El general franquista, su mujer y Bohórquez, sacados de madrugada de la Basílica sevillana Los restos de Queipo de Llano ya están fuera de La Macarena
La Hermandad de la Macarena ya había anunciado que los restos de Queipo de Llano, de su mujer, y del general Francisco Bohórquez —un militar que estuvo a las órdenes de Queipo como auditor de guerra y organizó las ejecuciones sumarias durante la Guerra Civil— iban a salir de la Macarena en noviembre para cumplir la nueva ley de Memoria Democrática, que entró en vigor en octubre.
Ni la Hermandad ni ningún organismo oficial había comunicado que las exhumaciones se iban a llevar a cabo este jueves. De hecho, la basílica permaneció abierta al culto con normalidad y a las nueve de la noche, ya cerrada, fue cuando llegaron los operarios y los familiares de Queipo y de Bohórquez, además del forense y de algún representante gubernativo
| Javier Adrián/Efe
A las dos y veinte minutos de la madrugada de este jueves 3 de noviembre salían de la basílica de la Macarena de Sevilla los restos mortales del general franquista Gonzalo Queipo de Llano y de su esposa Genoveva Martí, con lo que culminaba una operación que se desarrolló en poco más de cinco horas, en un ambiente de secretismo y nocturnidad.
Cuando se abrieron a esa hora las puertas de la basílica y salió el coche fúnebre, en el exterior del templo solo había una veintena de informadores —entre redactores, cámaras de televisión y fotógrafos—, un par de vecinos del barrio con un perro y una emocionada Paqui Maqueda, presidenta de la asociación memorialista Memoria Nuestra, además de unos veinte familiares de Queipo que asistieron a la exhumación.
El silencio de ese momento solo fue roto por unos tímidos aplausos de los familiares y un grueso insulto a Paqui Maqueda que no se sabe bien de donde venía.
La Hermandad de la Macarena ya había anunciado que los restos de Queipo de Llano, de su mujer, y del general Francisco Bohórquez —un militar que estuvo a las órdenes de Queipo como auditor de guerra y organizó las ejecuciones sumarias durante la Guerra Civil— iban a salir de la Macarena en noviembre para cumplir la nueva ley de Memoria Democrática, que entró en vigor en octubre.
Ni la Hermandad ni ningún organismo oficial había comunicado que las exhumaciones se iban a llevar a cabo este jueves. De hecho, la basílica permaneció abierta al culto con normalidad y a las nueve de la noche, ya cerrada, fue cuando llegaron los operarios y los familiares de Queipo y de Bohórquez, además del forense y de algún representante gubernativo.
Cuando se empezó a conocer a través de las redes sociales y de los medios de comunicación que se estaba produciendo la exhumación ya era noche cerrada y poco a poco fueron llegando los periodistas, con las puertas del templo completamente cerradas.
Hubo que esperar más de dos horas para que llegara una furgoneta fúnebre de color blanco y a las 2.20 horas ya de este jueves las puertas se volvieron a abrir y salieron en esa furgoneta los restos del general Queipo de Llano, enterrado en un lugar de honor en la Macarena hace 71 años,y su cónyuge Genoveva Martí.
Justo entonces Paqui Maqueda, muy emocionada, comenzó a gritar "honor y gloria a las víctima del franquismo", "contra la impunidad" y a pronunciar los nombres de sus familiares víctimas de la represión.
Antes, cuando Maqueda esperaba la salida de los restos del que fue conocido como "virrey de Andalucía", señaló que estas exhumaciones eran "una asignatura pendiente de la democracia española" y que a partir de ahora Sevilla "es una ciudad más limpia de simbología del franquismo".
"Nos ha costado muchos lloros y gente que se ha quedado por el camino", añadió, y recordó la fosa común de Pico Reja en el cercano cementerio de Sevilla, de donde se están desenterrando los restos de cientos de represaliados.
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