El Congo es un desastre, pero me gusta a rabiar

(JCR)
La conexion a internet se interrumpe todo el tiempo, la impresora no funciona, se va la luz, cuando voy a hacer compras me eternizo en atascos en calles caoticas llenas de baches, a cada paso te piden sobornos (un petit sucre o kitu kidogo, una cosita, en suahili) y parece que a todos los policias de trafico les gusta mi coche porque me paran siempre. Bienvenidos a Goma, en la Republica Democratica del Congo, un pais que es un desastre pero que cada vez me gusta mas y me absorbe como si de una droga peligrosa se tratara.

Ya es mi cuarta vez en la provincia del Kivu Norte, la zona del pais que desde 1996 ha sido el epicentro de un conflicto que se ha cobrado mas de 4 millones de muertos y que actualmente vive un periodo de cierta calma, aunque parece que la gente tiene muchos miedos ante la proximidad de las elecciones el proximo mes de noviembre. La primera vez que visite este lugar, en noviembre de 2006, el actual presidente Joseph Kabila gano las elecciones gracias a la enorme popularidad de que gozaba en el Este del pais. Han pasado cinco anos y todo el mundo con quien hablo expresa una gran desilusion. Se especula sobre a que candidato apoya Estados Unidos (dicen que Kabila), quien goza de las simpatias de Francia (parece que el opositor Vital Kamerhe), por quien se inclina Ruanda – el poder que siempre ha agitado las aguas del conflicto congoleno- y que hara el ejercito en caso de que gane uno u otro.

Trabajo en una ONG mas bien modesta, por lo que aqui en Goma yo soy el unico empleado que en su habitacion-oficina hace las veces de coordinador del proyecto, logista, administrado-contable, responsable de los cursos de formacion, jefe de prensa y hasta de chofer. Trabajo de lunes a domingo manana, tarde y noche. No recibo dietas, y de mi sueldo ya les hablare otro dia. Pero no me quejo. Saben por que ?

Suelo empezar el dia rezando en la capilla de la comunidad de los Salesianos, donde vivo. Los hijos de Don Bosco son nuestro socio local y trabajar con ellos es un lujo, porque nuestro proyecto se dirige a ninos y jovenes de familias desplazadas y nadie como los Salesianos hace tanto por la infancia mas desfavorecida. Desayuno un cafe y poco mas, me lavo como los gatos con un barreno (aqui no hay agua corriente) y antes de las ocho salgo hacia Boscolac, el lugar del proyecto. Esta a 15 kilometros, pero a menudo llegar alli puede llevarme una hora debido al pesimo estado de la carretera y lo caotico de la circulacion, con carromatos, carretillas (llamadas « chukudu ») con muchachos subidos encima que bajan la cuesta abajo peligrosamente a toda velocidad, moto-taxis que tienen prioridad de todo y en todas partes, y coches millitares de Naciones Unidas. Los mas descuidados son los soldados del contingente indio, cuyos camiones se pueden parar en medio de la carretera mientras el conductor se baja dejando la puerta abierta sin ningun problema.

Hacer las compras es una aventura que requiere enormes dosis de paciencia. Te metes por las callejuelas donde estan las tiendas y nunca sabes si podras llegar a la puerta o si tendras que darte la vuelta, porque aqui cortan las calles sin avisar. Llegados al establecimiento pides lo que deseas comprar, generalmente sacos de harina, alubias y otros viveres y mientras regateas el precio con el dueno (mas frecuentemente con la duena, que suele ser una senora de generosas proporciones y potente voz) intentas bromear con ella medio en frances medio en suahili para que te haga una rebaja. Una vez pagados los articulos viene la parte mas dificil : conseguir que te hagan una factura medio decente que sea aceptada por los financiadores. En muchas ocasiones en la tienda no tienen facturas y tienen que recorrer las tiendas vecinas hasta conseguir a alguien que les deje su libro de recibos. No raramente escribir la factura puede llevar el doble de tiempo que el elegir los articulos y llevarlos al coche.

Y, por cierto, aqui en el Congo ir de compras te recuerda mucho a visitar capillas durante la Semana Santa. Son innumerables los establecimientos que tienen nombres como La Providencia Divina, el Amor de Jesus, la Sangre de Cristo o la Tierra Prometida.

Durante este mes estoy dedicado, sobre todo, a organizar cursos de formacion para distintos tipos de grupos : jovenes, mujeres, matrimonios, lideres locales, etc. Son sobre temas que van desde la resolucion desde los conflictos hasta los cuidados primarios de salud, la curacion de los traumas, el fortalecimiento de la sociedad civil o la igualdad de las mujeres y la lucha contra las violencias sexuales, es decir, todos ellos temas que tienen que ver con los problemas cotidianos de las personas desplazadas a causa del conflicto, familias que viven en situacion de pobreza extrema, con las que trabajamos.

La Republica Democratica del Congo es un desastre de pais, una sociedad que arrastra muchas decadas de miseria, guerras y explotacion. Cuando visitas un pais del que todos se han aprovechado de mala manera, se nota en muchos detalles.. Pero a mi cada dia me gusta mas. Y no me resulta dificil hacer la lista de las razones : porque cuando vas al mercado parece que estas entrando en una discoteca, porque cuando caminas por la calle sientes un calor humano que te lleva y que sientes mas que en otras partes, porque la gente es pobre como las ratas pero se rie con ganas, porque hasta las mujeres mas pobres cuando se adornan con telas de colores y un peinado que déjà la boca abierta estan mas elegantes que cualquier actriz de Hollywood, porque cuando vas a misa un domingo la oracion dura dos horas y te quedas con ganas de mas, porque cuando visitas a alguien nunca tienen prisa, porque hasta los policias de trafico que me paran cada dos por tres al final me sonrien y me dan la mano, porque me gusta el fufu con salsa de aceite de palma y no digamos la cerveza Primus, y porque mi suegra es del Congo.

Hace falta mas razones ? Para mi por lo menos no. Les deseo unas buenas vacaciones de verano, a quienes las tengan. Yo aqui estoy trabajando pero no echo en falta ninguna playa.
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