Muy cerca de tu corazón
En el mapa del amor
Frente a tu aldea llamada Alma
Junto a la casita del hortelano
Allí está...
Ser rostro del Maestro
Creer en Él y verle por haber creído
Al verle, pedirle de su misericordia
Y al recibirla por esta, ser compañía suya.
Y en su compañía ser ya su compañero y amigo.
¡Hay un lugar llamado Evangelio!
Dónde en lo cotidiano de cada día
se hace el milagro de lo imposible.
Amar como su hijo, reír como su espíritu.
Dónde el Amor nace en el pozo blanco, y el agua no se agota
y la sed del hombre es saciada.
Donde la humildad se viste de sencillez
como las azucenas y los lirios del campo
Dónde la sencillez es pura y cristalina
como los ríos del evangelio
Donde
la hermana muerte es una bendición
en el jardín del hortelano
recogiendo los más bellos esquejes de la Misericordia de Jesús.
Dónde la confianza se renueva constantemente
en la espiral del amor inacabado y su fraternidad universal.
Dónde el amado y la amada
se aman sin cesar y-
renuevan sus votos en la casa del hortelano
Dónde los amados y las amadas
se desposan en el jardín del Señor
Y beben y comen de sus uvas e higos, y esto les basta.
Venid todos al Jardín del Señor, Todos, todos...
A sus bodas de amores estáis invitados,
se tornan multitudes debajo de los parterres-
de los rosales del jardín blanco
Venid, venid todos al banquete del Señor,
en el día que no cesa de su fraternidad Universal.