En una carta, a la que ha tenido acceso RD, tras las quejas de Infancia Robada por el trato dado a la víctima de la Bañeza El Nuncio se niega a entregar a una víctima su expediente canónico: "Es un caso de materia juzgada finalizada"

Nuncio Bernardito
Nuncio Bernardito

“Ciertamente, las víctimas requieren de un proceso de acompañamiento y de escucha, pero al mismo tiempo, hay normas, reglas y principios legales fundamentales, como la irretroactividad de las leyes y la reserva de ciertos actos para la salvaguardia de derechos, los cuales no pueden ser ignorados ni mucho menos violados sin contravenir graves amenazas para la garantía jurídica de estos no fáciles procesos jurídicos”

Auza ni siquiera contesta a la petición de una reunión con las víctimas de abusos a menores

“Tras casi dos años como Nuncio, ¿se ha puesto en contacto con alguna víctima?” responde Ana Cuevas, desde Infancia Robada. ¿Se ha puesto en contacto con alguna asociación, o alguna víctima que tuviera problemas para acercarse a las oficinas, o les cerraran las puertas?”

Nadie puede poner en duda la credibilidad de la Iglesia en sus declaraciones y actividades”. El Nuncio de Su Santidad, Bernardito Auza, saltaba este mediodía a la arena política para secundar la política antiabusos de la Iglesia española, cuestionada por la ministra Ione Belarra durante el pleno en el que se aprobó la ley de Protección de Infancia. Belarra había señalado que la Iglesia católica “ha sido cómplice demasiadas veces en nuestro país, encubriendo la violencia sexual”.

“Nadie puede interpretar falta de transparencia o negativa a secundar lo que el Papa pide al respecto”, añadía Auza, quien avalaba expresamente la defensa que la Secretaría General de la CEE hacía el viernes acusando a la ministra de “ensuciar la actividad de la Iglesia, presa de un rancio anticlericalismo”.

Sólo unos días antes (el 6 de abril), en una carta a la que ha tenido acceso RD, el propio Auza respondía a un escrito de la representante de la asociación Infancia Robada, Ana Cuevas, quejándose por el trato recibido por una de las víctimas del sacerdote Ramos Gordon en La Bañeza, Javier, quien tras hacer el pasado 29 de marzo un viaje de 800 kilómetros (ida y vuelta), vio se le negaba el acceso a la documentación de su caso y, más aún, no se le aceptaba la nueva documentación recabada sobre sus abusos por parte de los responsables de la Comisión Antipederastia de la diócesis de Astorga.

Los ex alumnos de los seminarios de La Bañeza y Astorga, "decepcionados" tras la sentencia a Ramos Gordon
Los ex alumnos de los seminarios de La Bañeza y Astorga, "decepcionados" tras la sentencia a Ramos Gordon Agencias

"Triste y lamentable suceso"

En su respuesta, el nuncio, aunque admite que “se trata de un triste y lamentable suceso”, vuelve a negarse a entregar al superviviente su expediente canónico, al considerar que se trata de “un caso de materia juzgada finalizada, tanto ante los tribunales civiles como eclesiásticos, siendo estos últimos quienes, en varias ocasiones, han informado a la víctima, de la finalización de dicha causa”. En ninguna de esas ocasiones se le ha entregado a la víctima, como es su derecho, reconocido por las normas vaticanas, su expediente canónico.

“Ciertamente, las víctimas requieren de un proceso de acompañamiento y de escucha, pero al mismo tiempo, hay normas, reglas y principios legales fundamentales, como la irretroactividad de las leyes y la reserva de ciertos actos para la salvaguardia de derechos, los cuales no pueden ser ignorados ni mucho menos violados sin contravenir graves amenazas para la garantía jurídica de estos no fáciles procesos jurídicos”, trata de justificarse el Nuncio, quien no obstante ha enviado la documentación -que no quisieron aceptar los responsables de la Comisión Antipederastia de Astorga- “ante las autoridades competentes indicadas”. Esto es: “a la mencionada Delegación, el obispo de dicha diócesis y la Congregación para la Doctrina de la Fe”.

Carta del Nuncio a Infancia Robada by Jesús Bastante on Scribd

Respuesta de las víctimas

El Nuncio, además, ni siquiera contesta a la petición de Infancia Robada de ser recibidos por el representante del Papa. “Tras casi dos años como Nuncio, ¿se ha puesto en contacto con alguna víctima?” responde Ana Cuevas, desde Infancia Robada. ¿Se ha puesto en contacto con alguna asociación, o alguna víctima que tuviera problemas para acercarse a las oficinas, o les cerraran las puertas?”.

“¿Tiene usted datos de los que han hecho las oficinas? ¿Sabe cómo vivimos? ¿Qué problemas tenemos en casa? ¿Se ha implicado alguno de sus obispos?”, recalca la representante de las víctimas. “¿Son los propios obispos los que tienen que juzgar si lo han hecho bien o mal, o seremos nosotros? Ninguno hemos recibido ese tipo de atención”.

¿Son los propios obispos los que tienen que juzgar si lo han hecho bien o mal, o seremos nosotros? Ninguno hemos recibido ese tipo de atención”

“Tendrían que poner la alfombra roja por donde pasamos: lo único que queríamos era que nos ayudaran, y ayudarles a desenterrar este pasado, y poder seguir adelante, pero ni se les ve ni se les espera”, concluye Cuevas. Pese a todo, el nuncio sigue convencido: “Nadie puede poner en duda la credibilidad de la Iglesia en sus declaraciones y actividades”. Juzguen ustedes.

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