Por MANUEL BARREDA

El misterio siempre estuvo de moda. Necesitamos “creer” que somos importantes, que el futuro está escrito, que los cielos -astros o dioses- nos gobiernan, que alguien piensa en nosotros. Que sobrevivimos a la muerte, aunque sea como fantasmas. Que hay misterio y poesía en “la realidad”.

Creo que realmente lo hay… porque hay una parte química que hace que la noche sea mágica en brazos del amor, que exista la música y el brillo de una mirada limpia o venturosa. La esperanza a veces se aúna con la emoción y el tesón, dando un encuentro azulado. Hay misterio posible y necesidad de lo misterioso, aunque haya que inventarlo antes de creer en ello. A veces nuestra razón se prefiere en ejercicio sesgado.

Analizando la faceta oscurantista del fenómeno, observo una “nueva” religión que no lo es tanto. Se quisiera objetiva, desapasionada y sincrética. Se esfuerza en eliminar la culpa, tratando al tiempo de satisfacer esa necesidad que tiene el género humano de trascendencia (vida eterna, misterio, sentirse importante u observado).

Por ello habla sin ambages de Dios o de un Cosmos que se esfuerza en satisfacerte, que decide en tu propio bien y reclama, al tiempo tu atención.

No es lo mismo esforzarse en trascender la cotidianeidad (indagar, amar, abrirse al conocimiento y a las estrellas) y sentir como reales las vivencias y sensaciones obtenidas, que considerar equivalentemente “real” cualquier constructo mental.

Nos esforzamos en superar el aburrimiento cotidiano, y podemos comunicar nuestras sensaciones gratas, incluso hacerlas depender de nuestra sensación o esperanza en sobrevivir a la muerte y abrazar a nuestros familiares más queridos. Una idea transcultural bastante compartida suma a lo anterior a un Dios que te observa y mira por ti, conoce tu futuro, que está “escrito” (sin dejar de expresar el resultado de tu libertad, que Dios de antemano conoce, y de hecho está viendo ya en su presente eterno) y tienes reservado un futuro idílico tras la muerte (salvo que no cumplas lo que se espera de ti, en cuyo caso caben muchas dudas sobre el resultado)…

Cierto que la religión “New Age” incluye algunos guiños a la libertad, a lo que debiera ser apertura mental, objetividad; sin ocultar cierto gusto puritano. Pero es muy corta de miras, tiende a dar demasiada importancia al presente, a nuestro ombligo, nuestra corta vida particular y las noticias más pasajeras. ¿Nos miran los cielos, alguien pudo leerlos y se molestó en escribir predicciones relevantes? Veamos un ejemplo…

A los pocos días de los atentados neoyorquinos del 11-S, una amiga me envió, imagino que alarmada por acabarla de recibir, la siguiente misiva, con casi todos los ingredientes necesarios para hacerla convincente:

- ¿La profecía se estará cumpliendo? ¿Profecía cumplida? Publicado en Ciudad Internet.

“En la ciudad del Dios habrá un gran trueno, dos hermanos rotos en dos por caos, mientras que la fortaleza aguanta, el gran líder sucumbirá..." Nostradamus, 1654...

- El 11 de septiembre un atentado destruyó las torres gemelas de Nueva York, llevando al mundo entero incertidumbre y miedo. La pregunta constante de "¿qué va a pasar?" se encuentra aún presente en todos y nos viene a la mente algo de lo que predijo el francés Nostradamus, quien ha profetizado varios de los acontecimientos de la historia de la humanidad.

- Para Nostradamus, en 1997 comenzaría el ocaso de la humanidad, ya que el hombre no corregiría su conducta. Las cosas a partir de ese momento irían de mal en peor. El atentado ocurrido en Nueva York parece relacionarse claramente con algunos de los versos de Nostradamus:

Centuria 6 cuarteto XCVII

A cuarenta y cinco grados el cielo arderá,
fuego acercándose a gran ciudad nueva,
al instante una gran llama esparcida saltará,
cuando se quiera de Normandos hacer prueba.

La ciudad de Nueva York se encuentra a 45 grados de latitud, por lo que los estudiosos del tema la ubican como la ciudad de la que habla el profeta.

Centuria 9 cuarteto XLVIII

La gran ciudad de Océano marítimo
rodeada de laguna de cristal:
En el solsticio invernal y la primavera,
será tentada por viento escalofriante.

Manhattan se encuentra rodeada por agua, además de que sus rascacielos semejan un lago de cristal alrededor del puerto de la ciudad. La fecha en este cuarteto (en el solsticio invernal y la primavera) es la misma fecha que da un pasaje de la Biblia, según algunos, para que explote una guerra en Israel. La fecha prevista es entre el otoño del 2001 y la primavera del 2002.

¿La profecía se estará cumpliendo?

© 2001 Ciudad Internet

Mi respuesta a la amiga que me lo enviaba la veremos mañana. Ruego paciencia, y que hagan un ejercicio mental de responder por ustedes mismos. ¿Qué le dirían? ¿Acertó Nostradamus mucho, poco o nada?

Este tipo de profecías que se expresan en lenguaje oscuro y polisémico y son reinterpretados por quien los lee a la luz de sus vivencias, momento y circunstancias, y puestos en circulación mediática, se presta a confusiones varias…