En este año jubilar estamos nuevamente llamados a ser místicos Silencio, Palabra y Solidaridad, ejes para una existencia Mística
El silencio es una dimensión profunda del ser humano; es la dimensión de la que emergen todas las realidades; en la que está mi propia cuna
La palabra es una realidad que ha de emerger del Silencio… es el sacrificio del silencio; es decir, en la palabra se manifiesta sagradamente el silencio
Y la solidaridad es una realidad mucho más amplia de lo que nosotros estamos acostumbrados a escuchar. La solidaridad va mucho más allá de aquello cuando yo comparto con otro, o le haga partícipe de mis bienes. La solidaridad pone en evidencia cómo todas las realidades están unidas
En este año jubilar estamos llamados a ser místicos: silencio, palabra y solidaridad, van a identificarnos. Desde ahora les anuncio que en 2025 vamos en plan de Misión. S.A.L.M.O.S. sale a misión
Y la solidaridad es una realidad mucho más amplia de lo que nosotros estamos acostumbrados a escuchar. La solidaridad va mucho más allá de aquello cuando yo comparto con otro, o le haga partícipe de mis bienes. La solidaridad pone en evidencia cómo todas las realidades están unidas
En este año jubilar estamos llamados a ser místicos: silencio, palabra y solidaridad, van a identificarnos. Desde ahora les anuncio que en 2025 vamos en plan de Misión. S.A.L.M.O.S. sale a misión
Silencio, palabra y solidaridad son los rasgos de una vida Mística. El silencio no es algo que yo hago simplemente con cerrar mis labios. El silencio es una dimensión profunda del ser humano; es la dimensión de la que emergen todas las realidades; en la que está mi propia cuna.
La palabra es una realidad que ha de emerger del Silencio. La palabra en una persona que camina a la experiencia plena de la vida (mística), no consiste en ejercitar sus cuerdas bucales, pronunciar sonidos y decir ideas. La palabra emerge del silencio porque la palabra es el sacrificio del silencio; es decir, en la palabra se manifiesta sagradamente el silencio.
Y la solidaridad es una realidad mucho más amplia de lo que nosotros estamos acostumbrados a escuchar. La solidaridad va mucho más allá de aquello cuando yo comparto con otro, o le haga partícipe de mis bienes. La solidaridad pone en evidencia cómo todas las realidades están unidas. Y entonces permitimos que lo que es de todos beneficie a todos; el pan que yo tengo no es “mi pan” es “el pan de todos”, y yo lo comparto porque descubro que es de todos. Yo me beneficio de él, pero otros también se han de beneficiar porque es el pan de todos. Entonces descubro que la solidaridad es mantener la solidez de la unidad entre todos: yo comparto porque no es mío. En el fondo, lo que sucede es que yo permito que todo sea de todos.
Para quienes vienen siguiendo esta meditaciones desde hace varios años, se han podido dar cuenta de que he guardado silencio a lo largo de este primer mes del año jubilar 2025;y no he enviado ninguna meditación con el propósito de guardar un silencio Porque es necesario que todos ustedes también descubran que el silencio es importante. ¿Qué hizo cuando descubrió que no encontraba una meditación en el canal que tiene .S.A.L.M.O.S.? ¿fue rápido a buscar otra? ¿a leer algo? ¿a que alguien le dijera algo? ¿tenía que escucharla? ¿o tomó ese tiempo para guardar silencio? Me hubiera gustado saber que hizo esto último; que no llenó ese espacio de palabras, de lecturas, de acciones: rellenar.
A este salón lo llamamos en nuestra Escuela “el coro”. Es el lugar donde nos sentamos a hacer nuestras prácticas de silencio, meditación y contemplación. Puede parecer vacío yo preferiría que se descubriera que ustedes están aquí, porque este lugar es para ustedes, para volver al silencio, para el recogimiento, para entrar en esa tercera profunda dimensión, en donde la idea de yo desaparece. Desaparece ese pequeño yo. Me hago uno con el misterio divino, -que siempre está en silencio-. La Verdad emerge de allí cuando vuelvo nuevamente a mi cotidianidad, y se pronuncian palabras; pero son palabras que han emergido del Silencio; las palabras de los místicos, es decir, las palabras de aquellos que tienen esa experiencia plena de la Vida (Vida con mayúscula); es la Vida divina, que no se limita a la vida biológica, como la de las plantas.
La Palabra de vida solo emerge del Silencio, de la dimensión profunda. El Verbo, “la Palabra, se hizo carne”. ¿Y de dónde salió el Verbo? Dice el Evangelio que “en el principio el Verbo estaba con Dios, que el Verbo era Dios”; En ese sentido, descubrimos que la Palabra ha emergido del Silencio del Padre, del Silencio del Misterio. Y entonces descubrimos que la palabra no es un sonido o un texto escrito. ¿Que se puede manifestar en un sonido? Sí. ¿Que se puede manifestar en un texto escrito? Sí. Pero, ante todo, la Palabra es una presencia plena y personal. La Palabra se hace carne “y se quedó habitando entre nosotros”. En mí, en cada uno de nosotros; y gracias a esa relación Palabra-Silencio, al misterio lo descubro como silencio divino y palabra divina: son dos rostros del mismo misterio.
No me puedo quedar solo con el silencio contemplativo o solo con las palabras profundas; descubro que hay un camino para que toda la realidad se integre y se unifique: es larealidad solidaria. “Solidario” viene de ‘sólidus’ = sólido. Si yo soy solidario con alguien, es porque lo integro a la solidez de mi realidad; emergida de la divinidad, y que por tanto, no es una realidad egoísta, -mía-, sino una realidad de la divinidad, que se manifiesta en mí. Entonces, hago un acto solidario para seguir integrando a esta existencia todas las realidades; cuido las plantas, soy solidario, integro la creación, la flora y la fauna, las integro a la realidad de la que yo mismo emergí; porque yo soy uno con todos.
Yo no soy un individuo, yo soy una comunidad y en un acto solidario, en un abrazo, en una palabra de amor, en un acto de beneficio, estoy integrando volviendo a la solidez de nuestra unidad. El camino de la mística tiene estos tres polos: el silencio, la palabra y la solidaridad. Todas se unen en un profundo amor. El silencio contemplativo es una experiencia profundamente amorosa; la palabra verdadera siempre es una palabra de amor. Cuando, tristemente, hablamos por hablar, perdemos el amor, y se lleva el viento todo lo que dijimos. Pero una palabra profunda siempre permanece, es una palabra de Vida eterna, es amorosa. Y la solidaridad solo es solidaridad si hay amor, buscando la unidad de todos. No es solo acciones, de dar por dar. Dando me doy, en lo que comparto; también soy capaz de recibir para integrarme a la unidad con los otros; cuando también sé recibir afecto, bienes, tiempos compartidos, estoy siendo solidario.
En este año jubilar estamos llamados a ser místicos: silencio, palabra y solidaridad, van a identificarnos. Desde ahora les anuncio que en 2025 vamos en plan de Misión. .S.A.L.M.O.S. sale a misión. Participarán en ella aquellos meditadores y contemplativos que han entendido que no se trata solo de escuchar un video, y hacer la sentada, solos en su casa; se trata de ser personas del Misterio silente, de la palabra manifiesta, como Misterio y de la solidaridad en la que compartimos el Misterio que hemos contemplado. Lo haremos en espacios en donde todos podríamos participar. ¿Se va a hacer partícipe usted?
Los místicos tienen estos ejes. Silencio, palabra, solidaridad.
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