Me marcho de Gijón: festival aéreo militar
El próximo día 24 se vuelve a repetir el
“festival” aéreo de Gijón
Lucas 11, 1-13
Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar como Juan enseñó a sus discípulos». Él les dijo: «Cuando oréis decid: "Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan del mañana, perdónanos nuestros pecados, porque también perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en la tentación"». Y les dijo: «Si alguno de vosotros tiene un amigo y viene durante la media noche para decirle: 'Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle". Y, desde dentro, el otro le respondió: "No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados: no puedo levantarme para dártelos". Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. Pues así os digo a vosotros: pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide, recibe; quien busca, halla; y al que llama, se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?».
La oración del Padre Nuestro es como una síntesis del mensaje de Jesús: hacer esta oración en expresar los mejores deseos y compromisos que podemos sentir y desear para la construcción de un mundo mejor.
La Oración no es para pedirle a Dios lo que nosotros podemos y debemos hacer. Decir a Dios "señor ten piedad", no tiene sentido, porque Dios ya tiene piedad aunque no se lo pidamos. Somos nosotros los que debemos tener piedad unos con otros, con predilección, como Jesús, por los más necesitados de este mundo. La oración, pues, es para decirle a Dios qué estamos dispuestos a hacer para nuestro bien, el bien de los demás y el bien de la creación.
El evangelista Lucas es el que más veces dice que Jesús hacía oración. ¿Cómo era su oración? ¿Para qué era su oración? En el Padre Nuestro Jesús nos dejó un modelo perfecto de la misma:
-Le llama a Dios Padre nuestro: Por tanto Dios es Padre, lo cual quiere decir que Dios no es un Jefe, un Gobernante, un Dictador, un Autoritario, un Juzgador, sino que es un Padre que nos quiere como hijos, no como súbditos, como subordinados, como sumisos, sino que es comprensivo, que perdona, que acoge, que nos quiere con amor entrañable, que se preocupa de nosotros, que le preocupamos..., que todos somos hermanos unos de otros, que como hermanos tenemos que tratarnos.
Por tanto la competencia de unos contra otros, el libre mercado, la desigualdad, toda injusticia, el desprecio de unos a otros (racismo, xenofobia, machismo, discriminación hombre-mujer, etc.) son totalmente contrarios al mensaje de Jesús.
-El Padre NUESTRO está en plural, o sea, que el individualismo, el salvarme yo, el cumplir yo, el ser yo predilecto de Dios, son cosas no solo ajenas a Jesús sino abiertamente contrarias a su mensaje. Por tanto nuestro objetivo es toda la humanidad, la preocupación por tod@as.
-Venga tu Reino: el Reino de Dios es justicia, es igualdad, es amor, es solidaridad, es paz, es vida, es fraternidad. Luchar por eso es construir el Reino de Dios. Donde hay estos valores ahí está Dios. Estos deben ser los deseos más grandes de nuestra vida.
-Danos cada día nuestro pan: Si hay pan de sobra en el mundo, ¿por qué tantos y sobre todo tantas mujeres y niños mueren cada día de hambre? Tirar comida a la basura no es humano ni mucho menos cristiano, es un crimen contra los hambrientos, es crimen contra la Madre Tierra porque la obligamos aproducir más de lo necesario, hasta el punto de que la estamos explotando y agotando cada día más. Es un crimen contra el hombre, contra la naturaleza y por tanto contra Dios. Donde no hay compromiso con el hambre de los pobres y con la Madre Tierra, no hay Dios.
En España, las 20 personas más ricas disponen de tanto dinero como los 14 millones de personas más pobres.
El 1% más rico de la población mundial posee más riqueza que el otro 99%.
El 12,6% de los trabajadores en España son pobres (su salario no les permite salir de la pobreza).
La crisis económica aun sigue golpeando con especial dureza a los niños y niñas de España. Esta situación coloca a nuestro país como el cuarto de la UE con la proporción más alta de niños pobres, por detrás de Rumanía, Letonia y Bulgaria.
-perdónanos nuestros pecados, porque también perdonamos a todo el que nos debe algo: los pobres no debemos nada a los ricos, sino que son ellos los que nos deben a nosotros todo lo que nos han robado, pero como lo hicieron "legalmente" ni nos lo devuelven, ni van a la cárcel, y si va alguno alguna vez, pagan la fianza y a fuera, mientras que si roba una miseria un desgraciado allí se queda. Perdonarles, claro que sí, pero que hagan lo que hizo Zaqueo: "daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres, y si en algo defraudé a alguien, le devolveré cuatro veces más". Jesús le dice: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa" (Lucas 19,1-10). Si los ricos de hoy hicieran lo que hizo Zaqueo, el mundo actual sería totalmente otro.
Nuestra oración de CADA DIA tiene que ser un deseo inmenso seguido del mayor compromiso de luchar por la justicia, la igualdad, la fraternidad, la solidaridad entre todos los hombres y con toda la creación. Esta tiene que ser nuestra mayor preocupación, como lo fue la de Jesús de Nazaret.
Todas nuestras celebraciones litúrgicas, oraciones, etc. que no están claramente marcadas por estos grandes objetivos, carecen completamente de sentido y son negativas. Dios no necesita absolutamente nada de todo eso.
Por tanto, para hacer oración verdadera no hace falta organizar procesiones, ni hacer peregrinaciones, ni acudir a santuarios o hacer rutas paulinas, crucero incluido, por Grecia, ni hacer el camino de Santiago. Todas estas historias son ganas de mantener tinglados y montajes. Jesús hacia oración recorriendo los caminos de Galilea enseñando a la gente a abrir los ojos para a descubrir su opresión, política y aun más religiosa, darles esperanza y ganas de vivir, y cuando quería pararse a reflexionar no acudía al templo ni a la sinagoga, sino que le valía cualquier lugar un poco tranquilo, alejado del ruido, como podía ser el campo, un monte, etc.
-no nos dejes caer en la tentación: Pero el gran problema del mundo actual es que estamos tirados de bruces en la mayor tentación, la del dinero: el neoliberalismo capitalista nos presenta a los ricos y poderosos como el modelo de hombre a imitar. Ha colonizado del tal manera la mente y el corazón de la gran mayoría de la humanidad, que a pesar de que nos oprimen, explotan y esclavizan, los admiramos y queremos ser como ellos. Como esto no lo podemos conseguir, aumenta cada vez más la brecha entre los ricos y el resto de la humanidad oprimida, marginada, y maltratada, fomentando la impotencia, el sufrimiento, la desesperación y la angustia en tantos millones de personas que ni pueden ni saben cómo salir de su opresión.
-así os digo a vosotros: pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá: afortunadamente hay cada vez más gente movilizándose por un mundo mejor, de más justicia, más igualdad, más solidaridad, más compromiso con los oprimidos. Si estamos convencidos de que podemos cambiar el mundo y por eso lo pedimos, lo buscamos, clamamos por él, seguro que el mundo cambiará, porque al hacerlo ya nos iremos cambiando a nosotros mismos, y por ósmosis iremos contagiando de esta gran y necesaria aspiración cada día a más personas, hasta que un clamor universal dé origen a una nueva humanidad, el gran sueño de Jesús de Nazaret: "uno solo es vuestro Padre, el del Cielo, todos vosotros sois hermanos", un mundo sin opresores ni oprimidos, sido de liberados todos para la Vida, inmanente y trascendente.
No intentemos cambiar el mundo con la violencia, las armas y el poder, porque estos medios los tienen los opresores económicos y políticos (multinacionales y gobiernos unidos). Así lo vamos a comprobar, porque:
El próximo día 24 se vuelve a repetir el “festival” aéreo de Gijón: un gasto indigno, indecente, injusto, una ofensa a las necesidades de los pobres, apoyado desde el Ayuntamiento de Gijón y desde el Ministerio de Defensa. Me resulta insoportable. Hasta las gaviotas y las palomas se asustan con el ruido. Como no puedo soportar semejante contubernio político-militar ese día me marcho de Gijón.
Un abrazo muy cordial a tod@s.-Faustino
“festival” aéreo de Gijón
Lucas 11, 1-13
Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar como Juan enseñó a sus discípulos». Él les dijo: «Cuando oréis decid: "Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan del mañana, perdónanos nuestros pecados, porque también perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en la tentación"». Y les dijo: «Si alguno de vosotros tiene un amigo y viene durante la media noche para decirle: 'Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle". Y, desde dentro, el otro le respondió: "No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados: no puedo levantarme para dártelos". Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. Pues así os digo a vosotros: pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide, recibe; quien busca, halla; y al que llama, se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?».
La oración del Padre Nuestro es como una síntesis del mensaje de Jesús: hacer esta oración en expresar los mejores deseos y compromisos que podemos sentir y desear para la construcción de un mundo mejor.
La Oración no es para pedirle a Dios lo que nosotros podemos y debemos hacer. Decir a Dios "señor ten piedad", no tiene sentido, porque Dios ya tiene piedad aunque no se lo pidamos. Somos nosotros los que debemos tener piedad unos con otros, con predilección, como Jesús, por los más necesitados de este mundo. La oración, pues, es para decirle a Dios qué estamos dispuestos a hacer para nuestro bien, el bien de los demás y el bien de la creación.
El evangelista Lucas es el que más veces dice que Jesús hacía oración. ¿Cómo era su oración? ¿Para qué era su oración? En el Padre Nuestro Jesús nos dejó un modelo perfecto de la misma:
-Le llama a Dios Padre nuestro: Por tanto Dios es Padre, lo cual quiere decir que Dios no es un Jefe, un Gobernante, un Dictador, un Autoritario, un Juzgador, sino que es un Padre que nos quiere como hijos, no como súbditos, como subordinados, como sumisos, sino que es comprensivo, que perdona, que acoge, que nos quiere con amor entrañable, que se preocupa de nosotros, que le preocupamos..., que todos somos hermanos unos de otros, que como hermanos tenemos que tratarnos.
Por tanto la competencia de unos contra otros, el libre mercado, la desigualdad, toda injusticia, el desprecio de unos a otros (racismo, xenofobia, machismo, discriminación hombre-mujer, etc.) son totalmente contrarios al mensaje de Jesús.
-El Padre NUESTRO está en plural, o sea, que el individualismo, el salvarme yo, el cumplir yo, el ser yo predilecto de Dios, son cosas no solo ajenas a Jesús sino abiertamente contrarias a su mensaje. Por tanto nuestro objetivo es toda la humanidad, la preocupación por tod@as.
-Venga tu Reino: el Reino de Dios es justicia, es igualdad, es amor, es solidaridad, es paz, es vida, es fraternidad. Luchar por eso es construir el Reino de Dios. Donde hay estos valores ahí está Dios. Estos deben ser los deseos más grandes de nuestra vida.
-Danos cada día nuestro pan: Si hay pan de sobra en el mundo, ¿por qué tantos y sobre todo tantas mujeres y niños mueren cada día de hambre? Tirar comida a la basura no es humano ni mucho menos cristiano, es un crimen contra los hambrientos, es crimen contra la Madre Tierra porque la obligamos aproducir más de lo necesario, hasta el punto de que la estamos explotando y agotando cada día más. Es un crimen contra el hombre, contra la naturaleza y por tanto contra Dios. Donde no hay compromiso con el hambre de los pobres y con la Madre Tierra, no hay Dios.
En España, las 20 personas más ricas disponen de tanto dinero como los 14 millones de personas más pobres.
El 1% más rico de la población mundial posee más riqueza que el otro 99%.
El 12,6% de los trabajadores en España son pobres (su salario no les permite salir de la pobreza).
La crisis económica aun sigue golpeando con especial dureza a los niños y niñas de España. Esta situación coloca a nuestro país como el cuarto de la UE con la proporción más alta de niños pobres, por detrás de Rumanía, Letonia y Bulgaria.
-perdónanos nuestros pecados, porque también perdonamos a todo el que nos debe algo: los pobres no debemos nada a los ricos, sino que son ellos los que nos deben a nosotros todo lo que nos han robado, pero como lo hicieron "legalmente" ni nos lo devuelven, ni van a la cárcel, y si va alguno alguna vez, pagan la fianza y a fuera, mientras que si roba una miseria un desgraciado allí se queda. Perdonarles, claro que sí, pero que hagan lo que hizo Zaqueo: "daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres, y si en algo defraudé a alguien, le devolveré cuatro veces más". Jesús le dice: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa" (Lucas 19,1-10). Si los ricos de hoy hicieran lo que hizo Zaqueo, el mundo actual sería totalmente otro.
Nuestra oración de CADA DIA tiene que ser un deseo inmenso seguido del mayor compromiso de luchar por la justicia, la igualdad, la fraternidad, la solidaridad entre todos los hombres y con toda la creación. Esta tiene que ser nuestra mayor preocupación, como lo fue la de Jesús de Nazaret.
Todas nuestras celebraciones litúrgicas, oraciones, etc. que no están claramente marcadas por estos grandes objetivos, carecen completamente de sentido y son negativas. Dios no necesita absolutamente nada de todo eso.
Por tanto, para hacer oración verdadera no hace falta organizar procesiones, ni hacer peregrinaciones, ni acudir a santuarios o hacer rutas paulinas, crucero incluido, por Grecia, ni hacer el camino de Santiago. Todas estas historias son ganas de mantener tinglados y montajes. Jesús hacia oración recorriendo los caminos de Galilea enseñando a la gente a abrir los ojos para a descubrir su opresión, política y aun más religiosa, darles esperanza y ganas de vivir, y cuando quería pararse a reflexionar no acudía al templo ni a la sinagoga, sino que le valía cualquier lugar un poco tranquilo, alejado del ruido, como podía ser el campo, un monte, etc.
-no nos dejes caer en la tentación: Pero el gran problema del mundo actual es que estamos tirados de bruces en la mayor tentación, la del dinero: el neoliberalismo capitalista nos presenta a los ricos y poderosos como el modelo de hombre a imitar. Ha colonizado del tal manera la mente y el corazón de la gran mayoría de la humanidad, que a pesar de que nos oprimen, explotan y esclavizan, los admiramos y queremos ser como ellos. Como esto no lo podemos conseguir, aumenta cada vez más la brecha entre los ricos y el resto de la humanidad oprimida, marginada, y maltratada, fomentando la impotencia, el sufrimiento, la desesperación y la angustia en tantos millones de personas que ni pueden ni saben cómo salir de su opresión.
-así os digo a vosotros: pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá: afortunadamente hay cada vez más gente movilizándose por un mundo mejor, de más justicia, más igualdad, más solidaridad, más compromiso con los oprimidos. Si estamos convencidos de que podemos cambiar el mundo y por eso lo pedimos, lo buscamos, clamamos por él, seguro que el mundo cambiará, porque al hacerlo ya nos iremos cambiando a nosotros mismos, y por ósmosis iremos contagiando de esta gran y necesaria aspiración cada día a más personas, hasta que un clamor universal dé origen a una nueva humanidad, el gran sueño de Jesús de Nazaret: "uno solo es vuestro Padre, el del Cielo, todos vosotros sois hermanos", un mundo sin opresores ni oprimidos, sido de liberados todos para la Vida, inmanente y trascendente.
No intentemos cambiar el mundo con la violencia, las armas y el poder, porque estos medios los tienen los opresores económicos y políticos (multinacionales y gobiernos unidos). Así lo vamos a comprobar, porque:
El próximo día 24 se vuelve a repetir el “festival” aéreo de Gijón: un gasto indigno, indecente, injusto, una ofensa a las necesidades de los pobres, apoyado desde el Ayuntamiento de Gijón y desde el Ministerio de Defensa. Me resulta insoportable. Hasta las gaviotas y las palomas se asustan con el ruido. Como no puedo soportar semejante contubernio político-militar ese día me marcho de Gijón.
Un abrazo muy cordial a tod@s.-Faustino
