El enfoque de género en los Acuerdos de Paz en Colombia
Uno de los aspectos positivos que tiene el Acuerdo de paz entre el gobierno y la FARC es el llamado “enfoque de género”. La palabra género, actualmente, sufre las más extrañas contradicciones. Se le invoca para llamarla “ideología” pero también se le reconoce como imprescindible en aspectos de la vida humana, en este caso, en los Acuerdos de Paz, para que las mujeres sean realmente reconocidas, valoradas en su dignidad, restituidas en su condición de mujeres y nunca más les ocurra que, por su ser mujer, se invisibilicen los efectos que la mentalidad patriarcal ha producido en ellas. Y es que en esta guerra de más de 50 años, las mujeres han sido arma y botín de guerra, medio para derrotar al enemigo. ¿Cómo ha sucedido esto? Por la mentalidad patriarcal, es decir, la sociedad donde el que tiene el poder es el varón y la mujer, de alguna manera, está supeditada a él, ha sido posible que los grupos armados hayan violado a muchas mujeres para mostrarle al bando contrario que ellos son más fuertes y les humillan en su condición varonil. Ahí no ha contado la mujer, ella es objeto con lo que los hombres pueden hacer lo que quieren. Más aún, para las mujeres no es fácil denunciar las violaciones de que han sido víctimas porque eso las estigmatiza, no se cree que sea un crimen castigable – se toma como un mal menor en medio de la guerra-, entre muchos otros aspectos que se invocan en ese sentido. De ahí lo valioso de introducir este enfoque de género porque las consecuencias que han sufrido las mujeres hay que repararlas, de manera diferenciada, porque el ser mujer no es un accesorio sino una dignidad fundamental. De esto no es ajena la fe. También ella ha de tener ese enfoque de género para denunciar todos los atropellos que sufren las mujeres en razón de su ser mujeres y no decaer en la lucha porque a ellas se les reconozca su dignidad e igualdad fundamental en la sociedad y en la iglesia.