Sombras ante la nueva reunión de ka LCWR
Este grupo americano, que reúne al 80% de las religiosas de USA, celebra su reunión anual (la tercera de su historia) en Nashville entre el 12 y el 16 de agosto en la que participarán 800 religiosas elegidas democráticamente por sus comunidades. No va a ser una reunión placentera ya que la LCWR está siendo estrechamente vigilada por la congregación vaticana de la Doctrina de la Fe desde el año 2012. Hay muchas cuestiones en juego como el papel de la vida religiosa, la relación entre religiosos y obispos, los límites de la obediencia y las diferentes prioridades que cada colectivo da a la misión de la Iglesia.
Sinceramente creo que hay algo más en juego que es el papel de las mujeres dentro de una institución que mantiene un sistema de poder masculino del que las mujeres están excluidas. Quizás uno de los puntos actuales donde se puede ver este problema lo encontramos en este colectivo, El cardenal Müller, que es el prefecto de la Congregación, ha determinado que todas las futuras asambleas y la elección de conferenciantes y temas tienen que ser consultados con un obispo supervisor, las niega la mayoría de edad.
Hasta ahora todas las reuniones que las monjas habían tenido con el obispo Sartain, escogido por Roma para esta labor de supervisión, habían sido correctas incluso el obispo las calificó de “muy buenas”. Pero no se puede decir lo mismo de una reunión que mantuvieron con la Sagrada Congregación en Roma este último mes de abril. Las palabras que les dirigió Müller no pudieron ser más duras pues las acusó de una teología equivocada y de andar por la vida de mala fe ya que escogieron a Sr. Elizabeth Johnson para honrarla por sus trabajos criticados por los obispos. Lo que demostraba, según el cardenal que no estaban dispuestas a seguir el protocolo de reforma que habían firmado y que, de ahora en adelante deberían de presentar los nombres de las personas al obispo Sartain que debería de dar su aprobación.
Las religiosas se quejan de que han tenido que gastar mucho dinero en conferencias, consultas y viajes a Roma, que han tenido que sacarlo de sumas dedicadas a labores sociales y confiesan que están sometidas a una presión psicológica que también les afecta. Un grupo que se enorgullecía de la transparencia está ahora mucho más presionado ante los medios de comunicación que los mismos obispos.
“Aunque nos enfrentemos a una larga noche” tenemos que conseguir una atmosfera contemplativa en la que las mujeres podamos reflexionar juntas sobre nuestro futuro les dijo la religiosa Schreck que ha trabajado durante 20 años en una zona rural de Mississippi con jóvenes en riesgo de acabar en la cárcel. Muchos misterios se han revelado en la noche oscura con lo que debemos pensar que la oscuridad puede tener algún provecho.
El papa había pedido a unos religiosos que tomaran riesgos aunque fueran en contra de las ideas de la sagrada congregación para la Doctrina de la Fe. En muchas de sus homilías se ve que le importa menos lo doctrinal que la labor social con los más desfavorecidos de la sociedad, un camino que coincide con el que han escogido muchas religiosas ¿Hablará con Müller para que cambie su actitud con las monjas?
Con la fecha de la reunión próxima algunas religiosas llegan con la idea de dar carpetazo a la asociación ya que va a caminar por sendas que no eran las escogidas y no hay diálogo sino imposición. Otras confían en Francisco y le dan un poco más de tiempo aunque reconocen que el futuro no parece positivo.
Una de las mayores quejas contra estas monjas es que no tienen vocaciones algo que no les pasa a las más tradicionales. Yo creo que los carismas son distintos y no se puede pedir un camino igual para todo el mundo. Me parece que en la medida que, éstas y otras religiosas, sean tratadas como menores de edad e incapaces de gobernarse a si mismas, el problema vocacional se agrandará.
Sinceramente creo que hay algo más en juego que es el papel de las mujeres dentro de una institución que mantiene un sistema de poder masculino del que las mujeres están excluidas. Quizás uno de los puntos actuales donde se puede ver este problema lo encontramos en este colectivo, El cardenal Müller, que es el prefecto de la Congregación, ha determinado que todas las futuras asambleas y la elección de conferenciantes y temas tienen que ser consultados con un obispo supervisor, las niega la mayoría de edad.
Hasta ahora todas las reuniones que las monjas habían tenido con el obispo Sartain, escogido por Roma para esta labor de supervisión, habían sido correctas incluso el obispo las calificó de “muy buenas”. Pero no se puede decir lo mismo de una reunión que mantuvieron con la Sagrada Congregación en Roma este último mes de abril. Las palabras que les dirigió Müller no pudieron ser más duras pues las acusó de una teología equivocada y de andar por la vida de mala fe ya que escogieron a Sr. Elizabeth Johnson para honrarla por sus trabajos criticados por los obispos. Lo que demostraba, según el cardenal que no estaban dispuestas a seguir el protocolo de reforma que habían firmado y que, de ahora en adelante deberían de presentar los nombres de las personas al obispo Sartain que debería de dar su aprobación.
Las religiosas se quejan de que han tenido que gastar mucho dinero en conferencias, consultas y viajes a Roma, que han tenido que sacarlo de sumas dedicadas a labores sociales y confiesan que están sometidas a una presión psicológica que también les afecta. Un grupo que se enorgullecía de la transparencia está ahora mucho más presionado ante los medios de comunicación que los mismos obispos.
“Aunque nos enfrentemos a una larga noche” tenemos que conseguir una atmosfera contemplativa en la que las mujeres podamos reflexionar juntas sobre nuestro futuro les dijo la religiosa Schreck que ha trabajado durante 20 años en una zona rural de Mississippi con jóvenes en riesgo de acabar en la cárcel. Muchos misterios se han revelado en la noche oscura con lo que debemos pensar que la oscuridad puede tener algún provecho.
El papa había pedido a unos religiosos que tomaran riesgos aunque fueran en contra de las ideas de la sagrada congregación para la Doctrina de la Fe. En muchas de sus homilías se ve que le importa menos lo doctrinal que la labor social con los más desfavorecidos de la sociedad, un camino que coincide con el que han escogido muchas religiosas ¿Hablará con Müller para que cambie su actitud con las monjas?
Con la fecha de la reunión próxima algunas religiosas llegan con la idea de dar carpetazo a la asociación ya que va a caminar por sendas que no eran las escogidas y no hay diálogo sino imposición. Otras confían en Francisco y le dan un poco más de tiempo aunque reconocen que el futuro no parece positivo.
Una de las mayores quejas contra estas monjas es que no tienen vocaciones algo que no les pasa a las más tradicionales. Yo creo que los carismas son distintos y no se puede pedir un camino igual para todo el mundo. Me parece que en la medida que, éstas y otras religiosas, sean tratadas como menores de edad e incapaces de gobernarse a si mismas, el problema vocacional se agrandará.