Carta del Obispo de Astorga todos los diocesanos Alfonso del Río: "Esperando al que viene"
Destacamos algunos mensajes certeros de la carta del Obispo de Astorga que nos han parecido muy certeros para la situación actual
"Los cristianos hemos sufrido y muerto como los demás, pero nos hemos sentido reconfortados por el Señor"
"El Señor está para llegar, pero hemos de prepararle alojamiento en nuestro corazón"
"Acercándonos al sacramento de la reconciliación, encontraremos la mejor medicina frente al virus del mal"
"El Señor está para llegar, pero hemos de prepararle alojamiento en nuestro corazón"
"Acercándonos al sacramento de la reconciliación, encontraremos la mejor medicina frente al virus del mal"
Alfonso del Río, corresponsal en Astorga
En el último número del Semanario "Día 7", que edita la Diócesis de Astorga, el Obispo D. Jesús Fernández, escribe una carta que dirige a todos los diocesanos y que lleva por título "Esperando al que viene".
De esta carta hemos destacado algunos mensajes, que nos han parecido muy certeros para la situación actual:
"...Si en estos momentos planteáramos una pregunta global acerca de aquello que se espera con más anhelo, estoy seguro que la respuesta ganadora apuntaría a una vacuna contra el Covid-19..."
"...después de muchas batallas perdidas unas, ganadas, otras, habiendo hecho muchos sacrificios en forma de encierros domiciliarios, distancia afectiva y social, higiene sobreabundante, parece firme la convicción de que, con la vacuna, se van a ahuyentar todos nuestros males..."
Continúa Mond. Fernández diciendo "...Los cristianos hemos sufrido y muerto como los demás, pero nos hemos sentido reconfortados por el Señor. Por otra parte sabemos que no es éste el peor virus, ni el más mortal, ni el más dañino: el mayor azote para la humanidad viene del pecado en sus distintas formas de egoísmo, soberbia, avaricia, lujuria, injusticia. El pecado grave hace sufrir y degradar al que lo comete y a los que sufren sus consecuencias. Esta misma fe nos sostiene también a nosotros, creyentes del siglo XXI. Creemos en un Dios Padre que cuída de nosotros y se compadece de nuestros males.
"...el Señor está para llegar, pero hemos de prepararle alojamiento en nuestro corazón y en nuestro mundo. Lo primero será abrir las ventanas para que entre el aire del Espiritu y oxigene el ambiente enrarecido por el pecado. El Adviento es un buen momento para hacer penitencia y suplicarle el perdón. Acercándonos al sacramento de la reconciliación, encontraremos la mejor medicina frente al virus del mal..."
Finaliza D. Jesús su carta semanal "Esperando al que viene", invitando a usar la mascarilla de la oración. Ella impedirá que respiréis el virus de la mundaneidad y nos ayudará a sentir la cercanía de Dios y su presencia en los ámbitos sagrados; también en los hermanos pequeños, pobres y frágiles.