Donald Trump, EEUU, Política internacional, Deshumanización, Injusticia ¿Por qué a los británicos no les gusta Donald Trump?
![¿Por qué a los británicos no les gusta Donald Trump?](/2025/02/08/hacer_realidad_lo_posible-_jesus_lozano_pino/britanicos-gusta-Donald-Trump_2750734936_17556054_660x371.jpg)
Una radiografía de Nate White sobre Trump
¿Por qué a los británicos no les gusta Donald Trump?
Una radiografía de Nate White sobre Trump
Visto lo visto mi anterior artículo se quedó corto, muy corto acerca de la subida al poder de Donald Trump y las medidas anti solidarias y deshumanizadas que sospechábamos iba a implementar:
![trump haciendo américa grande](https://www.religiondigital.org/2025/02/08/trump_haciendo_america_grande.jpg?hash=8fa23be27dd560ab7cd583dad0f3e7e696e92019)
https://www.religiondigital.org/hacer_realidad_lo_posible-_jesus_lozano_pino/repartido-mundo-asombra_7_2746295347.html. Se están repartiendo el mundo delante de nuestras narices, de forma espeluznante, como si de un matón de la mafia se tratase, olvidando que es descendiente de inmigrantes: https://www.lavozdegalicia.es/xlsemanal/historia/abuelo-donald-trump-emigrante-friedrich-drumpf.html y poniendo históricamente en mejor lugar de lo que merece a George Bush, si lo comparamos con él. Verdaderamente increíble. no olvidemos que quien juega con fuego, acaba quemándose. Esperemos que no le estalle la bomba en las manos de la política Exterior y haga a EEUU menos grande.
![trump cachondeándose](https://www.religiondigital.org/2025/02/08/trump_cachondeandose.jpg?hash=d49bb02e235706f6e4ad17795bc9ba84e67f8fa6)
Sabemos que en Inglaterra y en EEUU La economía es la que mueve la política y no al revés. Alguno estará pensando, no sin parte de razón, que eso sucede en todos los países del mundo. Es el poder del sistema, ¿verdad? Pero lo de Trump llega a unos niveles nunca vistos, de tal forma que un aliado histórico y “natural” de Estados Unidos como Inglaterra tenga que aprender a bañarse y guardar la ropa en la política internacional, ya que la puesta en escena de Trump no gusta ni convence, ni ayuda a poner en mérito su amistad. Es así que los ciudadanos británicos no pueden sino mirar de forma intrigante y hasta antipática la figura humana y política del nuevo (por 2ª vez) mandatario estadounidense, que viene, si cabe, con más fuerza para dejar su nombre en los libros de historia. ¡Y eso que en Inglaterra han tenido a Boris Johnson, que también era y es un personaje! Pero al lado de Trump queda más bien como un payasito de feria que daba juego parlamentario y a la prensa rosa.
![trump empleándose a fondo](https://www.religiondigital.org/2025/02/08/trump_empleandose_a_fondo.jpg?hash=db702a394f4bd352a1d20c56a2b71cd19e726d5b)
Nate White, un ingenioso escritor inglés, ofrece una pintura sobre el presidente de los Estados Unidos. “No tiene clase, ni encanto, ni frialdad, ni credibilidad, ni …”.
"¿Por qué a algunos británicos no les gusta Donald Trump?”
Se me ocurren algunas cosas. Trump carece de ciertas cualidades que los británicos tradicionalmente aprecian.
Por ejemplo, no tiene clase, ni encanto, ni frialdad, ni credibilidad, ni compasión, ni ingenio, ni calidez, ni sabiduría, ni sutileza, ni sensibilidad, ni conciencia de sí mismo, ni humildad, ni honor ni gracia; todas cualidades con las que, curiosamente, su predecesor, el señor Obama, fue generosamente bendecido.
Así que para nosotros, el marcado contraste pone de relieve de manera vergonzosa las limitaciones de Trump.
Además, nos gusta reírnos. Y aunque Trump puede ser risible, nunca ha dicho nada irónico, ingenioso o siquiera ligeramente divertido; ni una sola vez, nunca.
No lo digo retóricamente, lo digo en sentido literal: ni una sola vez, nunca. Y ese hecho es particularmente inquietante para la sensibilidad británica: para nosotros, carecer de humor es casi inhumano.
Pero con Trump, es un hecho. Ni siquiera parece entender lo que es un chiste: su idea de un chiste es un comentario grosero, un insulto analfabeto, un acto casual de crueldad.
Trump es un troll. Y como todos los trolls, nunca es gracioso ni se ríe; solo alardea o se burla. Y, lo que es más espeluznante, no solo habla con insultos crudos y tontos: en realidad piensa en ellos. Su mente es un algoritmo simple, similar a un robot, de prejuicios mezquinos y maldad instintiva.
Nunca hay una capa subyacente de ironía, complejidad, matices o profundidad. Todo es superficial. Algunos estadounidenses podrían considerar esto como algo refrescantemente sincero.
Bueno, nosotros no. Lo vemos como algo que no tiene mundo interior, ni alma. Y en Gran Bretaña tradicionalmente nos ponemos del lado de David, no de Goliat.
Todos nuestros héroes son valientes perdedores: Robin Hood, Dick Whittington, Oliver Twist. Trump no es valiente ni un perdedor. Es exactamente lo opuesto. Ni siquiera es un niño rico mimado ni un gato gordo codicioso. Es más bien una babosa blanca y gorda. Un Jabba el Hutt privilegiado.
Y lo que es peor, es lo más imperdonable de todo para los británicos: un matón. Es decir, excepto cuando está entre matones; entonces, de repente, se transforma en un compinche llorón.
Hay reglas tácitas para esto –las reglas Queensberry de la decencia básica– y él las rompe todas. Golpea hacia abajo –algo que un caballero nunca debería hacer, haría, no podría hacer– y cada golpe que lanza es por debajo del cinturón.
Le gusta especialmente patear a los vulnerables o a los que no tienen voz –y los patea cuando están en el suelo.
Así que el hecho de que una minoría significativa –quizás un tercio– de los estadounidenses vean lo que hace, escuchen lo que dice y luego piensen “Sí, parece mi tipo de hombre” es motivo de cierta confusión y no poca angustia para los británicos, dado que:
Se supone que los estadounidenses son más amables que nosotros, y en su mayoría lo son.
No hace falta un ojo especialmente agudo para los detalles para detectar algunos defectos en este hombre.
Este último punto es lo que confunde y consterna especialmente a los británicos, y a mucha otra gente también; sus defectos parecen bastante difíciles de pasar por alto.
Después de todo, es imposible leer un solo tuit, o escucharlo decir una frase o dos, sin mirar fijamente al abismo. Convierte la falta de arte en una forma de arte; es un Picasso de la mezquindad; un Shakespeare de la mierda. Sus defectos son fractales: incluso sus defectos tienen defectos, y así hasta el infinito.
Dios sabe que siempre ha habido gente estúpida en el mundo, y mucha gente desagradable también. Pero pocas veces la estupidez ha sido tan desagradable, o la desagradable tan estúpida. Hace que Nixon parezca digno de confianza y que George W. parezca inteligente. De hecho, si Frankenstein decidiera hacer un monstruo compuesto enteramente de defectos humanos, haría un Trump.
Y un Doctor Frankenstein arrepentido se arrancaría grandes mechones de pelo y gritaría angustiado: “Dios mío… ¿qué… he… creado? ”. Si ser un idiota fuera un programa de televisión, Trump sería el set completo”.
Fuentes:
https://acento.com.do/editorial/retrato-de-donald-trump-9450194.html
https://www.elmundo.es/internacional/2025/01/27/6797a06421efa05c608b4585.html
https://pijamasurf.com/2025/01/trump_esa_tragedia_segun_nate_white_de_no_saber_reirse_de_uno_mismo/
![trump desafiante](https://www.religiondigital.org/2025/02/08/trump_desafiante.jpg?hash=e65e67600012cf202af6116aaad2c77d47267264)