Descenso del número de religiosos/as
A raíz de la lectura de la última entrada de Carmen Bellver sobre la disminución del número de religiosos en el mundo he tenido interés en conocer las cifras que ha publicado el anuario del 2013. Al día de hoy hay 100.000 religiosos y 710.000 religiosas mientras que en 1970 los varones eran 150.000 y las mujeres más de un millón. La caída ha sido del 22% en Europa, 21% en Oceanía y 17% en América. Todas las órdenes se han visto afectadas, los jesuitas desde los años 50 han perdido la mitad de sus efectivos. Algo parecido ha sucedido con los franciscanos, de 15.000 a 11.000, las clarisas de 8.000 a 6.000 y las dominicas de 4.000 a 3.000. Un caso aparte ha sido el de los Legionarios de Cristo que, en el último bienio, tras la condena de su fundador, han visto sus efectivos reducirse en 269, una cifra muy grande para un total de 1993 miembros. Con estas cifras, que siguen disminuyendo, las casas generalicias se encuentran con enormes edificios en Roma que no pueden sostener.
Indudablemente el problema es serio y todo el mundo en la Iglesia busca una solución. Me han interesado unas reflexiones que ha hecho una religiosa de Loretto, Sr. Maureen Fiedler, en el National Catholic Reporter sobre el tema. Ella considera que la vida religiosa de las últimas décadas no interesa a las jóvenes pero no hay que alarmarse porque los números nos reportan a la situación que existía en 1930, antes del boom de la Segunda Guerra Mundial.
Todo evoluciona en la vida y la pregunta es la forma que tomará un compromiso cristiano fuerte en nuestro siglo, que posiblemente no tenga que llevar aparejados los tres votos tradicionales. A esta conclusión ha llegado por el gran número de candidatos que se apuntan a colaborar con su congregación, algo que empezó a funcionar en 1970 y que ahora está dando fruto. Se les conoce por los co miembros.
Los primeros solían ser personas que habían abandonado la congregación para casarse pero querían no romper las lianas con la institución. Hoy ha cambiado y tenemos miembros de todo tipo y edades, la mayoría matrimonios para también algún sacerdote y un obispo, Charles Buswell de Pueblo, recientemente fallecido, nos dice. ¿Por qué nuestro programa es atractivo para tanta gente cuando es muy exigente y requiere dos años de preparación? No hacen los tres votos pero si hacen públicos los compromisos que adquieren
Si resumiéramos la meta de nuestros co miembros sería “trabajar para la justicia y actuar para la paz en grupo y desde nuestra espiritualidad”. A todos se les invita a participar en el corazón de la comunidad, en sus reuniones mientras que algunos son elegidos para el Forum, un grupo dirigente que se reúne con frecuencia, evalúa y aconseja. Entre los co miembros hay casados, solteros, homosexuales, católicos y de otras confesiones siempre que compartan el espíritu de Loretto. En estos momentos ya son más numerosos, que aquellos que tienen votos. En mi comunidad contamos con tres matrimonios.
Algunos trabajan fuera de nuestras fronteras entre la gente pobre mientras que otros viven en la casa madre desde donde coordinan Los Cedars de la Paz, un grupo de casitas que se ofrecen a las personas que buscan un sitio solitario para orar. Resumiendo: nuestros co miembros no son religiosos pero han asumido una vida en comunidad que seguirá evolucionando como lo ha hecho a lo largo de la historia. No hay más que pensar en los ermitaños, en los grandes monasterios benedictinos, en las órdenes mendicantes, en los institutos seculares, distintas formas de vida cristiana comprometida que buscaron dar respuesta a los problemas de su tiempo.
Yo no sé si esta oferta que hace la hermana Fiedler es apta para todas las congregaciones pero es algo que hubiera sido impensable hace un siglo. Si se deja actuar al Espíritu pueden surgir nuevas fórmulas de un cristianismo comprometido… aunque no conlleven los tres clásicos votos.
Indudablemente el problema es serio y todo el mundo en la Iglesia busca una solución. Me han interesado unas reflexiones que ha hecho una religiosa de Loretto, Sr. Maureen Fiedler, en el National Catholic Reporter sobre el tema. Ella considera que la vida religiosa de las últimas décadas no interesa a las jóvenes pero no hay que alarmarse porque los números nos reportan a la situación que existía en 1930, antes del boom de la Segunda Guerra Mundial.
Todo evoluciona en la vida y la pregunta es la forma que tomará un compromiso cristiano fuerte en nuestro siglo, que posiblemente no tenga que llevar aparejados los tres votos tradicionales. A esta conclusión ha llegado por el gran número de candidatos que se apuntan a colaborar con su congregación, algo que empezó a funcionar en 1970 y que ahora está dando fruto. Se les conoce por los co miembros.
Los primeros solían ser personas que habían abandonado la congregación para casarse pero querían no romper las lianas con la institución. Hoy ha cambiado y tenemos miembros de todo tipo y edades, la mayoría matrimonios para también algún sacerdote y un obispo, Charles Buswell de Pueblo, recientemente fallecido, nos dice. ¿Por qué nuestro programa es atractivo para tanta gente cuando es muy exigente y requiere dos años de preparación? No hacen los tres votos pero si hacen públicos los compromisos que adquieren
Si resumiéramos la meta de nuestros co miembros sería “trabajar para la justicia y actuar para la paz en grupo y desde nuestra espiritualidad”. A todos se les invita a participar en el corazón de la comunidad, en sus reuniones mientras que algunos son elegidos para el Forum, un grupo dirigente que se reúne con frecuencia, evalúa y aconseja. Entre los co miembros hay casados, solteros, homosexuales, católicos y de otras confesiones siempre que compartan el espíritu de Loretto. En estos momentos ya son más numerosos, que aquellos que tienen votos. En mi comunidad contamos con tres matrimonios.
Algunos trabajan fuera de nuestras fronteras entre la gente pobre mientras que otros viven en la casa madre desde donde coordinan Los Cedars de la Paz, un grupo de casitas que se ofrecen a las personas que buscan un sitio solitario para orar. Resumiendo: nuestros co miembros no son religiosos pero han asumido una vida en comunidad que seguirá evolucionando como lo ha hecho a lo largo de la historia. No hay más que pensar en los ermitaños, en los grandes monasterios benedictinos, en las órdenes mendicantes, en los institutos seculares, distintas formas de vida cristiana comprometida que buscaron dar respuesta a los problemas de su tiempo.
Yo no sé si esta oferta que hace la hermana Fiedler es apta para todas las congregaciones pero es algo que hubiera sido impensable hace un siglo. Si se deja actuar al Espíritu pueden surgir nuevas fórmulas de un cristianismo comprometido… aunque no conlleven los tres clásicos votos.