"Hay algún gobernante que el principal enemigo que tiene son sus propias palabras" Jesús Sanz arremete contra Pedro Sánchez: "Estamos ante alguien que no tiene conciencia ni firmeza"
El arzobispo de Oviedo dice, en entrevista en El Correo, que la educación católica está ofreciendo un servicio a quienes no quieren "que no sea el Estado el que esté manipulando, totalitariamente, dictatorialmente, la educación de tus hijos, imponiéndoles lo que tú para los tuyos no quieres"
Critica al nuevo gobierno y la reciente gestión de la exhumación de Franco, al tiempo que califica de "frivolidad" la defensa del derecho a abortar y de la eutanasia
"No queramos reescribir la historia ganando la guerra a un muerto"
"Si la Iglesia se retira de la educación, el país se vendría abajo"
"Se falsea el tgema de los abusos, cuando se habla como si fuera un delito solo de sacerdotes"
"No queramos reescribir la historia ganando la guerra a un muerto"
"Si la Iglesia se retira de la educación, el país se vendría abajo"
"Se falsea el tgema de los abusos, cuando se habla como si fuera un delito solo de sacerdotes"
"Se falsea el tgema de los abusos, cuando se habla como si fuera un delito solo de sacerdotes"
Jesús Sanz Montes, arzobispo de Oviedo, va a cumplir diez años al frente de la Iglesia asturiana. De "espaldas anchas" figuradamente hablando, como se define, y de una firmeza de palabra que a veces resulta poco humilde para un franciscano como él (cuadra mejor con sus títulos, como el de responsable de la Comisión de Cultura de la Conferencia Episcopal Europea), ha sido entrevistado en El Comercio para hacer balance de su tarea en el arzobispado y tocar, de paso, algunos de los temas más polémicos en los que el religioso madrileño se ha posicionado.
Satisfecho con el crecimiento de las vocaciones
Empezando por lo local, El Correo le pregunta por su trabajo en la diócesis asturiana. "Asturias es una tierra enormemente bella; es una tierra de una historia que vale la pena conocer y, finalmente, la nobleza de la gente", responde Sanz Montes, añadiendo que considera haber salido airoso del problema de las vocaciones, que han crecido desde su nombramiento.
"No siempre el movimiento de sacerdotes es bienvenido", añade, en referencia a las actitudes que se generan en las pequeñas parroquias: "Ni el cura es propiedad de la parroquia ni el cura es dueño de la misma".
Soltando alguna evasiva cuando toca reconocer que las iglesias se vacían de fieles ("Es complicado en un mundo que se ha hecho materialista"), sin embargo habla sin tapujos cuando quiere poner el foco en el cuidado de lo confesional en una España secularizada: "Si eres político de un pueblo que además de tener unos colores deportivos y musicales y una matriz cultural, también tiene una vivencia religiosa, tú, por respeto a ese pueblo, puedes participar en algunas citas representativas", opina.
Un gobierno de "amenazas" y un presidente "sin conciencia ni firmeza"
Monseñor Montes se pone un poco sarcástico cuando le preguntan por el nuevo gobierno progresista. "Solo sabemos algunos ademanes, alguna amenazas, algún brindis no sé si al sol naciente o al sol que se pone, pero no cómo va a resultar", responde. Y después critica a su presidente, Pedro Sánchez, pero sin atreverse a explicitar su nombre, por más que El Correo insiste. "Estamos ante alguien que no tiene conciencia ni firmeza", sentencia el doctor en Teología. "Hay algún gobernante que el principal enemigo que tiene y el que más le va a poner colorado son sus propias palabras", afirma.
Una Iglesia que no ha tardado en reaccionar frente a los abusos
Para el prelado, a pesar de que muchos delitos hayan prescrito por culpa de largos años de impunidad y encubrimientos, la Iglesia no ha tardado en reaccionar frente a los abusos sexuales del clero a menores. "Creo que no", responde. "Tenemos un protocolo, una oficina para poder atender y acompañar cualquier situación de esa índole. Quisiera que esa misma seriedad y contundencia se viera en cualquier otro colectivo que también tiene entre sus filas estadísticas terribles", termina, trasladando la dirección del dedo a un lugar que no sea el suyo.
Como ha hecho en repetidas ocasiones la jerarquía eclesiáctica, Jesús Sanz se entretiene haciendo análisis de la injusticia de que el clero se haya ganado fama de abusador, "como si este horrible pecado e imperdonable delito fuera un pecado y un delito cometido únicamente por cristianos en general y sacerdotes en particular, cuando representamos una cifra ridícula".
"Si la Iglesia se retira de la educación, el país se vendría abajo"
El obispo, que "a los 20 años cambió a su novia y su trabajo en banca por la vida consagrada", como escribe El Correo, defiende el derecho de la Iglesia Católica a seguir educando en colegios. "Nosotros queremos volcar también una manera de ver la realidad y de auscultar la historia, que es el modo de visión de los cristianos", dice, considerándose el abogado de las familias que no quieren "que no sea el Estado el que esté manipulando, totalitariamente, dictatorialmente, la educación de tus hijos, imponiéndoles lo que tú para los tuyos no quieres".
Con esos términos que parecen recuperar ese país dividido en dos bandos ideológicos, el arzobispo critica las declaraciones de la Ministra Celáa ("Nos extrañó que hiciera una lectura tan sectaria, tan sesgada ideológicamente") desde una preocupación palmaria porque la Iglesia pierda su poder educativo.
Un dulcificado Valle de los Caídos
De la educación al trabajo social, Sanz Montes sigue el mismo discurso de arremeter contra lo laico para defender la labor de la Iglesia, diciendo que las personas sin hogar "no llaman a las puertas de los partidos políticos, de los sindicatos ni de los ayuntamientos, pero sí a las puertas de las parroquias y de los lugares donde hemos organizado que puedan desayunar, comer y cenar". Del mismo modo, insiste (evidenciando que estos temas le generan tensión) en que "no únicamente es la Iglesia la que da catequesis anunciando el Evangelio, aquí también hay otros catequetas, que propungan y subvencionan sus particulares proclamas, contrarias a la Iglesia".
"Algunas son fuerzas políticas con siglas conocidas, otros son movimientos laicistas que siguen trabajando", continúa. "A través de series de televisión o de los portales tipo Netflix o HBO o Prime Amazon, series que están mentalizándote".
Y por último, le preguntan por la exhumación de Franco y su respuesta parece dulcificar la violencia del Valle de los Caídos: "El valle se construye como un espacio de reconciliación. Tuve un tío maestro cantero que trabajó en el valle como profesional de la cantería. Que hubo presos políticos también, sí señor. Pero estoy descubriendo [leyendo una tesis doctoral] que no eran personas, como hemos escuchado desde alguna tribuna, obligadas con trabajos forzosos, de una manera inhumana e indigna. Por tener, tenían hasta nómina y sus familias iban en vacaciones a disfrutar en las casas que había para los presos", declara el prelado.
No escatimando su opinión, especifica que lo que critica del traslado de los restos del dictador es "que se haya hecho conculcando el derecho de una familia, invadiendo el espacio exento de una basílica y censurando los debidos derechos que tenía una comunidad". Mientras que se muestra bastante más flexible para justificar la visita de Santiago Abascal a la Santina. "Que alguien quiera inspirarse en Covadonga para su propio rearme, está en su derecho", dice el obispo Sanz.
Contra el aborto y la eutanasia
Preguntado por el cuidado del medio, el obispo aprovecha para expresar su desaprobación del derecho al aborto y la eutanasia. "Me preocupa todo aquello que nos contamina, no solo el aire o el agua, también lo que contamina la convivencia, nuestra relación, nuestra esperanza, nuestra conciencia", declara. "El Papa tiene esta expresión, que hay gente muy ecológica ella, preocupada por las especie en extinción y que son enormemente frívolos o beligerantes con el aborto o la eutanasia".
Y con el mismo tono con el que afea a los ecologistas que luego son "enormemente frívolos", parece terminar él cayendo en jucios frívolos: "Ahí hay una contradicción. Porque si te preocupa la petunia silvestre o la abutarda salvaje y no te preocupan los niños que no nacen o lo ancianos o enfermos que matamos, ahí hay un aprecio por la vida que tiene trampa", dice.