Mejor le hubiera sido estar callado (Sr. Uriarte)
Extractos de la nota del Sr. Uriarte, Don Juan María Uriarte, de profesión obispo [quien desee leerla íntegra, pinche aquí]:
1. El grave atentado... ha generado profunda indignación y abatimiento en la inmensa mayoría de los ciudadanos. Los notables daños materiales, el número apreciable de heridos...la desaparición de dos jóvenes inmigrantes ...nos han llenado de tristeza y preocupación.
Hay circustancias, y ésta es una de ellas, en que las palabras privan de contenido al silencio. Para expresar los sentimientos que embargan hoy a la sociedad, no necesitamos vomitar expresiones que el sentido común ya ha generado en el interior de cada uno: mejor le hubiera sido estar callado.
2. No podemos menos de condenar moralmente este acto que ha sembrado de nuevo terror en la población afectada, vulnera gravemente el derecho a la vida y a la integridad de las personas y es signo de una intolerancia que interfiere violentamente en la vida de un pueblo erigiéndose indebidamente en su intérprete.
Sr. Uriarte, ¿lo condena? ¿Y a quién le importa una condena que no tiene la más mínima consecuencia? Claro, por eso dice "moralmente". Es como la "pobreza de espíritu" que permite que la Iglesia sea la mayor sociedad inmobiliaria de España. ¿Va a echar de sus parroquias a los curas que nunca condenan? ¿Va a espetarles a la cara a los asesinos, a sus familiares que les comprenden, a sus apoyos, a cargos políticos que sintonizan su onda... eso mismo que lanza al viento como pedorreta mental?
3. Nuestra mirada se concentra de modo especial en las dos personas desaparecidas...
Otro tópico que falla hasta en la redacción. ¿Qué es eso de "se concentra"? ¿El estudio del euskera le impide recordar su castellano solariego?
4. ...esperanza de un pueblo que desea ardientemente la paz y la necesita sin demora. Quien así procede no respeta la voluntad ... de esta comunidad que de mil maneras reclama y exige, casi cada día, el fin de toda violencia.
Aquí navega por el proceloso piélago de las suposiciones. En su propia comunidad donostiarra hay voceros que, como gritan más que los otros,
hacen ver que la única voz es la reivindicación de independencia, "anschluss" de Navarra y otros añadidos "menores". ¡Y qué sibilino el adjetivo que determina la clase de "violencia" a condenar: toda! Lo mismo que el "casi a diario".¿No ve que hay muchos que le vemos el plumero?. Mire, Sr. Uriarte, puestos a hablar, yo NO DESEO ardientemente "esta" paz: deseo justicia, respeto, igualdad ante la ley, reglas de juego claras, expulsión de quienes no se someten a las mismas... ¿Le suena de algo eso de "estado de derecho"?
5. Queremos pensar que este zarpazo no cerrará del todo el ya laborioso camino hacia la paz. El retorno a la incomunicación y a la violencia sería una regresión humana y moral intolerable. Para lograr la paz y la reconciliación no hay otro camino que el entendimiento...
Este punto no tiene desperdicio y es el que, probablemente, mejor condensa la marasmo mental en que se encuentra esta mente privilegiada. A ese "zarpazo" un tal Sr. Rodríguez, del que ya no recuerdo si es presi-dente o presi-diario, lo ha llamado... ¿cómo lo ha llamado?... no recuerdo bien... ¡No, Sr. Uriarte, ni como metáfora sirve: no es zarpazo, es a-se-si-na-to! Tampoco mancille por confusión la palabra "paz", saco sin fondo donde se puede meter todo como disculpa. No se trata aquí de paz, quede claro.
He subrayado, asimismo incomunicación y violencia: ¿pone ambas expresiones en paridad? ¿Incomunicación del gobierno y violencia de unos pocos? ¿En estos términos está el diálogo?
Y de nuevo la lingüística, la semiología o la semántica: ¿qué es eso de "regresión humana y moral"? ¿Ha visitado Atapuerca hace poco?
Y la coletilla, el entendimiento. Esto roza lo genial. Sígame leyendo, Sr. Uriarte:
Hará cosa de medio mes, alguien abrió mi coche rompiendo la cerradura... ¡Conseguí entrevistarme con él! Me costó lo "mío" encontrarle. Dialogué de hermano a hermano, le expuse mis quejas, comprendí sus problemas y quedamos de acuerdo en que la próxima vez me llame a tal teléfono, yo salgo de casa a la hora que sea, le abro el coche, lo inspecciona... y si ve algo de valor, pues que se lo quede, o si quiere darse una vuelta por Algeciras, pues ¡para eso estamos los amigos!
¿He comprendido su mensaje, Sr. Uriarte? ¡Qué entendimiento el mío!
Resumen final:
1º) ¿En nombre de quién habla? Si es a título personal, no utilice los medios públicos parroquiales. Porque en su diócesis hay muchos que se alegran. Mejor le fuera estar callado.
2º) Para decir lugares comunes, entreverados de expresiones ambiguas, mejor le fuera estar callado.
3º) Desde los puntos 1 al 4 no hace sino repetir lo que todos piensan, que por común no hace falta consignarlo por escrito. En el punto 5 le pone una vela también al diablo: como siempre nadar y guardar la ropa, estar en misa y repicando.
4º) ¿Para lograr la paz no hay otro camino que el entendimiento? Antes que la paz están la vida, la justicia, el respeto, la aceptación de unas reglas de vida comunes...