José y las normas sociales
Todos tenemos miedo de contravenir las normas sociales y caer en descrédito de nuestros pares por lo que, con frecuencia, actuamos en contra de nuestra tabla de valores. En adviento nuestra mirada se posa sobre las figuras de Jesús y María ignorando la importancia que tiene la persona de José y en menor medida la del rey Herodes
En Israel las normas eran tremendas contra una mujer adúltera que podía temer por su vida en una lapidación realizada en público. En general, ésta no se llevaba a cabo, pero la mujer quedaba estigmatizada de por vida. José que estaba desposado con María, un estado que equivalía al matrimonio, vio que el vientre de su mujer estaba abultado y pensó lo peor
Su primera reacción fue la esperada de un varón en una sociedad patriarcal cuando la esposa pone en juego su honor, que suponía repudiarla. Como José era buena persona decidió abandonarla en secreto ya que abandonar a la mujer no estaba tan mal visto. Pero tiene un sueño como su antepasado en Egipto, otro José, que nos describe el Génesis adivinando el sentido del sueño del faraón, el de las vacas gordas y flacas. De esta forma Mateo lo introduce en la historia de Israel como una persona de la que se vale Dios para conseguir su propósito
Su masculinidad y honor están en juego y Dios le pide, por medio de un ángel que renuncie a ambos valores, que acepte ser cornudo, una palabra que resulta dura pero que es la realidad en su pueblo y si me apuras en el nuestro todavía hoy. Acepta la veracidad de las palabras del ángel sobre el embarazo de María y se humilla. Incluso rehúsa al derecho que le da la sociedad en la que vive para escoger el nombre del niño que va a nacer
Desde ese momento José no toma nunca ninguna iniciativa ya que siempre dirige sus acciones un ángel de Dios. Gracias a su humildad acoge a Jesús como padre adoptivo y le enseña su oficio. También podemos ver su figura como la antítesis de Herodes que intenta no perder su poder utilizando toda la violencia que le proporciona su status. Sus acciones destruyen la comunidad en beneficio propio mientras que José la afirma y protege. El Niño Jesús va a oscurecer tanto la figura de su padre como la de Herodes, pero al primero no le importa
Es curioso ver como su importante figura es muda, no dice palabra alguna en los evangelios ni siquiera contesta al ángel. No se parece a María - una mujer que debía estar callada ya que el silencio de las mujeres era para gloria de Dios - que canta y proclama grandes obras que Dios hará en beneficio de Israel y el suyo propio. José plantea un modelo nuevo de masculinidad según la voluntad de Dios que cuestiona las normas sociales y los estereotipos. A lo mejor su figura se tendría que resaltar en nuestro mundo actual en que la lucha por el poder llega a ejercer sobre comunidades enteras las mayores brutalidades