Sí, dedicados al comentarista de este blog al que ayer me refería. Dese por aludido, señor E. Son un algo así como silogismos informales, extractados de un posible libro aún no publicado. Quizá le sirvan para poder rebatirlos, o sea, para pensar:

1.- Dios no necesita pruebas, se acepta por la fe. ¿Y qué hay que hacer para tener fe? ¡Pedírsela a Dios que él la da! Pero si, por no tener fe, Dios no existe para mí ni siento su necesidad, ¿cómo puedo pedírsela? ¿Cómo puedo pedir algo a alguien que sé que no existe?

2.-Más claro: creemos en Dios por la fe pero la fe es un don de Dios. ¿Se entiende bien ahora tal genialidad?

3.-La fe es un producto de la infancia y los traumas infantiles duran toda la vida.

4.-La disensión se dilucida con razones convincentes y argumentos; la credulidad sólo utiliza patadas y anatemas. Ante la afirmación “No es cierto que Jesús naciera de madre virgen” el estamento crédulo reacciona: ¡¡incrédulo, pervertido, blasfemo, pecador, irreverente, hereje, sacrílego!! Pues, sinceramente, no encuentro ningún razonamiento en tales expresiones.

5.-Ya sé que el mundo es una mierda, pero ¿quién ha hecho de barrendero durante dos mil años?

6.-Si en dos mil años no han cambiado el mundo, probemos otros dos mil, pero sin reformistas ni salvadores. Sólo con nuestras fuerzas.

7.- ¿Cómo convence un fanático a uno que razona? A palos. ¿Y un razonante a un fanático? Lo deja, es imposible.

8.- Sólo contra una institución no se atrevió el Santo Oficio: el Santo Beneficio.

9.-La fe no se discute, se cree: jaire, kejaritomene!= Heil, Sanjosemaría.

10.-Si quieres que te crean una mentira, hazla tan grande como el Vaticano.