrino de la esperanza que amas a María.
Bendito peregrino que te has despojado de todo.
La alegría, tu compañera es
Que es cierta y no defrauda.
Entregaste tu voluntad de barro
Toda tu Voluntad.
Para ser voluntad de tu pastor
Y Entendimiento, para dejar de entender y dejando de ser oveja
ser sencilla paloma para volar
Y Memoria y Libertad
Para dejar tu ego y todo tu ser.
Y ser Memoria y Libertad de él.
¡Hermano peregrino!
Ya no temes a nada
Liberaste a tu sombra
Que atenazaba todo tu corazón.
De la nada, ya no esperas nada
Porque en la nada, nada hay
Ni del hombre, ni del mundo.
Eres libre como el buen Jesús.
Él así ya te ha hecho
Porque te has dejado hacer
Solo hacer su voluntad cada día
Es tu única ocupación.
De mis necesidades
El buen Padre me lo procura.
Como los altos árboles del bosque
Y las criaturas que lo habitan
Mi padre vela por ellos día y noche.
¡Hermano peregrino!
Encontraste la felicidad, siempre antigua y siempre nueva
Ya guardas su tesoro en tu corazón
Y lo compartes con todos los hermanos.
Y cuándo es necesario hablas de Jesús
Solo Jesús, Dios, Espíritu Santo
Y la madre de Jesús te acompaña
Y te protege hasta el final de tus
días.
Que así sea. ¡Morir como grano de trigo!