Próximamente, entre el 14 y 16 de julio, se celebrará en Orlando (Florida) la asamblea plenaria de los obispos norteamericanos. La agenda de los temas que van a tratar son el intento de frenar la ausencia de los fieles en los templos; los programas de los seminarios especialmente los hispanoparlantes; la guía para tratar temas de ética, como el transgénero; el Congreso Mundial de la Juventud en Portugal y el Congreso Eucarístico que tendrá lugar en julio del 2024 en Indianápolis, en el que algunos obispos quieren discutir la posibilidad de negar la comunión a políticos a favor del aborto, una idea que salta siempre cuando se habla de la eucaristía en los Estados Unidos. El costo de este congreso será de 28 millones de dólares que se cubrirá con donaciones privadas y el episcopado americano ha dedicado muchas horas y esfuerzos para que resulte provechoso

En la próxima conferencia no tratarán ninguno de los temas que empuja el Papa: el cuidado de la creación, el tema mundial de la emigración y tampoco hablarán del sínodo. A muchos comentaristas les ha extrañado la ausencia de la sinodalidad, aunque como todavía no está cerrada la agenda, podría discutirse. Pero la verdad es que los obispos americanos en el pasado tampoco le han dado excesiva importancia, aunque es la oferta primordial del Papa Francisco para este milenio. Pero la falta de entusiasmo es general en el país, entre sacerdotes, parroquias e incluso teólogos. La asamblea nacional de los teólogos católicos, Catholic Theological Society of América que tendrá lugar en este mes estará centrada en el racismo, las matanzas raciales y antisemitas, el hetero/sexismo, la emigración y sólo dedica un par de ponencias sin importancia al sínodo. La tendencia generalizada de los americanos es que ya han tratado el tema y no es necesario volver a plantearlo. Es cierto que, a mediados del mes de abril, las conferencias conjuntas episcopales de Canadá y los Estados Unidos redactaron un documento de 39 páginas sobre el sínodo titulado: Comunión, participación y misión que servirán para la próxima reunión de obispos en el mes de octubre

            El énfasis que ponen los obispos americanos en la eucaristía y la falta de interés en el sínodo tiene como resultado contraponer la cristología, el rol de la persona humana de Jesucristo versus el estudio de la influencia del Espíritu Santo en los hombres. En la renovación de la Iglesia los aspectos teológicos de ambos temas son importantes. El mundo católico fuera de los Estados Unidos, especialmente en los países de América Latina, ha abrazado la sinodalidad como una manera de ser Iglesia en el mundo

            El jesuita Tom Reeves, un periodista que ha cubierto las conferencias episcopales americanas durante años dice que los obispos hablarán del sínodo en la próxima reunión del mes de octubre. El documento conjunto sobre el sínodo de los obispos canadienses y estadounidenses sostiene la necesidad de que la jerarquía escuche e incorpore las voces marginadas de los jóvenes, los pobres, la comunidad LBGT, los abusos del clero y las mujeres. La necesidad de clarificar lo que supone una Iglesia corresponsable que incluya aspectos de liderazgo y de toma de decisiones

            Si los católicos americanos fuéramos capaces humildemente de reconocer a los hispano - católicos, en sus Encuentros, la forma de moldear una manera de ser de la Iglesia sinodal sería muy beneficioso para el resto de la Iglesia, dice un sociólogo