Indicios de movimiento en la Iglesia

Algunos se quejan de que los cambios de este papado no están siendo rápidos pero hay señales de movimiento en algunos dicasterios, concretamente en la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe. Aparte de la no renovación del cardenal Múller y su sustitución por el español Ladaria, los nuevos tiempos ya habían dado sus frutos, tiempo atrás, ya que la temida congregación desde el ascenso al papado de Francisco no había emitido más que dos documentos (uno sobre el entierro y la cremación y otro sobre la relación de los obispos con los movimientos carismáticos) mientras que durante el papado de Benedicto XVI del 2005 al 2013 la congregación publicó 19 documentos de los que cinco se generaron en el 2012.

El redentorista Tony Flannery fue castigado sin celebrar misa durante seis años al negarse a rectificar las ideas que había manifestado en una revista de su orden sobre la ordenación de mujeres y otros temas candentes. En el mes de enero cuando cumplió 70 años decidió celebrar una eucaristía pública en agradecimiento a todas las personas que le habían acompañado durante estos duros años. Esperaba recibir otras penalidades que podían incluir la expulsión del orden sacerdotal e incluso la excomunión pero no ha sido amonestado ni por su obispo, ni por el general de su orden, ni por el Vaticano.

Por una experiencia semejante ha atravesado el religioso pasionista Brian D’Arcy, un periodista famoso, locutor de radio del norte de Irlanda al que la Sagrada Congregación censuró en el 2011. Nunca le dijeron el motivo simplemente que tenía relación con las columnas que escribía en el Sunday World y a partir de ese momento le pidieron que sus futuros escritos se sometieran a un censor que vigilara si cumplían la enseñanza de la Iglesia. D’Arcy asintió pero sólo a los artículos que afectaran a materias de fe y moral. En septiembre de 2016 concedió una entrevista a una revista en la que expresó su disconformidad con la enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad. Fue denunciado en Roma pero la denuncia no prosperó.

Este silencio de la Congregación coincide con las palabras que el Papa pronunció ante un grupo de religiosas y sacerdotes latinoamericanos a los que alentó a no preocuparse si la Sagrada Congregación los investigaba. “Pasará, les dijo, explicar lo que se os pide y seguir adelante”. En abril de 2016 un grupo de importantes teólogos, sacerdotes y obispos pidió que las investigaciones teológicas estuvieran presididas por la apertura y no por el silencio. Parece que su petición ha sido escuchada.
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