Carta al Arzobispo de Oviedo del Foro de Cristianos Gaspar Garcia Laviana

Dirigida a Don Jesús Sanz Montes, a propósito de su escrito sobre la beatificación de tres mártires asturianos


No siempre mostramos nuestras discrepancias con Usted. Sólo lo hacemos a veces, cuando su intervención nos parece más grave por las repercusiones sociales que pueda tener. En general tenemos que lamentar su mentalidad tan partidariamente politizada. Le rogamos respeto para quienes no pensamos como usted. Queremos decirle que, cuando hace referencia directa o indirectamente a ideas políticas o sociales, con bastante frecuencia se percibe en usted animadversión crítica “a la izquierda”, dando a entender que actúa más como político conservador que como obispo de todos los asturianos. Su postura militante conservadora le lleva cuando habla o escribe a atacar cáusticamente a quienes no piensan como usted. Queremos, pues, que todos sepan que sus orientaciones morales o éticas en algunas cuestiones se caracterizan por su parcialidad. Es esto algo que debe saber la opinión pública.

Usted está obligado a saber de una vez, y ojalá sea para siempre, que en su diócesis de Oviedo hay católicos de izquierdas, que tienen una visión política y social distinta a la suya, comprometidos en hacer un mundo mejor diferente al suyo, y ello con todo derecho. Le pedimos, pues, respeto para quienes no pensamos como usted. Algunos de sus análisis y valoraciones serán bien aplaudidas por algunos, pero al mismo tiempo hieren la sensibilidad de los demás. Usted sabe muy bien que tiene que ser obispo de todos y no parece serlo en ocasiones.

Es un derecho de todos los pueblos mantener vivo el recuerdo de los hechos que ellos estimen oportuno. Nadie debe condicionar o restringir este derecho. Lo que único que hay que pedir a todos es respetar la verdad histórica.

Creemos que hoy la Iglesia Católica tiene derecho a hacer memoria de sus muertos en la guerra civil española, a los que puede calificar, si quiere, de mártires. ¡Lamentábamos nosotros lo mucho que “la Iglesia” tardaba en reconocer el martirio de Monseñor Romero, que para ello hubo de ser necesario que llegase un Papa como Francisco! En el caso de todos los mártires, lo más importante es que han sido víctimas injustamente.

Creemos que las demás ideologías que tuvieron sus muertos durante y también después de la guerra civil tienen igual derecho a hacer memoria de ellos de la manera que estimen mejor. Ello conlleva, evidentemente, dejar y ayudar a los familiares, amigos y compañeros para que puedan recuperar sus restos. No lo hicieron antes porque no pudieron. Estos muertos también murieron sin hacerles justicia.

Sr. Arzobispo, usted no puede afirmar, con el fin de descalificar, que lo que de estos otros muertos dijeron algunos sean voces panfletarias y que cuando hablaron lo que hicieron fue vociferar, y ello con la única intención de abrir heridas, como si fueran masoquistas; además, no puede acusarles a todos en general, como hace, de mentirosos, porque, según usted, lo que dicen “no hace cuentas con la verdad”. Usted, más que nadie, está obligado a ser respetuoso, y no lo es.

¿Cómo puede decir que “al final sólo quedan los nombres laureados con la corona de la santidad y la palma del martirio”? No sólo está ofendiendo a los otros muertos sino también a sus familiares, amigos y compañeros de filas. Ellos también murieron por sus ideales, que, aunque no sean los mismos que los suyos, son muy dignos de respeto. Incluso algunos eran católicos. Murieron por defender la República, que fue la forma de gobierno que quiso democráticamente el pueblo español, porque querían una sociedad más justa, una vida mejor para ellos y sus hijos. Sus también laureados nombres tienen el mismo derecho a quedar para siempre, y si es posible identificados, en la memoria de quienes los ven como héroes.

Con el debido respeto. FORO DE CRISTIANOS GASPAR GARCÍA LAVIANA.

GIJÓN a 11 de octubre de 2016
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