Diplomáticos
En los Estados Unidos se ha establecido la costumbre de nombrar embajadores, que no son diplomáticos, pero han contribuido con dinero a la campaña electoral del presidente de turno. Éste es el caso de James Brewster que fue nominado a la República Domicana por sus esfuerzos, sobre todo con fondos de la comunidad homosexual, a la que pertenece. A la semana de su nombramiento se casó con Bob Satawake, un joven de 25 años con el que viajó a su nuevo destino.Hubo manifestaciones en contra, promovidas por los evangélicos y otras comunidades conservadoras, con la intención de que Obama revocara la designación, algo que no se consiguió.
En una entrevista al cardenal López Rodríguez salió el tema del controvertido nombramiento, que para el prelado no tenía otro interés que promover en el país la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo. Y más adelante no dudó en llamar maricones a la pareja, con un lenguaje que antaño era corriente pero hoy día, gracias a Dios, no es políticamente correcto.
Las protestas se redoblaron con ocasión del día del Orgullo Gay del que el matrimonio hizo propaganda. Unas nuevas declaraciones del cardenal son las que han promovido esta entrada en el blog. Con ocasión de unas palabras del embajador sobre la corrupción en la Republica Dominicana dijo que “la diplomacia no es para hacer propaganda negativa de un país” y que le gustaría que se llevara el orgullo gay a otra parte. Empezando por su embajada donde debía dedicarse a las labores de ama de casa ya que era la esposa de un varón. Detrás de esta declaración subyace una imagen machista de las mujeres, cuyo sitio es el hogar
.
Por lo visto, actualmente en el mundo, hay cinco embajadores homosexuales de los Estados Unidos con sus parejas, entre ellos España. Y en ningún sitio ha habido manifestaciones en contra (tengo que confesar que no están en lugares donde la homosexualidad es un delito) pues se ha avanzado mucho y no se define a las personas por sus preferencias sexuales, ni a las mujeres por el trabajo que realizan.
A López Rodríguez le han salido adversarios que piden al Papa que lo destituya pero otros, como el embajador de la República Dominicana en el Vaticano, Víctor Grimaldi, escribe a Bergoglio encomiándole que no haga caso a los que quieren destronarle. Para todos los gustos.
No sé lo que pasará, posiblemente nada. Pero espero que el prelado, en el futuro, se tiente la ropa cuando hable de homosexuales y mujeres… porque se haya dado cuenta de que los tiempos han cambiado.
En una entrevista al cardenal López Rodríguez salió el tema del controvertido nombramiento, que para el prelado no tenía otro interés que promover en el país la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo. Y más adelante no dudó en llamar maricones a la pareja, con un lenguaje que antaño era corriente pero hoy día, gracias a Dios, no es políticamente correcto.
Las protestas se redoblaron con ocasión del día del Orgullo Gay del que el matrimonio hizo propaganda. Unas nuevas declaraciones del cardenal son las que han promovido esta entrada en el blog. Con ocasión de unas palabras del embajador sobre la corrupción en la Republica Dominicana dijo que “la diplomacia no es para hacer propaganda negativa de un país” y que le gustaría que se llevara el orgullo gay a otra parte. Empezando por su embajada donde debía dedicarse a las labores de ama de casa ya que era la esposa de un varón. Detrás de esta declaración subyace una imagen machista de las mujeres, cuyo sitio es el hogar
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Por lo visto, actualmente en el mundo, hay cinco embajadores homosexuales de los Estados Unidos con sus parejas, entre ellos España. Y en ningún sitio ha habido manifestaciones en contra (tengo que confesar que no están en lugares donde la homosexualidad es un delito) pues se ha avanzado mucho y no se define a las personas por sus preferencias sexuales, ni a las mujeres por el trabajo que realizan.
A López Rodríguez le han salido adversarios que piden al Papa que lo destituya pero otros, como el embajador de la República Dominicana en el Vaticano, Víctor Grimaldi, escribe a Bergoglio encomiándole que no haga caso a los que quieren destronarle. Para todos los gustos.
No sé lo que pasará, posiblemente nada. Pero espero que el prelado, en el futuro, se tiente la ropa cuando hable de homosexuales y mujeres… porque se haya dado cuenta de que los tiempos han cambiado.