| Alfonso Olaz
¡Solo hay un camino que llega al pozo blanco...
Solo hay un camino cierto, sin sendas, ni atajos, ni sobresaltos de caminantes.
Donde las hermanas serpientes no atacan y solo alaban todo el día.
Donde los árboles huelen a brezo y azahar; limoneros, naranjos, nectarina.
Un lugar donde los pájaros no se cansan de volar, y alaban, alaban.
En el que El Cielo es azul, tan azul
como la sonrisa del hijo del hortelano
¡Un camino que conduce al pozo blanco...!
En el cual nadie se cansa al andar
Nadie es caminante, nadie, nadie, nadie.
Todos son peregrinos de la confianza, todos, todos.
Nadie se equivoca al llegar, nadie, nadie.
¡Y donde los que llegan descansan...!
Camino blanco y azul,
en la ruta hacia el Paraíso que llega al pozo blanco
El que se deja guiar llega al pozo blanco,
bebe de su agua y su sed cesa para siempre.
¡Descansa para siempre...!
De desbrozar y desandar infinidad de caminos
Y ya no soñará caminos pálidos,
sino que vivirá caminos de paz y bien.
Solo hay un camino que conduce al pozo blanco
Muchos se ponen en camino, muchos, muchos
Pero pocos, muy pocos, se dejan guiar.
Un lugar Donde el cielo es azul, muy azul, tan azul cómo Él.
Tan cercano está el cielo
¡Tan cercano está...!
Como la sonrisa de Jesús,
el hijo del hortelano que nos ha pedido
de nuestra agua para saciar su sed.
Hermano, Hermana "Dame de beber"