Auza califica España como "país de cultura católica más que de devoción católica" en el pregón de Ponferrada El Nuncio denuncia que la Semana Santa se ha convertido en "un gran espectáculo teatral"
"Reducir las prácticas de la Semana Santa a manifestaciones turísticas implica la quiebra del patrimonio espiritual y el abandono de valiosas instituciones"
"Se diría que se pretende una sociedad sin referencias religiosas, sin culto a Dios y sin aspiración a la vida eterna, orientada casi exclusivamente al mero gozo de los bienes de la Tierra"
Recién llegado de Filipinas, en un viaje que le impidió participar en la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal en la que se renovó toda la cúpula de la Iglesia de nuestro país, el Nuncio en España, Bernardito Auza, pronunció un intenso pregón de la Semana Santa de Ponferrada, en el que denunció que "España es de cultura católica, más que de religión católica" y lamentó cómo "reducir las prácticas de la Semana Santa a manifestaciones turísticas implica la quiebra del patrimonio espiritual y el abandono de valiosas instituciones".
Y es que, para el representante del Papa en España, existe un riesgo cierto de contemplar estos días como "un reclamo turístico y una cuestión más económica; una manifestación cultural o teatral y no la expresión de una piedad religiosa". "Se diría que se pretende una sociedad sin referencias religiosas, sin culto a Dios y sin aspiración a la vida eterna, orientada casi exclusivamente al mero gozo de los bienes de la Tierra", recalcó.
"Los que buscan convencernos de que es una manifestación cultural para ganar dinero, quieren solamente engrandecer al hombre, alejándolo de Dios", criticó Auza, quien puso especial énfasis en la defnesa de la piedad popular, en la que "cada porción del pueblo de Dios da testimonio de la fe y la enriquece con nuevas expresiones".
"Puede decirse que el pueblo se evangeliza a sí mismo", proclamó Auza, quien insistió en que "en lapiedad popular subyace una fuerza evangelizadora que no podemos despreciar". Más, si cabe, teniendo en cuenta, como asegura el CIS y admitió el Nuncio, que "uno de cada cuatro españoles asiste o participa en los actos de la Semana Santa" en un país "que se declara cada vez más laico y en el que los católicos practican menos su religión". "Esa contradicción es fruto de esa evolución de la idea de la Semana Santa como una cuestión más de índole económica que religiosa", subrayó.
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