"No hay trampas saduceas, ni anticlericalismo. Dejen la pasividad, dejen la obstrucción, dejen las excusas" Infancia Robada ve con "ilusión y esperanza" la posible comisión de investigación de los abusos a menores en la Iglesia

Asociación Infancia Robada ANIR comparece ante los medios a fin de agradecer a todas las víctimas y supervivientes su talante, paciencia y reflexión de estos días, con independencia del ámbito en donde se perpetraron los delitos de pederastia y pedirles calma y prudencia ante los acontecimientos que se están produciendo estos días en España a nivel gubernamental, parlamentario, judicial y eclesiástico.

Siempre hemos defendido el hecho objetivo e innegable de que es gracias a la labor de reivindicación y visibilidad que durante años están llevando a cabo algunas víctimas en coordinación con los medios de comunicación, por lo que hemos llegado a un presente de ilusión y esperanza.

Sabemos que el camino no es, ni ha sido fácil, que tenemos que seguir adelante y que nadie dijo que iba a ser de otro modo. Los cambios y las reformas sociales necesitan clarividencia, moderación, consenso y debate y más allá de ser conocedores del drama, a veces tragedia, que supone ser negado, ninguneado, silenciado, humillado o minimizado por parte de la jerarquía eclesiástica española, y a veces por parte de la sociedad y los poderes públicos, y del hartazgo que supone caminar en solitario reivindicando derechos inherentes a la condición de víctima sin que haya una respuesta eficiente y efectiva al respecto, hemos llegado a un momento importante, a una luz de esperanza para que verdad, justicia, reparación y acompañamiento triunfen.

Queremos mostrar nuestra firme repulsa ante las palabras difundidas en los medios por Monseñor Argüello, en donde para completar aquella soflama de "no seremos pro activos en la investigación de los delitos¨, añade hoy eso de la trampa saducea.

Dejen de hablar, actúen, y háganlo siempre respetando a las víctimas, poniendo en primer plano el interés superior de ellas, cosa que ni siquiera se esfuerzan en hacer.

Esta asociación lleva años comprobando cómo es una parte de la jerarquía eclesiástica quien comete trampas saduceas, en un juego que ya calificamos como de trileros, usando la propia victimización para dar a entender que las víctimas quieren terminar con la iglesia mediante acciones anticlericales, que en realidad solo existen en sus mentes, encubriendo la culpabilidad de sacerdotes y religiosos, no solo desde la jerarquía oficial, en donde se incluyen algunos obispos negacionistas, sino desde congregaciones y prelatura.

No hay trampas saduceas ni en los medios, ni en el Gobierno de España, ni en las Cortes Generales, ni por supuesto en los colectivos y asociaciones de víctimas. En trampas y distorsiones de la realidad no son ellos precisamente inocentes. Exigimos no ya investigaciones desde la iglesia, sino antes bien compromiso en la investigación con el formato que se elija por consenso político.

Creemos llegado el momento de que la iglesia depure sus responsabilidades, arme la estructura precisa para reparar y acompañar a sus víctimas, denuncie a sus victimarios en la justicia ordinaria, abra sus archivos y colabore con la Fiscalía General del Estado aportando toda la información necesaria.

De que la iglesia actúe con transparencia y a través de profesionales independientes empiece a poner fin a tanto dolor, tantas infancias y adolescencias robadas, tanta vida destrozada y honre como debe hacerlo a los menores de edad, algunos ya adultos, que fueron abusados y agredidos sexualmente por religiosos y sacerdotes.

Se han quedado solos, es la única conferencia episcopal del mundo cristiano que ha mostrado resistencia a actuar de motu propio, y ello supone un ataque ya insoportable a los derechos de la infancia, a los derechos humanos y por supuesto al espíritu del interés superior de la infancia. No hay trampas saduceas, ni anticlericalismo. Dejen la pasividad, dejen la obstrucción, dejen las excusas. Lo que hay es la necesidad inmediata y urgente de velar por ellos y ellas, de hacer justicia de una vez. No se engañen : De Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra ( Gálatas, 6:7)