La Iglesia en España celebra el Día del Seminario embarcada en una reforma que va "poco a poco" Reforma de los seminarios: "Los obispos se están poniendo las pilas, pero unos cargan más rápido y otros más lento"

El plan de profunda reforma y obligado cumplimiento de los seminarios españoles que los obispos se trajeron debajo del brazo tras la histórica cumbre con el Papa en el Vaticano de noviembre de 2023 ya se sabe que no se va a cumplir dentro de los límites impuestos en su día, que marcaban como fecha tope para su implementación el año 2026
En Roma han decidido levantar el pie del acelerador, asumir que no se cumplirán los plazos y apoyar la tarea del actual obispo de Segovia, Jesús Vidal Chamorro, quien fue nombrado por indicación expresa del Papa coordinador de para la implementación de esta reforma
El plan de profunda reforma y obligado cumplimiento de los seminarios españoles que los obispos se trajeron debajo del brazo tras la histórica cumbre con el Papa en el Vaticano de noviembre de 2023 ya se sabe que no se va a cumplir dentro de los límites impuestos en su día, que marcaban como fecha tope para su implementación el año 2026.
De aquel encuentro, buena parte de los miembros de la Conferencia Episcopal Española (CEE) volvieron realmente molestos. Entre ellos, incluso algunos cercanos al Papa, no con Francisco, quien en los cerca de 50 minutos que departió con ellos mantuvo su tono cordial y cercano, sino con el prefecto y el secretario del Dicasterio para el Clero, quienes, ya con el Pontífice fuera de la reunión, leyeron un informe por provincias eclesiásticas que dejaba ver “una descripción desastrosa” de los seminarios españoles.
Aquel análisis era fruto de la visita apostólica efectuada entre el 11 enero y el 3 de marzo de 2023 por dos obispos uruguayos, una visita que cogió con el pie cambiado a los prelados españoles, que no se la imaginaban y desde luego no creían -en buena medida- que la mereciera la Iglesia en España, toda vez que habían calcado prácticamente la Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis aprobada por el Vaticano en 2016 y en por la Plenaria de la CEE en 2019.

Con todos estos elementos -a los que se añade una indisimulada sensación de final de pontificado y, por tanto, forzado impasse por parte de algunos-, ahora a nadie extraña que desde el propio dicasterio que preside el cardenal surcoreano Lazzaro You Heung-sik se dé una palmadita en la espalda al pastor de turno que manda unos borradores de estatutos o para la colaboración interdiocesana para su revisión y validación vaticana.
Tampoco nunca faltarán los ánimos ni el ‘sigan adelante’ del Papa a cuantos obispos han ido a visitarle, junto con sus seminaristas, en estos últimos meses. Responde a todas sus preguntas, se fotografía con los jóvenes y les anima a ser el día de mañana sacerdotes que desarrollen la escucha, la acogida y la predilección “por los que sufren”. Y ahí queda todo.
Roma levanta el pie del acelerador
Por eso en Roma han decidido levantar el pie del acelerador, asumir que no se cumplirán los plazos (a estas alturas tan sólo se ha creado un seminario interdiocesano y nada se sabe de la puesta en marcha del seminario nacional de vocaciones adultas que debería estar ya operativo…) y apoyar la tarea del actual obispo de Segovia, Jesús Vidal Chamorro, quien fue nombrado por indicación expresa del Papa coordinador para la implementación de esta reforma.

"Creo que en la mayor parte de las diócesis -reconocía recientemente monseñor Vidal Chamorro a Religión Digital- se están dando pasos en la buena dirección”, añadiendo cómo en algunas de ellas “se han dado pasos en el desarrollo de la etapa propedéutica, en otras se han iniciado caminos de colaboración para buscar comunidades formativas con número suficiente de seminaristas dando así una mayor riqueza a las relaciones formativas, se han puesto medios para valorar mejor la madurez humana de los candidatos, se han fortalecido las dimensiones espiritual e intelectual y se está haciendo un esfuerzo de discernimiento creativo con respecto a la etapa de síntesis vocacional para el paso a la vida y misión pastoral”.
En la misma línea apuntaba, a preguntas de este portal, Florentino Pérez, director del secretariado de la Subcomisión Episcopal para los Seminarios (que preside Vidal Chamorro), en la presentación de la campaña con motivo del Día del Seminarista, que en algunas diócesis se celebra este 19 de marzo: “Los grandes cambios van poco a poco, pero con signos eficaces de que se está avanzado”.
Fiados a "la buena voluntad"
Avances que pudo concretar este sacerdote de Zamora en la creación del Seminario Interdiocesano puesto en marcha por las diócesis de Santiago de Compostela, Tui-Vigo y Mondoñedo-Ferrol, la primera y única concreción en este sentido hasta el momento; o la unión de procesos formativos conjuntos para la fase propedéutica entre las diócesis de Madrid, Alcalá de Henares y Sigüenza-Guadalajara. Y ya. Lo demás está en el ámbito de la buena voluntad de los pastores en seguir por el camino pedido por Roma.

“Sí, hay voluntad, se han clarificado puntos y los obispos hemos hablado entre nosotros con mucha sinceridad. Y es lo que se le está transmitiendo al Papa”, señala uno de los obispos consultados por Religión Digital. “Pero ciertamente con la buena voluntad no basta, pero a veces no es fácil” apostilla.
“Hay una voluntad firme de no pocos de los obispos y de los que van a llegar en este próximo año y medio”, añade. Confía en que sea suficiente para seguir el camino marcado. Aparecen signos en las reflexiones ya en marcha para ubicar -en todos los sentidos- ese seminario para lo que antes llamaban vocaciones tardías. Algunos señalan que el entorno de la Pontificia de Salamanca podría ser un lugar adecuado.
Teologado de Ávila, el modelo a seguir
También en ese mismo entorno de Castilla y León las diócesis están trabajando en apuntalar un proyecto de cuyos buenos resultados sabe también el Papa, y lo pone como modelo a seguir: el Teologado Diocesano de Ávila, donde convive una veintena de seminaristas de ocho diócesis, también de Extremadura.
Ciertamente no es una novedad lo de este Teologado, pero se está convirtiendo en una decidida apuesta que va creciendo y fortaleciéndose en un momento en donde -hoy como ayer- “los ritmos son diferentes, las visiones de los obispos a veces también, cuesta moverse del sitio en el que se está y, referido a los seminarios, a veces tocamos una cuestión muy sensible”, señala la fuente.

El peso de las provincias eclesiásticas sigue dejándose sentir a la hora de abordar las conversaciones para la creación de seminarios interdiocesanos, sobre todo cuando el metropolitano quiere ejercer. A veces resulta difícil casar distintas realidades que conviven en esas provincias eclesiásticas, como puede suceder en la de Oviedo -con diócesis castellanas que miran más a la meseta-, las de Burgos o Pamplona, que acogen ambas a las sedes vascas, o las de Sevilla y Granada, con jurisdicción sobre las diócesis canarias y murciana, y de Valencia, sobre las baleares.
Pero ni siquiera las señas de identidad geográficas y lingüísticas aseguran la ‘conexión', ahí está por ejemplo la de Santiago de Compostela, que reúne a las cinco diócesis gallegas, pero sólo ha conseguido conformar su seminario interdiocesano -pionero en la reforma de Francisco- con las de Compostela, Mondoñedo-Ferrol y Tui-Vigo, pues las de Ourense y Lugo decidieron seguir su propio camino.

Apelando de nuevo a la “voluntad”, y parafraseando al Eclesiastés, se refirió a esta decisión, en conversación con Religión Digital, el rector del Seminario Interdiocesano de Galicia, José Antonio Castro Lodeiro: “’Todo tiene su momento’, y si el Señor quiere, llegará el tiempo de que el proyecto sea de las cinco diócesis. Cuando hay voluntad, todo es posible".
“Estamos tocando un tema sensible"
“Estamos tocando un tema sensible, hay una propia comisión de la asamblea sinodal que está trabajando la reforma de la Ratio, porque estamos hablando del presente y del futuro del modelo de pastor, que es volver a situarlo en sus raíces evangélicas conforme al modelo de buen pastor, pero atentos a los desafíos de este tiempo que está planteando el Papa”, señalan las fuentes para contextualizar las dificultades y acoger con esperanza los pasos que se van dando. Comisión que hay que resaltar que está coordinada por el cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo.
“La Iglesia, en sus tiempos, a veces se escapa del calendario humano, pero confío en la determinación y el discernimiento”, señalan las fuentes. “Confío es que se den más pasos y nos vayamos poniendo en esa dirección que el Espíritu pide para la Iglesia. Los obispos se están poniendo las pilas, pero a veces hay quien carga más rápido y quien carga más lento. Pero hemos de ponernos en la ruta del evangelio y de un corazón convertido también en nuestros seminarios”. O esa es la voluntad. Al menos de una parte.

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