Azaña y la Biblia en España


La editorial Trifolium rescata de la edición mexicana de las Obras Completas del político republicano Manuel Azaña, su estudio sobre “Jorge Borrow y La Biblia en España”. Este famoso libro de viajes del siglo XIX nos cuenta la apasionante historia de “Aventuras y prisiones de un inglés en su intento de difundir las Escrituras por la Península Ibérica”.

Borrow es un excéntrico personaje, que llegó a ser conocido en Madrid como Don Jorgito el Inglés. Este quijotesco viajero recorrió nuestro país en medio de guerras civiles, con su libro más querido, la Biblia. Con él había ido hasta Rusia, tras su conversión del ateísmo, por una fe que le convierte en agente de la Sociedad Bíblica protestante en la católica España.



El relato de sus peripecias, lo publicó en inglés en tres tomos, en 1842. En menos de un año agotó siete ediciones con cerca de veinte mil ejemplares. Fue traducida al alemán, el francés y el ruso, pero a España no llegó hasta 1921. La primera traducción de estas memorias, la hizo el futuro presidente de la Segunda República, Manuel Azaña.

EDICIÓN RECUPERADA



Se lamentaba Azaña que hubiera tardado ochenta años en publicarse este libro en España. Lo que él no sabía es que tardaría medio siglo más en volverse a reeditar su traducción, debido a la intolerancia que siguió sufriendo nuestro país, por parte de una religión que siempre ha visto la Escritura con sospecha.

La difusión de la Biblia sola, llegó a estar prohibida por el Papa Pío IX en 1864. Su condena incluía desde las actividades comunistas, hasta las de las Sociedades Bíblicas. Para Borrow, sin embargo, esta Palabra fue la que le dio nueva vida.

EL EXCÉNTRICO BORROW
Azaña describe a Borrow como un niño triste, fascinado por los gitanos. Su padre era un capitán que luchó en las guerras napoleónicas. Un amigo le había aconsejado la abogacía como “la mejor carrera para quienes no piensan ejercer ninguna”. Así vive en Norwich, este ateo, sentimental y prodigioso políglota, hasta que decide a la muerte de su padre, ir a Londres, donde comienza una vida de traductor.



Borrow vive una dramática conversión, tras una profunda depresión. A partir de entonces, según Azaña, “Borrow profesó un protestantismo tan fanático como el ateísmo que abandonaba”. Hace que la Sociedad Bíblica le envíe a Rusia para imprimir el Nuevo Testamento en el idioma de Manchuria.

Acababa de volver y ya estaba proyectando un viaje a China, cuando Don Jorgito emprende la arriesgada aventura de intentar publicar en España una Biblia sin notas. Lo logrará, pero por ello, tendrá que ir a prisión. La edición que hizo en Madrid, fue secuestrada.



JABÓN PARA LIMPIAR ALMAS
El libro que cuenta esta historia, lo publicó en Londres en 1842. Seis ediciones se agotaron ese mismo año en Inglaterra y dos en Estados Unidos. Un autor tan viajero como Julio Llamazares, cree que Borrow es “el escritor inglés que más hondo y detenido recorrió los caminos españoles a lo largo del siglo XIX”.



Don Jorgito era más que un simple aventurero. Tenía una misión que cumplir. Por eso se muestra maravillado, al ver que “una edición copiosa del Nuevo Testamento se había casi agotado en el centro mismo de España, a despecho de la oposición y del clamor furibundo de un clero bárbaro y de las ordenes de un Gobierno falaz”.

Borrow creía que así “germinaba el espíritu de examen en materia religiosa, que tarde o temprano llevaría, esperaba fervientemente, abundantísimos frutos de bendición”. Estas palabras traducidas por Azaña, no sólo faltaban de su traducción, sino que parecen no haber sido cumplidas todavía hoy…

Como aquella mujer que paró por el camino a Borrow, para preguntarle: “¡tío!, ¿qué lleva usted en el borrico?, ¿es jabón?”. Nosotros debemos contestar aún: “¡sí!, ¡jabón para limpiar las almas!”

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