El XXII Jueves de RD se adentra en uno de los temas más candentes: la financiación de la Iglesia Víctor Manuel Murias: “La transparencia es un derecho de todos los fieles”

¿Por qué es importante la transparencia, contar cómo y por qué hace la Iglesia desarrolla su actividad en estos días?

Con esa incisiva pregunta Santiago José Portas, director de Instituciones Religiosas y Tercer Sector del Banco Sabadell, introducía el debate de la vigésimo segunda edición de los Jueves de RD, que se ha adentrado, con el talante constructivo de siempre, en uno de los temas más candentes de la actualidad: la financiación de la Iglesia, la transparencia en sus cuentas y el valor de su patrimonio o las propuestas económicas ante la crisis. El webinar ha contado también con la participación de Víctor Manuel Murias, director del Palacio de Gaudí de Astorga; Pablo Delclaux, responsable de Patrimonio CEE; José María Ziarrusta, ecónomo de la diócesis Bilbao; y Ester Martín, directora de la Oficina de Transparencia CEE.

En una sociedad que exige su legítimo derecho a conocer la realidad con el máximo detalle, la transparencia es un elemento crucial en las instituciones. “Estamos en una sociedad que demanda altos niveles de transparencia a todas las instituciones, pero a la Iglesia, por su relevancia, se le exige un plus”, ha afirmado Ester Martín que ha subrayado que si la Iglesia es perceptora del sistema de colaboración a través de la agencia tributaria, también debe disponer de un sistema adecuado de transparencia. “Hay un importante número de personas que colaboran con la Iglesia, fieles o no. Por ello es un deber para la institución ser un ejemplo para ellas en este sentido”, ha recalcado la responsable de la Oficina de Transparencia CEE. 

Para Víctor Murias, la iglesia no tiene nada que esconder sino todo lo contrario. “En una sociedad en la que cada día hay más desconfianza y fake news, la Iglesia tiene la absoluta necesidad de ser transparente”, ha afirmado Murias. Una opinión también compartida por José María Ziarrusta, quien también ha hecho énfasis en la transparencia como un deber para con los fieles, que tanto contribuyen al sostenimiento de la entidad con sus aportaciones. 

Autofinanciación y transparencia, unidos

¿Es imposible hablar de autofinanciación si no se ejerce transparencia? Otra pregunta crucial, lanzada esta vez por Jesús Bastante, redactor jefe de Religión Digital y moderador del debate. Ziarrusta ha respondido con un sí rotundo. “La transparencia va unida a la confianza de las personas en las instituciones, por tanto es un factor clave de éxito de cara a un modelo de autofinanciación cuyo pilar más importante es la participación de los fieles”, ha señalado Ziarrusta.

Para Ester Martín, sin embargo, la transparencia, si bien es un estímulo positivo, no se consigue si en la Iglesia no van todos cogidos de la mano. En este sentido, la directora de Transparencia de la CCE ha destacado las reticencias de ciertos sectores de la Iglesia en el proceso, dificultado en ocasiones por la edad o la poca adaptación a las nuevas tecnologías. “Esto puede suponer una dificultad para impulsar los avances necesarios en el campo de la transparencia. Además, conviene no olvidar que la Iglesia la forman distintas entidades, con ritmos de trabajo distintos y recursos distintos, lo cual puede suponer, según Martín, una dificultad añadida: “La transparencia supone movilizar recursos económicos en diócesis donde dichos recursos escasean. Instaurar este modelo único de transparencia es complicado”, ha resumido Martín.

En el mismo sentido apuntaban las reflexiones de Víctor Murias, pero con algunos matices: “Hay que trasladar muchos datos para que sean perfectamente comprobables por la sociedad. Reunir todos los datos de todas las diócesis y homologarlos es una labor intensa, pero del todo necesaria para ofrecer una imagen veraz de la Iglesia”. 

El tsunami pandémico

La pandemia global y su afectación sobre las diócesis, otro de los puntos clave del debate. El cierre de templos, la ausencia de fieles, los cambios en el día a día han tenido un impacto económico y pastoral en las parroquias. “En el sentido pastoral, el cierre ha comportado dificultades de comunicación desde la parroquia a los fieles y de los fieles a la parroquia. Y en lo económico, la crisis ha generado una merma de ingresos en las aportaciones en los templos”, ha explicado Ziarrusta, que ha resaltado también la generosidad de la gente que ha seguido aportando a través de las nuevas vías para realizar donativos. 

“En este tiempo hemos aprendido que tenemos que tener un contacto más directo con la comunidad, conocer mejor a todas las personas que la conforman. Para ello han sido y seguirán siendo fundamentales las TIC. Las parroquias han sido muy creativas en el uso de estas nuevas herramientas y gracias a ello se ha podido mantener esta interrelación tan necesaria de la Iglesia con sus fieles. Pero hay que seguir mejorando la comunicación interna y externa”, ha insistido el ecónomo de la Diócesis de Bilbao.

En el aspecto de las nuevas tecnologías empleadas con el fin de potenciar la financiación de la Iglesia, cabe destacar que el portal de la CEE donoamiiglesia.es notó un incremento en donativos durante los primeros meses de la pandemia que paliaron la mengua de los donativos en efectivo, fundamentales ya que representan un 30% de la financiación total de la Iglesia al margen de la asignación tributaria. “Los donativos —ha aclarado Martín— se han reducido en todo caso, pero las necesidades surgidas a raíz de la pandemia han aumentado. Por ello desde el portal donamiiglesa.es ha sido un claro aliado ya que la plataforma permite a los fieles hacer aportaciones directas a su parroquia”.

El futuro de la economía eclesial 

En un escenario post covid, marcado por todavía por un entorno volátil, complejo, incierto y ambiguo, es difícil hacer previsiones. No obstante, José María Ziarrusta se atreve a vaticinar que de cara al futuro la comunicación interna y externa va a ser crucial para la Iglesia. “Los procesos participativos —ha detallado— exigen que la comunicación sea intensa, y para ello hace falta un liderazgo compartido para afrontar una realidad cambiante. El voluntariado va a cobrar mucha más importancia”. 

Por su parte, Delclaux tiene claro que la pandemia ha cambiado la forma de ver las cosas. “Hemos aprendido mucho de los medios digitales, hemos visto la solidaridad de la gente, que ya tiene ganas de vivir. Se va viendo la luz desde el punto de vista sanitario y esperemos reactivar el patrimonio cultural —y con ello la economía— no solo de la Iglesia sino de España en su conjunto”.  

“La iglesia ha de dar un mensaje de esperanza de cara al futuro, y de corresponsabilidad. Ha de buscar una forma de financiación viable y sostenible en el tiempo”, ha destacado Murias, que asegura, además, que la difusión del patrimonio tiene que mejorar hasta el punto de proporcionar experiencias de visita más significativas a los usuarios. Y el director del Palacio de Gaudí de Astorga ha terminado con un pronóstico: “En el futuro, las redes sociales serán nuestro tablón de anuncios y el bizum será el cesto de donativos”. 

Ester Martín ha aprovechado su ‘minuto de oro’ para lanzar un llamamiento: “Lo que tiene la Iglesia es para ponerlo al servicio de la sociedad. Por ello hay que seguir mostrando y comunicando, llamar a la colaboración de cara al sostenimiento, que es tarea de todos los que formamos parte de esta Iglesia nuestra”.

Organizado por RD y el Banco Sabadell con el apoyo técnico de Católicos en Red, el evento ha contado esta vez con la colaboración de XTantos (portal del Sostenimiento de la Iglesia en España) y ha sido retransmitido en directo desde la portada de Religión Digital, nuestro canal de Youtube o el Facebook de RD, además de por el resto de nuestras redes sociales (Telegram, Instagram, Twitter y Whatsapp).