XXIII SÁBADO DEL TIEMPO ORDINARIO/CICLO B/24-11-018
XXIII SÁBADO DEL TIEMPO ORDINARIO/CICLO B/24-11-018
EVANGELIO DEL DÍA: Lc 20,27-40.
En aquel tiempo, se acercaron algunos saduceos, los que dicen que no hay resurrección, y preguntaron a Jesús:
«Maestro, Moisés nos dejó escrito: “Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero sin hijos, que tome la mujer como esposa y dé descendencia a su hermano». Pues bien, había siete hermanos; el primero se casó y murió sin hijos. El segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete, y murieron todos sin dejar hijos. Por último, también murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete la tuvieron como mujer».
Jesús les dijo:
«En este mundo los hombres se casan y las mujeres toman esposo, pero los que sean juzgados dignos de tomar parte en el mundo futuro y en la resurrección de entre los muertos no se casarán ni ellas serán dadas en matrimonio. Pues ya no pueden morir, ya que son como ángeles; y son hijos de Dios, porque son hijos de la resurrección.
Y que los muertos resucitan, lo indicó el mismo Moisés en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor: “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob”. No es Dios de muertos, sino de vivos: porque para él todos están vivos».
Intervinieron unos escribas:
«Bien dicho, Maestro».
Y ya no se atrevían a hacerle más preguntas.
COMENTARIO:
Celebramos el Sábado de la Trigésima Tercera Semana del Tiempo Ordinario . La exigencia evangélica a vivir la humildad brota en toda su extensión como una urgencia en el seguimiento del discípulo de Cristo. Y la humildad es vivir en verdad.
En el Evangelio de este Sábado de la Trigésima Tercera Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Lucas (Lc 20,27-40).
Unos saduceos, que niegan la resurrección, se acercan a Jesús e intentan ridiculizarlo presentándole un caso insólito: una mujer se casó a lo largo de su vida con siete hermanos y murió sin descendencia. ¿Cuándo llegue la resurrección, de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete han estado casados con ella".
Jesús responde con algunos textos de la Sagrada Escritura, afirmando que la resurrección no es la simple continuación de esta vida, sino una diversa, plena: "... los que sean dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán. ..., son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección...
Pidamos a Dios que nos conceda crecer en la esperanza en la vida eterna para que vivamos cada momento como una oportunidad para transformar este mundo conforme a su proyecto de salvación. Amén.
www.marinaveracruz.net
EVANGELIO DEL DÍA: Lc 20,27-40.
En aquel tiempo, se acercaron algunos saduceos, los que dicen que no hay resurrección, y preguntaron a Jesús:
«Maestro, Moisés nos dejó escrito: “Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero sin hijos, que tome la mujer como esposa y dé descendencia a su hermano». Pues bien, había siete hermanos; el primero se casó y murió sin hijos. El segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete, y murieron todos sin dejar hijos. Por último, también murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete la tuvieron como mujer».
Jesús les dijo:
«En este mundo los hombres se casan y las mujeres toman esposo, pero los que sean juzgados dignos de tomar parte en el mundo futuro y en la resurrección de entre los muertos no se casarán ni ellas serán dadas en matrimonio. Pues ya no pueden morir, ya que son como ángeles; y son hijos de Dios, porque son hijos de la resurrección.
Y que los muertos resucitan, lo indicó el mismo Moisés en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor: “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob”. No es Dios de muertos, sino de vivos: porque para él todos están vivos».
Intervinieron unos escribas:
«Bien dicho, Maestro».
Y ya no se atrevían a hacerle más preguntas.
COMENTARIO:
Celebramos el Sábado de la Trigésima Tercera Semana del Tiempo Ordinario . La exigencia evangélica a vivir la humildad brota en toda su extensión como una urgencia en el seguimiento del discípulo de Cristo. Y la humildad es vivir en verdad.
En el Evangelio de este Sábado de la Trigésima Tercera Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Lucas (Lc 20,27-40).
Unos saduceos, que niegan la resurrección, se acercan a Jesús e intentan ridiculizarlo presentándole un caso insólito: una mujer se casó a lo largo de su vida con siete hermanos y murió sin descendencia. ¿Cuándo llegue la resurrección, de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete han estado casados con ella".
Jesús responde con algunos textos de la Sagrada Escritura, afirmando que la resurrección no es la simple continuación de esta vida, sino una diversa, plena: "... los que sean dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán. ..., son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección...
Pidamos a Dios que nos conceda crecer en la esperanza en la vida eterna para que vivamos cada momento como una oportunidad para transformar este mundo conforme a su proyecto de salvación. Amén.
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