Decrecimiento y Ecología

Comentario al Evangelio del 4 de diciembre de 2016 (Mateo 3,1-12)



Este texto evangélico nos habla de la vida austera que llevaba Juan Bautista en el desierto, vestido de piel de camello, alimentándose de saltamontes y miel silvestre, y denunciando la falsedad de los fariseos y saduceos, a los que califica de víboras. En esto nos vamos a fijar hoy. Es un tema de suma importancia:



Seguramente hemos oído hablar de la teoría del DECRECIMIENTO, que ya hace años que circula por algunas cátedras y medios de comunicación más sensibles a la Ecología. Hoy ya no es una teoría, sino una necesidad imperiosa. El DECRECIMIENTO es la necesidad urgente que tenemos de reducir considerablemente el consumo de recursos por parte del Norte Opulento, pues estamos profundizando cada día más la Huella Ecológica con repercusión en todo el sistema Tierra, porque estamos consumiendo recursos irreemplazables. Esto nos exige un gran cambio de mentalidad y comportamiento en dimensiones importantes para:



-Salirnos del sistema capitalista que es vorazmente consumidor.

-Reducir por tanto el nivel de consumo.

-Reducir el nivel de ricos, porque la riqueza actual genera dos víctimas al mismo tiempo: otros seres humanos y la propia Madre Tierra, pues empobrece a los dos.

-Reducir el nivel de pobres, sometidos a no tener lo mínimo para vivir, entrar cada vez más en la miseria y morir prematuramente por ser víctimas de la explotación de los ricos. La pobreza es insoportable, y cuando llega a ser extrema puede estallar en violencia, como está pasando en varios países de Oriente Medio, Asia Central y Africa, como:



* El EI en Siria e Irak.

* El Talibán en Afganistán.

* Al Qaeda en el Magreb islámico y países limítrofes.

* El Shabaad en Somalia.

* Boko Haram en Nigeria.

* El ADF (Fuerzas Aliadas Democráticas) en la R. D. del Congo.



-Reducir la desigualdad creciente entre personas ricas y pobres y entre países ricos y pobres.

-Reducir la mala distribución de recursos: en España en 2008 la diferencia de consumo de recursos era de 5 los que más y de 1 los que menos. Ahora ya es de 9 a 1.

-Desmitificar el crecimiento económico, ya que lejos de crear cohesión social crea cada vez más dispersión y desigualdad: hemos visto a China crecer mucho y al mismo tiempo dispararse la desigualdad social. Con la crisis en España hemos visto a los ricos crecer vertiginosamente y al mismo tiempo aumentar el número pobres hasta el 29 %, incluso de personas que, trabajando, son pobres.

-El actual crecimiento económico, cuanto más crece más deteriora el medio ambiente, despilfarra más recursos, bebe las materias primas que consume de los países pobres, como hace Francia con la empresa Areva, explotando el uranio del Níger (el 4º productor mundial) para sus 59 centrales nucleares, mientras ese país africano vive en la más absoluta miseria con un IDH (Indice de Desarrollo Humano) de tan solo 0,348, el más bajo de toda Africa, que es a su vez el continente con más pobreza del planeta y al mismo tiempo el más rico en materias primas en manos de las multinacionales.

-La voracidad del crecimiento económico nos hace esclavos del consumo por el camino de la productividad y la publicidad, del crédito necesario para comprar, de la caducidad programada de los productos para que duren un tiempo limitado, desecharlos y comprar otros nuevos (obsolescencia programada).

-Con frecuencia somos víctimas de la manipulación de la información, como estos días con la muerte de Fidel Castro. Pongamos un ejemplo evidente: el gasto sanitario de EE.UU. es más de un 20 % superior por persona al de Cuba (20 a 1), y sin embargo la esperanza de vida es similar: EE.UU. 78,94 años y Cuba 79,07 años, porque en Cuba se vive de forma ecológicamente más sana: al haber menos transporte se contamina menos y se anda más, al haber menos producción animal se come más fruta, más verdura, etc. Alimentación más sana.

-Es urgente reducir la Huella Ecológica reduciendo industrias depredadoras de recursos como automóviles, aviones (con mucho el medio de transporte más productor de CO2), construcciones faraónicas, etc.

-Es necesario cultivar productos renovables para reconstruir la Huella Ecológica. Urge reducir el consumo, pero el mercado no quiere oír hablar de eso.

-Es necesario repartir el trabajo, reducir infraestructuras, fomentar la sobriedad, la sencillez, el voluntariado desinteresado en la sociedad como se hace en el seno familiar.

-Tenemos de margen, más o menos, hasta el año 2030 para ir aplicando el decrecimiento. Cuanto más demoremos su aplicación más difícil va a ser recuperarse. De no hacerlo caeremos necesariamente en el COLAPSO: quedarán un 20 % de ricos, las clases medias declinarán hacia abajo e irán desapareciendo a medida que pasen a ser pobres (ya lo estamos viendo en España, a pesar del cacareado crecimiento por parte del Gobierno), y los pobres ya no podrán subsistir.

Afortunadamente hay cada día más gente reaccionando acudiendo a manifestaciones a favor del medio ambiente, movilizándose en las redes sociales, presionando a los gobiernos y a las empresas más contaminantes; hay otra mucha gente que está inquieta pero no se mueve, que posiblemente no lo hará hasta que el COLAPSO se nos eche encima a todos. Las víctimas más sangrantes del cambio climático son los países pobres del Tercer Mundo: son los que menos contaminan y más pagan las consecuencias, por ejemplo, con las sequías que los dejan sin agua para sus cultivos, o cae tanta que se los arrasa, detrás de lo cual vienen las hambrunas. Cuidar el Planeta es una necesidad imperiosa para erradicar la pobreza.



El Papa Francisco reaccionó vivamente con la Encíclica LAUDATO SI: la Iglesia Universal debería secundarlo con mucha más decisión y compromiso, y ser una fuerza movilizadora de la sociedad, y con esta presionar a los Gobernantes para que no se queden solo en Cumbres, manifiestos y palabras, secuestrados por el poder de las Multinacionales que son las principales causantes de lo que lo está pasando la Humanidad y el Planeta Tierra, la Casa Común de todos y de toda la vida de la Tierra.



Pero eso no nos exime a cada uno de nosotros de asumir personalmente un consumo responsable y sostenible, pues da mejor calidad de vida, minimiza el uso de recursos naturales y materiales tóxicos, y reduce desechos. Es un consumo ético, ecológico, solidario y felicitante, que enlaza directamente con el comercio justo para el productor y el consumidor, marcado por la regla de las 3 R: reducir, reutilizar y reciclar.



El testimonio de la austeridad personal de Juan, no solo es de máxima actualidad, sino de máxima necesidad, igual que acabar con la “raza de víboras” del capitalismo opresor, favorecido por los gobiernos que lo secundan, y así entre todos envenenan y matan la vida de los seres humanos y del Planeta Tierra.



Un cordial abrazo a tod@s.- Faustino



NOTAS.-

1.-El Papa Francisco en Kenia: "La desesperanza nacida de la pobreza
y la frustración alimentan el terrorismo"

2.-Muchas gracias a todos los que ya vais colaborando a los proyectos de cooperación.

faustino.vilabrille@gmail.com
Volver arriba