Obispado y Diputación pueden encontrar un “lenguaje común” El Vicario General y la Diputada de Cultura podrían llegar a reunirse para establecer un marco que facilite el uso de los templos para fines culturales
La Diputación defiende el potencial que el patrimonio religioso tiene para darlo a conocer y el hermoso marco que resulta idóneo para acompañar expresiones artísticas musicales, teatrales y cinematográficas
El Obispado defiende a quienes acogiéndose al derecho canónico pueden decidir sobre el destino del templo que les ha sido confiado y que consideran que el culto y la liturgia están por encima de cualquier interés artístico hasta el punto de no mover la agenda pastoral un milímetro por cuestiones culturales
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
Una vez más el Diario El Correo ha encontrado “leña que echar al fuego”, aunque lo que quizá ha provocado, sin querer, es el principio de la solución.
El Vicario General de Vitoria, Carlos García Llata y la Diputada de Cultura, Ana del Val, podrían llegar a programar una reunión con la que encauzar y acallar el “rifirrafe” que la prensa ha magnificado.
Ambas instituciones tienen sus motivos para actuar y el problema, desde hace un tiempo, es que el Derecho Canónico confiere unas facultades que en el mundo secular son difíciles de entender, y el primero que está obligado a cumplirlas es el propio obispado.
Pero todo se puede solucionar con diálogo y entendimiento y esa es la postura que tanto el Obispado como la Diputación están dispuestas a adoptar.
La Diputación defiende el potencial que el patrimonio religioso tiene para darlo a conocer y el hermoso marco que resulta idóneo para acompañar expresiones artísticas musicales, teatrales y cinematográficas.
El Obispado defiende a quienes acogiéndose al derecho canónico pueden decidir sobre el destino del templo que les ha sido confiado y que consideran que el culto y la liturgia están por encima de cualquier interés artístico hasta el punto de no mover la agenda pastoral un milímetro por cuestiones culturales.
Ahora bien también es cierto que, y eso la prensa no lo recoge, en algunas ocasiones las pegas presentadas estaban más que justificadas como por ejemplo las obras de acondicionamiento del suelo que se hizo en San Pedro que obligó a ofrecer la Catedral Nueva como alternativa a los organizadores del Umbra Light, oferta que por cierto fue muy bien acogida según nos confirman fuentes del obispado.
La Semana de Música Antigua se celebró como queda registrado en el programa en varios espacios religiosos cedidos al efecto. De hecho en la última edición solo encontraron el veto en el Santuario de Estíbaliz, pero en otras iglesias todo fueron facilidades.
Al Obispado le consta que, aunque no lo parezca por las noticias que se están dando, estamos ante uno de los momentos de mayor apertura a la cultura en la historia de la Diócesis. No obstante son varias las películas que han podido tener como escenario natural templos en uso.
Por lo tanto y por poner las cosas en su sitio el problema no reside exactamente entre el Obispado y la Diputación, ni siquiera entre el Vicario General y la Diputada de Cultura, cada uno defiende su parcela y lo hace desde el marco que le corresponde. El problema es que falta un marco común, acordado y que ambos puedan hacer cumplir a quienes les corresponde, que a veces es donde está el problema.
Los artistas solo ven en las iglesias un escenario, y algunos curas solo la casa de Dios.
Y también hay que saber que algunas peticiones son inviables, recientemente solicitaron la iglesia de un pueblo para hacer una representación de brujas y vampiros que incluía un altar al demonio. Pues hombre creo que a cualquiera con dos dedos de frente le tiene que resultar lógico que el cura encargado de ese templo diga, NO.
Pero seamos sensatos. Unos y otros. Los artistas tendrán que entender que lo mismo que hay un espíritu artístico que no todo el mundo capta ni entiende, hay un significado religioso de los espacios que condiciona la visión de las cosas de otras personas; y por el otro lado, como iglesia quizá tengamos que pensar que una alternativa de evangelización de primer anuncio pase por abrir las puertas de la casa de Dios a la cultura y decidir si seguimos celebrando con templos medio vacíos o festejamos las maravillas de Dios en los dones artísticos de muchos hermanos que logran llenar los templos.
Recuerdo que hace dos años le preguntaba a Monseñor Iceta si veríamos una misa cantada en RAP, y dijo que “¿por qué no?”.
Ojalá pronto encuentren las partes ese espacio común donde unos vean aprovechada las inversiones del dinero de todos y otros que llenar las iglesias con cultura también puede ser evangelizar.