Consejo femenino en el Dicasterio para la Cultura

El consejo femenino del Pontificio Dicasterio para la Cultura pretende ser un electro shock que abra la discusión de los roles femeninos en la Iglesia que es un mundo dominado por los varones. Pero “en el mundo real existen los dos sexos” nos dice Consuelo Corradi, vicerrectora para la investigación y las relaciones internacionales en la universidad LUMSA de Roma y la Iglesia mundial necesita entrar en un diálogo continuo con las mujeres.

Esto es lo que pretendió el cardenal Gianfranco Ravasi, cabeza de este dicasterio, al crear un consejo permanente compuesto enteramente por mujeres. Se inauguró en la primavera del 2014 y quedó el cardenal tan satisfecho con el resultado que decidió la permanencia del grupo en junio del 2015.

Se reúnen cuatro veces al año para tratar los temas que están siendo estudiados y ofrecer sugestiones y recomendaciones. Pretenden ser una mirada femenina sobre todas las actividades del dicasterio. Corradi, que es la coordinadora, enfatizó la importancia de que, dentro de la Iglesia, las mujeres tuvieran una posición en la que pudieran ser escuchadas. También comentó que el grupo pretende dar el salto de un simple organismo de consejo y observación a convertirse en un motor de cambio.

Lo componen 37 mujeres provenientes de distintos países, diferentes religiones y que trabajan en una amplia gama de campos desde teólogas a doctoras, actrices y consejeras delegadas de empresas. Pero a pesar de esta diversidad todas viven en Italia lo que supone una gran limitación. En el futuro pretenden llegar a muchos sitios componiendo pequeños consejos alrededor del mundo. De hecho, un grupo de cuatro mujeres valencianas ha decidido montar un consejo en su diócesis. Si se consiguiera, comenta Corradi, sería el equivalente a someter a la Iglesia a un electro shock.

¿Son las mujeres iguales o distintas a los varones?
Esta es la pregunta que más se debatió en las primeras sesiones pues había distintos puntos de vista entre los miembros. Queremos estar presentes pero ¿qué queremos hacer diferente de los varones? ¿Qué lenguaje, objetivos y maneras de trabajar buscamos? ¿Pretendemos exclusivamente estar ahí? Se preguntaba Corradi. Aunque reconocen que no existe un pensamiento monolítico de la mujer consideran que muchas juntas crean una perspectiva femenina

En una entrevista en el portal alemán katholisch.de, Ravasi dijo que ve el diaconado femenino como una posibilidad pero que él, encarecía a la Iglesia a discutir otros roles que las mujeres podrían ejercer como administrar las parroquias, llevar las finanzas incluso ejecutar los planos arquitectónicos.

En la misma línea se mueve Corradi al reconocer que la apertura de las mujeres al sacerdocio le parece un tema sugerente pero por el que ella no siente en estos momentos especial interés. Considera más importante dar a las mujeres una posición de dignidad equivalente a la de los varones y esto no implica necesariamente mujeres sacerdotes. No es imitando modelos masculinos la forma en la que las mujeres puedan encontrar su sitio, eso sería un error.

Añadió que conoce a muchas monjas y mujeres laicas no interesadas en ser sacerdotes pero sí en formar parte de los procesos que toman decisiones. “Si reducimos este interés al sacerdocio femenino obtendremos una respuesta masculina que no es la correcta” añadió aunque no implica cerrar la puerta definitivamente al sacerdocio femenino

Pero el cambio real sucederá cuando el dicasterio pontificio tenga mujeres en su consejo pues hasta ahora todo son varones. Según Corradi y Ravasi el momento ha llegado. La violencia contra las mujeres, la conciliación, la moral científica, el diálogo interreligioso… Son temas que entran en la hacienda de este otoño y en los que se podrá escuchar la opinión femenina.
Volver arriba