Omella coloca a hombres de confianza formados al lado del difunto arzobispo de Zaragoza El 'clan Yanes' toma las riendas en el caso Gaztelueta
"La influencia de Omella es evidente en los nombramientos que el papa Francisco ha hecho para el tribunal encargado de reabrir el caso Gaztelueta, palmaria en los casos del presidente, José Antonio Satué, y del notario, José Luis Perucha Rojo, Rector del Seminario de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara"
"El nexo de unión es formar parte del ‘clan Yanes’, una ligazón espiritual y humana a quien fue su padre y maestro, el fallecido arzobispo de Zaragoza, don Elías Yanes"
Hay ganas indisimuladas de ‘jubilar’ al actual presidente del Episcopado español. Juan José Omella, el hombre del papa Francisco en España, cumplida ya la edad canónica de jubilación (la tiene presentada en Roma la denuncia), sigue sin embargo a pleno rendimiento y atendiendo a varios frentes, tanto en su calidad de arzobispo de Barcelona, como al frente de la Conferencia Episcopal.
Y su influencia es evidente en los nombramientos que el papa Francisco ha hecho para el tribunal encargado de reabrir el caso Gaztelueta, palmaria en los casos del presidente, José Antonio Satué, y del notario, José Luis Perucha Rojo, Rector del Seminario de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara.
El nexo de unión es formar parte del ‘clan Yanes’, una ligazón espiritual y humana a quien fue su padre y maestro, el fallecido arzobispo de Zaragoza, don Elías Yanes. Omella fue uno de sus hombres de confianza y con él desempeñó distintos cargos de responsabilidad en aquella curia diocesana, hasta que Yanes le promocionó al Episcopado.
José Antonio Satué, aragonés como Omella, quien le consagró obispo el año pasado, se formó en el seminario de Zaragoza y amplió estudios en el Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón (CRETA), una obra muy querida por Yanes.
El actual obispo de Teruel y Albarracín, como Omella, siempre afirmó querer ser “cura de pueblo”, pero, vicario general de Huesca durante unos años con Jesús Sanz, con quien se dice que había muchas desavenencias, se licenció en Derecho Canónico por la Gregoriana y ahora ha sido ‘rescatado’ por Omella en su plan para la renovación del Episcopado español.
José Luis Perucha Rojo es un hombre de confianza del obispo de Guadalajara, Atilano Rodríguez, otro hombre del arzobispo Yanes. Natural de Asturias, Atilano Rodríguez se traslado en 1977 a Zaragoza como secretario personal del arzobispo de la capital aragonesa, quien dejó, como en los demás, su impronta en él.
Y Atilano Rodríguez es también una persona muy cercana a Omella, con quien coincidió en aquellos años de ministerio de Zaragoza, y a quien ahora le brinda un hombre de su confianza para darle garantías en su cometido como notario, evitando, así, la posibilidad de que se vuelvan a repetir los amaños que se hicieron en la primera investigación del caso Gaztelueta.
Así pues, cuatro años después de su fallecimiento, la siembra eclesial de Elías Yanes sigue dando frutos.
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