Gracias, hermano Francisco, por tu compromiso con Sudán del Sur

“Tuve hambre y Me disteis de comer, tuve sed y Me disteis de beber, estaba desnudo y Me vestisteis...” Y Jesús termina este discurso diciendo: “y los justos irán a la vida eterna”. Es decir, que dar de comer al hambriento, de beber al sediento, vestir al desnudo, etc. no es una obra de misericordia, ni una limosna, ni una caridad: es deber de justicia. (Ver Evangelio de Mateo 25,31 a 46)

La semana pasada el Papa Francisco reclamó la atención mundial sobre la dramática situación de Sudán del Sur. Veamos por qué:

Sudán del Sur es un país de África Oriental, cuyo Indice de Desarrollo Humano es de 0,467, y se encuentra en el puesto 167, por lo que sus habitantes están entre los que ocupan peor lugar dentro de la lista general del IDH mundial.

Sudán forma parte de los 27 países de Africa cuyo IDH está por debajo de 0,500, que son más de la mitad de los países africanos, lo cual nos indica que el desarrollo humano de Africa es muy bajo.

Estar con un IDH por debajo de 0,500 supone:

- extrema pobreza en la gran mayoría de la población,
- una vida media en torno a los 50 años o algo menos,
- enorme analfabetismo,
- tener muchos niños sin escolarizar,
- muy pocas posibilidades de acceso a estudios superiores,
- tan solo un médico por 20.000 habitantes o más,
- muy malas comunicaciones,
- pasar hambre continuamente y hambruna periódicas,
- no tener acceso a medicinas, ni a hospitales,
- verse obligaado a emigrar,
- ser víctima de enormes injusticias,
- estar en guerra, violencia generalizada o en constantes conflictos sociales,
- violación generalizada de los DD.HH.
- Deuda Externa muy difícil de afrontar.

Todo esto le está pasando ahora mismo a Sudán del Sur, además de que el día 20 de febrero, la ONU declaró oficialmente la hambruna en Sudán del Sur.

La declaración de hambruna es el nivel más grave de crisis alimentaria y nutricional. Cuando se llega a este punto, la situación es alarmante y la vida de millones personas, sobre todo niños, está en alto riesgo. Concretamente ahora mismo 1,1 millones de niños sufren desnutrición aguda y necesitan tratamiento urgente: casi al año de vida pesan tan solo lo mismo que un recién nacido normal. De ellos, 270.000 niños están en el nivel más grave de desnutrición, que les dejará secuelas para toda su vida. Además, 3,3 millones de familias han tenido que huir de sus casas en busca de alimentos y protección a causa de la guerra, dejando atrás sus tierras y los pocos recursos que tenían.

Unos 5 millones de personas en todo el país, más del 40% de la población, depende de la ayuda alimentaria, y la cifra podría aumentar hasta 5,5 millones en el pico de la estación seca en julio.

La esperanza de vida es de 55,3 años,
La Mortalidad infantil de 72 niños/niñas por cada 1000 habitantes,
No disponen de agua potable el 53%,
El PIB (Produc.Inte.Bruto) por habitante y año es de 1790 $.
En 2014, la malaria supuso el 72% de todas las muertes causadas por enfermedades en todo Sudán del Sur, según la ONU.
Está aumentando la pobreza con decrecimiento del PIB: -5,3 %

Las áreas protegidas de Sudán del Sur son hábitat de antílopes, búfalos, elefantes, jirafas, leones, chimpancés y monos de bosque, pero las grandes empresas multinacionales que están en condiciones de extraer los recursos naturales en Sudán del Sur a gran escala, representan una amenaza notable para la vida humana y silvestre de la nación y sus hábitats.

Defender al hombre es defender la tierra, defender la tierra es defender al hombre, porque el hombre depende de la tierra.
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