Mons. Jesús Fernández acaba de cumplir tres meses como Obispo de Astorga. Ha llegado en tiempos convulsos, presididos por la pandemia del coronavirus, que además de sus implicaciones sanitarias, está teniendo una repercusión social devastadora. En sus primeros meses al frente de la Diócesis ha tenido oportunidad ya de visitar buena parte del territorio y sus gentes. Continúa haciéndolo, aunque en este tiempo ya se ha hecho una idea sólida de la situación de la diócesis para trazar planes para continuar mejorando la acción diocesana.

Con este motivo ha concedido una entrevista al diario "EL FARO ASTORGANO" en la que Mons. Jesús Fernández reflexiona sobre la situación sociodemográfica de la diócesis, al tener que atender un espacio tan extenso y cada vez más despoblado, actualmente con pocos sacerdotes.

"Efectivamente -dice D. Jesús Fernández- es un problema y no sólo de la Diócesis de Astorga. Hace unos 20 años ya se crearon los centros de acción pastoral que eran una respuesta ya a la situación demográfica y social que tomaban las parroquias. Con esta misma filosofía, vamos a desarrollar una herramienta nueva que llamamos unidades pastorales. Este mismo año vamos a diseñar un mapa nuevo de unidades pastorales. Con ellas vamos a intentar aportar un enfoque de interrelación entre parroquias combatiendo un mal muy extendido que llamamos parroquialismo y que consiste en creer que la parroquia es el mundo y que no hay nada más allá que es la Iglesia entera".

"Trataremos de vencer ese parroquialismo con una interrelación mayor con otras parroquias del entorno y con un mayor espíritu de comunión entre los fieles a través de estas unidades pastorales. También queremos que en este esquema se impliquen los seglares evitando otro mal, que es el clericalismo, que como señala el Papa puede llevarnos a creer que los clérigos somos la iglesia: como la parroquia, somos una parte, pero no somos "la Iglesia".

"Así con esas unidades pastorales pretendemos que los fieles sean más participativos, que no acudan a la iglesia como meros espectadores; por otra parte, también tienen un componente misionero; buscar a la gente que está más alejada de la Iglesia".

Una de las primeras medidas de reactivación de la Diócesis de pontificado de Mons. Fernández ha sido el diseño y puesta en marcha de un plan que sirva para captar de nuevo la atención de los jóvenes, para canalizar su fuerza y sus actitudes positivas. El propio Obispo explica el funcionamiento de este plan que tendrá tres escalones y que se prolongará a lo largo de lo que queda de este año y el próximo a modo de curso natural.

"...Tenemos que cuidar a los jóvenes y nos hemos puesto a la escucha de los jóvenes y su realidad. Por ello hemos diseñado un programa que vamos ya a poner en práctica que en su primera fase consta de una encuesta que se desarrollará de manera digital a través de una plataforma.

Los resultados de esa encuesta se analizaran posteriormente y se les trasladará a la luz de las enseñanzas del Papa y su exhortación sobre los jóvenes Cristo Vive. Está segunda fase tendrá una ponencia-asamblea en Ponferrada con un gran encuentro de jóvenes de la diócesis. En una tercera fase les pediremos que nos hagan propuestas para ver cómo pueden colaborar en  acción de la Iglesia de nuevo en su entorno más cercano y también por medios telemáticos.