FRANCISCO, “EL PAPA NOTICIA”

Entre la diversidad de definiciones, llamadas e invocaciones que integran la letanía de la “vida y milagros” del papa Francisco en sus cortos años al cuidado pastoral de la Iglesia, la de “Papa Noticia” puede destacar de manera refulgente, a la vez que ejemplar y comprometida. “Papa-padre” y “noticia”- suceso y novedad que se comunica”, concentra cuantos elementos les confieren a las personas para ser y ejercer como tales hasta sus últimas consecuencias, en fiel sintonía con su vocación- ministerio, profesión y oficio en el ámbito de sus respectivas competencias.

. El papa Francisco no ha dejado de ser permanente noticia desde su elección. Noticia-evangelio. –“buena nueva”- de redención y de vida. De humildad y humanidad. De audacia y de cercanía, en el marco de lo humano y de lo divino. De encarnación y apuesta por cuanto todavía aliente algún atisbo de esperanza y de luz, por leve e insignificante que sea.

. El denodado afán del papa Francisco para testimoniar la verdad del evangelio en tiempos tan falaz e inclementemente “religiosos” como los actuales, convierte su figura –palabras, gestos, intenciones y obras- , en otras tantas referencias acaparadoras de titulares importantes y novedosos de los medios de comunicación en la pluralidad de sus elementos y expresiones técnicas actualizadas.

. Como parte principal de la advocación de “Francisco, el papa noticia”, es de acentuar que su primordial preocupación- ocupación para tal merecimiento, se centra y concentra en la determinación de renovar – refundar la Iglesia, desde dentro y por medio y los medios de los que dispone la propia Iglesia de Cristo. Los términos de “cismas, herejías, heterodoxias, conversiones, reconversiones, excomuniones y anatemas” no pertenecen al lenguaje estrictamente “franciscano, con sobrados argumentos basados en hechos históricos, de haber respondido la mayoría de ellos a políticas civiles, a las que rindieron culto también los eclesiásticos, sin excluir de su ámbito a sus propios jerarcas y hasta a algunos símbolos y formulaciones que se presentaron, y continúan presentándose, al menos como “para-dogmáticas”.

. En el desolador panorama, parte del que día a día se desvela, existente dentro de la propia Iglesia con documentación y detalles identificadores admitidos por las jurisdicciones civiles y penales, Estados e instituciones, el relieve de la “noticia del papa Francisco residió en el trato de caridad, comprensión y misericordia con el que afrontó “pecados y pecadores”, sin limitación alguna para que la justicia actuara con la estricta y severa aplicación de los cánones y artículos de sus respectivos códigos, jurisprudencias y prácticas legales.

. A la historia eclesiástica y universal le han sobrado capítulos en los que figuras eclesiásticas de relieve, como los papas, fueran sus protagonistas, faltándoles otros en los que, por constitución y evangelio, sus protagonistas fueron laicos, no “católicos, apostólicos y romanos”. De entre los primeros capítulos emergen aquellos en los que la Iglesia se traicionó a sí misma y al ejemplo y doctrina de Jesús, convertidos sus jerarcas, de “servidores del pueblo”, en otros tantos administradores del mismo y de sus bienes, por pingües que fueran, sin escrúpulos e invocación blasfema del sagrado nombre de Dios. Como formando parte infame de su ministerio, nada o casi nada podría ventilarse y hacerse público, “por razones de escándalo”, el mal – el pecado- quedaba sin reparación y sin remedio, condenados en esta vida y en la otra.

. “Francisco, el papa noticia” equilibra, ilumina e ilustra con tal condición, unánime tal vez más entre no católicos que entre los que así se denominan por tradiciones de toda la vida, rituales y ritos, la idea y comportamientos auténtica y verazmente religiosos, en los que hacían coincidir con un dios, cuyas características y propia esencia resultaban ser paganas -ateas- , contrapuestas a las del verdadero Dios- Padre misericordioso, comprensivo y liberador de miedos, que con generosidad nos describe el evangelio.

. “Francisco, papa noticia” –“evangelio”- es salvador asidero en cualquier planteamiento elementalmente religioso y culto que se imparta y adoctrine con garantías de salvación integral. El culto a Dios que proclama, y en el que evangeliza la Iglesia, dejaría automáticamente de serlo, siempre y cuando en el mismo no se hiciera activamente presente el servicio al prójimo. Dios es Dios –y más en cristiano- por constituir una misteriosa unidad con el prójimo, por lo que su culto se confunde entre sí, y descubre, parte y conduce a los dos polos de atención, por igual, en contraposición con adoctrinamientos aviesos, y al dictado de teologías, filosofías, ascéticas y movimientos de dudosa procedencia cristiana.
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