Zambia. Las buenas noticias de África no son noticia
(JCR)
No se molesten en buscar esta noticia en nuestros medios de comunicación españoles porque no la encontrarán ni con lupa: el pasado 21 de septiembre hubo elecciones presidenciales en Zambia. Hasta aquí
nada de particular, África tiene 54 países y en casi todos ellos se celebran comicios regularmente y raramente atraen nuestro interés informativo. Más nos llama la atención, por ejemplo, la reciente decisión del rey de Arabia Saudita de permitir que las mujeres voten en las elecciones municipales (las únicas que se celebren en este país) dentro de tres años. En realidad habría que decir que dentro de tres años las mujeres saudíes serán autorizadas a pedir permiso a sus maridos sobre quién votar, pero ese es otro tema.
El caso es que en Zambia se presentaron dos candidatos, y curiosamente ambos de la misma edad: 74 años y ambos ya rivales hace tres años. Ruphia Banda, elegido presidente en 2008 (tras la muerte del entonces presidente Levi Mwanamwasa) se enfrentó a su archirrival Michael Sata, quien con más moral que el Alcoyano se presentó por cuarta vez a unas presidenciales. A los dos días la comisión electoral declaró que Sata había ganado. Inmediatamente el todavía presidente Banda le llamó para felicitarle y le dijo que el pueblo de Zambia había hablado y había que hacerle caso. Al día siguiente el nuevo presidente juró su cargo y todos contentos. En África hay golpes de Estado, guerras y hambre. Pero también hay países que pueden dar lecciones de democracia y de crecimiento económico, y Zambia es uno de ellos, lástima que África no nos interese cuando hay noticias muy positivas y esperanzadoras.
Zambia, hay que añadir, es uno de los países africanos que observa estrictamente los límites a los mandatos presidenciales (dos periodos como máximo). Hace años el entonces presidente Frederick Chiluba intentó perpetuarse en el poder cambiando la Constitución, pero hubo de dar marcha atrás ante la oposición de toda la sociedad civil, particularmente de la Iglesia.
Zambia, uno de los principales productores de cobre del mundo, era uno de los países más ricos de África cuando alcanzó su independencia en 1964. Pero en apenas diez años pasó a ser uno de los más pobres debido a la caída espectacular de los precios de este mineral en los mercados internacionales, al aumento galopante de su deuda externa y –a finales de los años 80- a la paranoia de su “padre de la patria” Kenneth Kaunda”, famoso por sus discursos de varias horas en los que sacaba su pañuelo blanco y, entre lágrimas, anunciaba que se retiraba para a los pocos minutos cambiar de parecer y decir que se quedaba porque comprendía que el pueblo lee quería.
Cuando la gente –harta de la palabrería de Kaunda y hambrienta de un maíz cuyos precios aumentaban cada día- le dijeron que ya estaba bien se portó con dignidad, renunció a su cargo y facilitó el regreso de la democracia multipartidista. Desde entonces el país ha ganado en maneras democráticas y también en crecimiento económico: más de un 6% durante los últimos años, convirtiéndolo en una de las economías mundiales que crecen con más rapidez. El gran desafío del nuevo presidente será asegurarse de que estos beneficios económicos lleguen a toda la población, la mitad de la cual vive con menos de dos dólares al día, y también mejorar las condiciones laborales de los trabajadores en las empresas extranjeras, particularmente las chinas, algo que ha repetido por activa y por pasiva en su campaña electoral.
Aprovecho la ocasión para decirles que la ONG donde trabajo, Red Deporte y Cooperación (www.redeporte) trabaja en Zambia desde 1997, concretamente en la Ciudad de la Esperanza, una institución educativa de las hermanas Salesianas en Lusaka que acoge a niñas de la calle. Ellas son parte de los “efectos colaterales” del crecimiento económico de Zambia, a donde llegan muchos trabajadores de otros países vecinos atraídos por la posibilidad de conseguir un puesto de trabajo, y cuando se marchan dejan a menudo hijos nacidos de relaciones con mujeres zambianas de los que no quieren saber nada. Queremos equipar un aula informática que complemente la educación que estas chicas reciben allí. Si quieren apoyar esta iniciativa les sugiero una manera muy fácil de hacerlo: la empresa de ordenadores Lenovo ha lanzado un concurso titulado “Héroe en 10 segundos” por el que premiarán al mejor vídeo que presente un proyecto de ayuda a los más necesitados. El de Red Deporte ha sido seleccionado como finalista. Entrando en este link http://lenovo.promo.eprize.com/hero/ y pinchando en la bandera de España se puede ver el vídeo, que dura dos minutos, y cota por él con un simple click. Se puede votar todos los días, hasta el 6 de octubre. Les agradeceré si nos echan una mano para poder ayudar a estas niñas.
No se molesten en buscar esta noticia en nuestros medios de comunicación españoles porque no la encontrarán ni con lupa: el pasado 21 de septiembre hubo elecciones presidenciales en Zambia. Hasta aquí
El caso es que en Zambia se presentaron dos candidatos, y curiosamente ambos de la misma edad: 74 años y ambos ya rivales hace tres años. Ruphia Banda, elegido presidente en 2008 (tras la muerte del entonces presidente Levi Mwanamwasa) se enfrentó a su archirrival Michael Sata, quien con más moral que el Alcoyano se presentó por cuarta vez a unas presidenciales. A los dos días la comisión electoral declaró que Sata había ganado. Inmediatamente el todavía presidente Banda le llamó para felicitarle y le dijo que el pueblo de Zambia había hablado y había que hacerle caso. Al día siguiente el nuevo presidente juró su cargo y todos contentos. En África hay golpes de Estado, guerras y hambre. Pero también hay países que pueden dar lecciones de democracia y de crecimiento económico, y Zambia es uno de ellos, lástima que África no nos interese cuando hay noticias muy positivas y esperanzadoras.
Zambia, hay que añadir, es uno de los países africanos que observa estrictamente los límites a los mandatos presidenciales (dos periodos como máximo). Hace años el entonces presidente Frederick Chiluba intentó perpetuarse en el poder cambiando la Constitución, pero hubo de dar marcha atrás ante la oposición de toda la sociedad civil, particularmente de la Iglesia.
Zambia, uno de los principales productores de cobre del mundo, era uno de los países más ricos de África cuando alcanzó su independencia en 1964. Pero en apenas diez años pasó a ser uno de los más pobres debido a la caída espectacular de los precios de este mineral en los mercados internacionales, al aumento galopante de su deuda externa y –a finales de los años 80- a la paranoia de su “padre de la patria” Kenneth Kaunda”, famoso por sus discursos de varias horas en los que sacaba su pañuelo blanco y, entre lágrimas, anunciaba que se retiraba para a los pocos minutos cambiar de parecer y decir que se quedaba porque comprendía que el pueblo lee quería.
Cuando la gente –harta de la palabrería de Kaunda y hambrienta de un maíz cuyos precios aumentaban cada día- le dijeron que ya estaba bien se portó con dignidad, renunció a su cargo y facilitó el regreso de la democracia multipartidista. Desde entonces el país ha ganado en maneras democráticas y también en crecimiento económico: más de un 6% durante los últimos años, convirtiéndolo en una de las economías mundiales que crecen con más rapidez. El gran desafío del nuevo presidente será asegurarse de que estos beneficios económicos lleguen a toda la población, la mitad de la cual vive con menos de dos dólares al día, y también mejorar las condiciones laborales de los trabajadores en las empresas extranjeras, particularmente las chinas, algo que ha repetido por activa y por pasiva en su campaña electoral.
Aprovecho la ocasión para decirles que la ONG donde trabajo, Red Deporte y Cooperación (www.redeporte) trabaja en Zambia desde 1997, concretamente en la Ciudad de la Esperanza, una institución educativa de las hermanas Salesianas en Lusaka que acoge a niñas de la calle. Ellas son parte de los “efectos colaterales” del crecimiento económico de Zambia, a donde llegan muchos trabajadores de otros países vecinos atraídos por la posibilidad de conseguir un puesto de trabajo, y cuando se marchan dejan a menudo hijos nacidos de relaciones con mujeres zambianas de los que no quieren saber nada. Queremos equipar un aula informática que complemente la educación que estas chicas reciben allí. Si quieren apoyar esta iniciativa les sugiero una manera muy fácil de hacerlo: la empresa de ordenadores Lenovo ha lanzado un concurso titulado “Héroe en 10 segundos” por el que premiarán al mejor vídeo que presente un proyecto de ayuda a los más necesitados. El de Red Deporte ha sido seleccionado como finalista. Entrando en este link http://lenovo.promo.eprize.com/hero/ y pinchando en la bandera de España se puede ver el vídeo, que dura dos minutos, y cota por él con un simple click. Se puede votar todos los días, hasta el 6 de octubre. Les agradeceré si nos echan una mano para poder ayudar a estas niñas.