Manuel Gullón y de Oñate, presidente de la Fundación "Enfermeras Mártires de Somiedo" "Las Enfermeras Mártires eran tres laicas normales que vivían con sus familias en aquella España azarosa y convulsa del año 1936"
El 29 de mayo de 2021 tendrá lugar en la Catedral de Astorga, la beatificación de tres seglares laicas conocidas como las "Enfermeras Mártires de Somiedo", que fueron asesinadas por no renunciar a su fe católica
En el año 2005, se constituyó la Fundación impulsada por todos lo hermanos Gullón y de Oñate, que durante doce años ha trabajado para hacer realidad este día
Hemos entrevistado a Manuel Gullón y de Oñate, Presidente de la Fundación, quien nos habla sobre este importante acontecimiento que marcará un hito en la historia de la Diócesis de Astorga
Hemos entrevistado a Manuel Gullón y de Oñate, Presidente de la Fundación, quien nos habla sobre este importante acontecimiento que marcará un hito en la historia de la Diócesis de Astorga
Alfonso del Río, corresponsal en Astorga
El próximo día 29 de Mayo de 2021 tendrá lugar en la Catedral de Astorga, la beatificación de tres seglares laicas conocidas como las "Enfermeras Mártires de Somiedo", que fueron asesinadas por no renunciar a su fe católica.
Una de ellas, Pilar Gullón, es de Astorga y fue en el año 2005 cuando sus seis sobrinos, los hermanos Gullón, formalizaron una Fundación para promover la beatificación.
Como presidente de la misma fue nombrado, D. Manuel Gullón y de Oña, Conde de Tepa y que desde su cargo como Gentilhombre de Su Santidad y al tener que viajar frecuentemente a Roma, le facilitaba las gestiones ante la Congregación de la Causa de los Santos e impulsar esta Causa.
Como postulador fué nombrado por la Fundación, D. Jua José Brosel, quien siguió todo el proceso hasta hace poco más de un año que tuvo que abandonar por incompatibilidad, al ser nombrado para otro cargo dentro de la Curia. Le sustituyó María Victoria Hernández Rodríguez, quien se está ocupando de la organización de todos los preparativos y actos hasta el próximo día 29 de Mayo.
Hoy hemos entrevistado a Manuel Gullón y de Oñate, Presidente de la Fundación, quien nos habla ampliamente sobre este importante acontecimiento que marcará un hito en la historia de la Diocesis de Astorga.
Manuel Gullón, ¿Podría decirnos cuál y cómo ha sido el recorrido para llegar a este momento de la Beatificación?
Hasta el fallecimiento de mi padre, José Mª Gullón – hermano de una de las enfermeras, Pilar – vivimos muy intensamente su vida y su martirio. Su casa estaba impregnada de recuerdos de ella. Todos, los 6 hermanos, la teníamos muy presente. A su fallecimiento y ya en 2006, decidimos constituir una Fundación de derecho canónico - de la que formamos parte los 6 hermanos y el obispo de Astorga – con el fin de promover la Causa de Beatificación no sólo de mi tía, sino de las tres Enfermeras Mártires de Astorga.
Durante todos estos años, y hasta que el Papa Francisco en 2018 firma el Decreto nombrándolas Beatas, hemos trabajado muy duro tanto en España como en Roma (Congregación de las Causas de los Santos) para llegar a esta meta. El tiempo ha sido corto -12 años- porque el trabajo ha sido bien hecho por parte de la Fundación y del equipo de personas que han colaborado con nosotros. No ha sido tampoco fácil porque hay que dar muchos pasos y son muy exigentes en todos los requisitos para que llegues a un buen resultado.
Y, finalmente, nos encontramos que en Astorga había fallecido Don Juan Antonio, el anterior obispo, por lo que hubo que retrasar la Ceremonia de Beatificación hasta el nombramiento de un nuevo Obispo. Felizmente, la fecha de esta Ceremonia ya está anunciada para el 29 de mayo.
Podemos decir que sin la existencia de la Fundación esta Beatificación del próximo 29 de mayo nunca hubiera tenido lugar. Queremos agradecer de corazón a todos cuantos nos han ayudado a que esta Causa saliera adelante. Sin ellos, sin su esfuerzo, no hubiera sido posible. Al propio personal del Obispado en sus inicios que se volcó para preparar la Causa y enviarla a Roma, al Postulador que durante años trabajó duramente preparando todos los informes que tenían que ir saliendo y presentando y a tantas otras personas….: ¡¡Muchas gracias a todos ellos!!
¿Quiénes eran las enfermeras mártires de Somiedo? ¿Podría darnos algunos datos biográficos de ellas? Cuéntenos un poco de la historia personal de las tres.
Las Enfermeras Mártires eran tres laicas normales que vivían con sus familias en aquella España azarosa y convulsa del año 1936. Cada una de una forma diferente pero con muchos puntos en común y sobre todo que eran las tres muy amigas.
Pilar Gullón nació el 29 de mayo de 1911, es decir que el día de la Ceremonia de Beatificación haría los 110 años de su nacimiento. Nació en Madrid pero con un importante arraigo en Astorga, gozando de mucho prestigio, ya que su padre había sido diputado liberal durante muchos años y un gran benefactor de la Ciudad. De familia muy religiosa, se dedicaba a sus labores y especialmente al cuidado de su padre, muy enfermo, hasta que falleció. Al mismo tiempo se dedicó a actividades sociales en su parroquia y a distintas organizaciones religiosas que le ocupaban gran parte del día. Cuando estalló la Guerra Civil contaba 25 años de edad.
Octavia Iglesias nació en Astorga el 30 de noviembre de 1894, en la Rúa Antigua. Octavia y Pilar eran parientes ya que sus madres eran primas. Gran parte de su tiempo se dedicó a cuidar a su padre, hombre anciano y enfermo; Octavia había nacido cuando su padre tenía 59 años. Y cuando fallece su padre se dedica a cuidar a su madre en un ambiente claramente religioso. Esta familia tenía fama de virtud y grandes obras apostólicas. Cuando estalló la Guerra Civil contaba 41 años de edad.
Olga Perez-Monteserín nació en París el 16 de marzo de 1913. Hija de un conocido pintor y de una familia astorgana por parte de madre, se establecen en esa Ciudad en 1920. Olga era soltera, se dedicaba a sus labores y tenía una gran sensibilidad por las artes plásticas por influjo de su padre, ocupando parte de su tiempo en el arte de la pintura. Cuando comienza la Guerra Civil contaba 23 de edad.
Pilar y Olga, de la misma edad, se conocían y salían mucho en Astorga. Tenían muchos amigos en común. Y con Octavia se veían con frecuencia porque aunque la diferencia de edad era importante, el vínculo familiar era en esa época un nexo de unión fundamental que hacía se vieran con mucha frecuencia las dos familias.
Una vez que el Santo Padre, el Papa Francisco, ha fijado la fecha de la beatificación, ¿qué actos se celebrarán hasta el día 29 de Mayo?
En primer lugar, ya se celebró en la Catedral el pasado 28 de octubre un solemne funeral con motivo de la fecha del martirio. Fue el comienzo de los actos para celebrar la Ceremonia de Beatificación. Se ha presentado ya oficialmente un logotipo que servirá para esta próxima Ceremonia de Beatificación.
Está prevista la difusión a nivel diocesano, e incluso a nivel nacional, de la vida y martirio de las tres mártires con el fin de que se conozca mejor y se proyecte sobre todo entre los jóvenes y sirva de ejemplo para todos.
La Diócesis prevé también un ciclo de conferencias para transmitir el significado humano y espiritual de su martirio.
Durante todo este tiempo y hasta la Ceremonia de Beatificación –y en la Diócesis de Astorga– los sacerdotes dirigirán pastorales sobre las tres Mártires con el fin de difundir su vida y ejemplo.
Habrá una preparación espiritual para todos los fieles, las comunidades de vida consagrada y sacerdotes sobre las tres Mártires.
Se van a desarrollar una serie de actos durante estos próximos meses con el fin de divulgar la vida de las Beatas.
A su juicio, D. Manuel Gullón, ¿Qué significará para la diócesis particular de Astorga esta beatificación?
Es la primera vez que una Ceremonia de Beatificación se va a celebrar en la Catedral de Astorga después de cientos de años, es decir, después de la creación de la Diócesis de Astorga. Es un acontecimiento importantísimo para la Diócesis y para la Ciudad de Astorga. Y, desde luego y sobre todo por el hecho de Beatificar a tres jóvenes astorganas que entregaron su vida por la Fe, que podían haber salvado sus vidas si hubieran querido y que es un testimonio de la grandeza de la fuerza espiritual que tuvieron en esos momentos y del que tenemos todos que tomar ejemplo.
¿Quién es el postulador de esta Causa?
El Postulador de la Causa fue D. José Jaime Brosel que tuvo que dejarlo el pasado año 2018 por razones de incompatibilidad con un nuevo puesto en la Congregación de la Causa de los Santos y la Fundación nombró como Postulador a Maria Victoria Hernández, que reside en Roma.
¿Usted conoció personalmente a Pilar Gullón Yturriaga? ¿Qué destacaría de sus virtudes humanas y espirituales?
Difícilmente pude conocer a Pilar ya que su martirio fue en 1936 y yo nací en 1950.
Sin embargo y a través de mi Padre, que convivió con ella muchos años hasta el 1936, podría destacar su alegría, su buen hacer y desprendimiento hacia los demás. Siempre volcada en hacer el bien hacia todos sin preocuparse por ella misma. Tenía tiempo para todos pero no para ella y esa fue la razón por la que hizo rápidamente el curso de la Cruz Roja en Astorga para marcharse al hospital a curar a los heridos.
Conservamos en casa parte de su diario, manchado en sangre, en donde se refleja su alegría, su capacidad de servicio y su entrega.
¿Cómo recibió la noticia de la beatificación de las enfermeras mártires de Somiedo?
Para nosotros, para la Fundación, y para mí que lo he llevado muy personalmente, la satisfacción ha sido infinita. Es un reconocimiento al ejemplo que tres enfermeras nos han querido transmitir
¿En Astorga, desde hace ya muchos años, se las reconoce con el nombre dedicado de una calle?
Hace ya muchos años el Ayuntamiento de Astorga decidió reconocer el ejemplo de estas tres jóvenes Enfermeras dedicándolas una calle en Astorga. Yo lo recuerdo muy bien porque estuve presente –era muy joven– y fuerom muy emocionantes las palabras que se dedicaron entonces en honor de las tres mártires sin pensar en absoluto que en el año 2021 iban a ser declaradas Beatas.
Me alegro ahora mucho que el Consistorio Astorgano reconociese a tres jóvenes maragatas el valor del martirio sin distinción de colores ni de signos.
Finalmente, ¿algo más que añadir?
Como presidente de la Fundación me siento orgulloso de haber llevado a buen término esta Causa 13 años después de haberla iniciado. No sabíamos lo que nos íbamos a encontrar entonces. Es cierto que ha habido dificultades pero también alegrías y mucha esperanza. Y sobre todo nos han ayudado las tres Enfermeras desde Arriba.
Me siento especialmente orgulloso porque era algo que a mi Padre le hubiera gustado haber comenzado él mismo. Y lo hemos hechos sus hijos.
Pero mucho más orgulloso porque es un reconocimiento que la Iglesia hace para que todos podamos tomar ejemplo de cómo eran estas tres maravillosas enfermeras, llenas de virtudes, de heroísmo, de entrega, de pasión… ¡y de Fe! Entregaron su vida a Cristo y lo dieron todo. Tenían todo y lo dieron todo. Cuando las acababan de fusilar, a Pilar no llegaron a matarla del todo, se levantó y gritó : “Viva Cristo Rey” y entonces la dieron el tiro de gracia.
No estoy pensando en bandos ni en colores. No me importa. Me importa mucho el hecho por el que murieron. No renunciaron nunca a su Fe. Y ese el ejemplo que tenemos que transmitir a todos. Eran muy jóvenes.
La entrega, el sacrificio. La Fe. Vaya valores tan increíbles que hoy parece no están de moda… Me alegro mucho por la Diócesis de Astorga que ya tiene tres nuevas Beatas Enfermeras laicas. Y en este siglo en el que los laicos tenemos que dar muchos pasos adelante. Ejemplo para todos. Y ejemplo para la Iglesia, para todos. Muchas gracias.
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