Democracia inflada (y Vivencias y convivencias 5)

El hombre es un animal racional y afectivo, en el que la razón se nutre de afección. La razón articula la realidad a partir de su aprehensión sensible o sensitiva, de modo que la implicación sentimental de lo real condiciona su explicación racional o abstracta. El amor y el odio, la aprehensión positiva y la aprensión negativa juegan así un papel o rol fundamental en nuestras relaciones con el mundo, las personas y las cosas. Pues bien, es en la democracia donde se trata de equilibrar lo racional y lo cordial, lo abstracto y lo concreto, el ideal y lo real, la cualidad y la cantidad.

La democracia no es asalto de la tierra o el cielo, sino el asalto pacífico del centro y su irradiación mediadora. Así lo entiende el gran poeta Walt Whitman, cuando propone la democracia (americana) como una divinidad terrestre, la conjunción del cielo y la tierra. La épica democrática es la épica del héroe común, así pues del héroe que triunfa y fracasa, del hombre que se proyecta humanamente en medio de una naturaleza englobante. El hombre es cósmico, y el cosmos es humano: Whitman predica el hermanamiento universal de todo con todo, de todos con todos, a través de una mística sensual y la revisión cuasi panteísta del ser como enredadera del universo.

La poética de Whitman se situaría hoy entre el vitalismo de Nietzsche, la mística de Teilhard y el naturalismo de Neruda. Pero frente al germano, el americano celebra la potencia humana frente a la prepotencia sobrehumana del superhombre nietzscheano. Nuestro autor predica un democratismo cósmico o universal, en el que se concelebre la hermandad y la camaradería generalizadas, la apertura de puertas y portones, la simpatía o empatía frente al otro, el diálogo de lo secular y lo místico, de la carne y el alma, del hombre y lo sagrado.

El canto del cantor americano canta el cuerpo y el espíritu, lo femenino y lo viril, la vida y la muerte, basado en una aferencia o afecto universal y en una oferencia u ofrenda también universal. El poeta nos induce a asumirlo todo, lo positivo y lo negativo, lo bueno y lo malo, a través de una mediación maternal y paternal a la vez, es decir, fraternal. Se trata de implicar lo positivo o celeste y de explicar lo negativo o demónico trasfigurándolo simbólicamente. La clave de semejante trasfiguración o metamorfosis está en el amor, un amor exaltado y marino sin limitaciones: “Y tú, mar, úngeme con tu amorosa espuma: yo soy igual a ti, yo soy de una faz y tengo todas las faces, también yo tengo flujos y reflujos, también llevo en mi el odio y la paz. Glorifico a los amigos y los que duermen abrazados: yo soy quien atestigua la simpatía. El mal me impulsa, y la reforma del mal me impulsa” (Hojas de hierba, XXII).

Ahora bien, la democracia americana de Whitman tiene un flanco insuficiente por desmesurado, el cual aparece al final en la denegación de todo final, cuando se proclama que la muerte no existe porque todo es vida y vital, vida eterna. Nada perece, dice el autor desde su deísmo o teísmo brumoso. Pero no: al proponer que la muerte no existe, se sobrevuela optimistamente el propio morir en su límite, finitud y contingencia radical. Pero con ello la democracia (americana) se desenfrena ilimitadamente, inflada de su propia inflación de un liberalismo abstractoide y sin límites. Eso sí, en Whitman esta inflación es contrarrestada por un amor compasivo, pero en su epígono Donald Trump no hay contrarresta sino suma y sigue.

Una tal democracia inflada resulta insostenible. El poeta americano exulta la hierba como el símbolo natural del amor humano y divino, terrestre y celeste, pero nuestra democracia americana se fumó esa hierba en tiempo de la contracultura. La democracia posterior o posmoderna se libró de viejas dictaduras a derecha e izquierda, pero puede acabar como una democracia esfumada, así pues un tanto fumada y ahumada. Los humos del inflado presidente D.Trump tienen que ver con nuestra democracia inflada, cuya cura sin duda debe ser ecológica y feminista, pero de un ecologismo y feminismo pacífico o pacifista.

Quizás la solución esté ya no en asaltar el cielo revolucionariamente ni en asaltar la tierra contraculturalmente, sino en la conjunción de tierra y cielo, realidad e idealidad a través de su medio o mediación. Quizás se trate más bien entonces de asaltar el centro que re-media nuestra inflacción y sus burbujas. Supongo que la socialdemocracia de Pedro Sánchez podría ser una posible cura de humildad, así como una penúltima oportunidad de desinflar nuestra democracia inflada mediante el diálogo y la comprensión, la hermandad y el civismo, el realismo y el idealismo.
Y es que al final siempre hay un juicio de amor, porque el hombre es un animal racio-afectivo. En Whitman ese juicio de amor se refiere al amor cortés de la fratría masculina por su dama democracia.

VIVENCIAS Y CONVIVENCIAS



---La voz con que llamamos a Dios es la voz con que Dios nos llama (A.Machado).
---El Dios de Machado es el tú de todos: otredad inmanente, alteridad del uno, heterogeneidad del ser.
---Según Machado, en el diálogo de Sócrates aflora la razón dialéctica de carácter masculino: mientras que en el diálogo evangélico de Cristo aflora un amor o diléctica cuasi femenina.
---Heidegger conoce el don del ser, pero Jesús conoce el per-dón: el cual es un don sublime (la gracia).
---En el Evangelio Jesús otorga el perdón a la pecadora por amor: “porque ha amado mucho” (el amor es redentor).
---La temporalidad como consistencia y desistencia del hombre.
---R.Panikkar tiene una visión cosmoteándrica: yo mantengo una revisión cosmoteandrógina.
---El hombre envidia (ama y odia) la potencia de la mujer: la mujer envidia (ama y odia) el poder del hombre.
---Los estados de ánimo son individuales y colectivos: estancias e instancias de la conciencia humana.
---El viejo cansancio de España con el nacionalismo franquista: el nuevo cansancio de España con el nacionalismo vasco y catalán.
---Cuidado con los extremos: la cabeza dice abstracción y los pies mera tracción (pensar con el corazón y su atracción).
---La involución como silenciamiento, la evolución como ebullición y la revolución como estallido.
---Me jubilé en Zaragoza desnudo: por eso me he arropado escribiendo sobre mis autores y temas preferidos.
---Necesito andar: si no anduviera me pararía.
---El aire airado de Zaragoza: airera.
---Me desperezo en primavera: y me desespero en invierno.
---Bajar la cabeza y enfilar el último camino: el que desemboca en el más allá.
---El irreligioso piensa a Dios como un ser putativo o supuesto: el religioso lo piensa como el ser presupuesto, a la vez putísimo (purísimo) y potísimo (potentísimo).
---Los protestantes nos preceden en Galilea.
---Dice Z.Bauman que las redes sociales son una trampa, como si lo demás no lo fuera: yo hablaría mejor de “trampantojo”, el cual es una trampa que se asume como tal (un simulacro, artificio o ilusión).
---El gozo es la luz de lo sagrado: el sufrimiento es la sombra de lo sagrado.
---El último O.Wilde reinterpreta la imaginación ya no como profana sino como religiosa o religadora: por eso preconiza no vivir para ser amado sino para amar, y finalmente morir por lo que amamos.
---Todo para ser verdad ha de hacerse religión, dice O. Wilde: así pues, ritual de amor, sentido consentido.
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