Tambores de guerra
Reconozco que estoy confundida con los rumores de que las movilizaciones rusas son para invadir Ucrania. Parece ser que el acercamiento de esta nación al bloque europeo y su deseo de entrar en la OTAN son casus belli para Putin, por el miedo a que la gran Rusia se vaya desintegrando, poco a poco, como ya lo ha ido haciendo. Pretende apoyarse en China, con quien tiene una gran frontera, pero sus aliados naturales somos los europeos ya que compartimos la misma civilización e historia
Creo que a nadie le gustan las guerras y a los cristianos menos todavía ya que Jesucristo nos recomendó a sus seguidores que pusiéramos la otra mejilla en caso de que fuéramos atacados. El momento actual me recuerda el inicio de la Segunda Guerra Mundial cuando Hitler se anexionó los Sudetes porque quería ensanchar su imperio. Las conversaciones de paz que se llevaron a cabo dieron al bloque europeo un año de preparación para la guerra, como alegó el primer ministro inglés, Chamberlain, sivis pacem para bellum. Una frase que muchos despreciamos ya que fomenta la rivalidad y la escalada de armas
Actualmente muchas naciones europeas hemos firmado un pacto de que en caso de agresión nos ayudaríamos y nos hemos comprometido a designar fondos para modernizar nuestros ejércitos. Los Estados Unidos ponen la mayor parte de este esfuerzo, pero piden que no recaiga sobre ellos todo el peso ya que los europeos preferimos gastar en mantequilla y no en cañones, pero cuando llega la hora tocamos a la puerta de la nación amiga para que nos eche una mano. Estamos en circunstancias parecidas a la Segunda Guerra Mundial cuya guerra hubieran perdido los aliados de no ser por la ayuda americana
Y mis dudas se generan al oír que, como Ucrania no pertenece a la OTAN, no podemos mandar tropas en su ayuda sino dotar a su ejército de armamento más sofisticado para poder defenderse. Pero ¿cómo va a poder el pequeño David enfrentarse al gran Goliat? ¿les dejamos a su suerte como sucedió en Crimea? ¿no es un eufemismo? Y ¿si nuestra Ukrania fueran Ceuta y Melilla?
Para los gobernantes no es fácil tomar decisiones y la Unión Europea, una vez más, no representa la unión que su propio nombre implica, cuando el presidente de Hungría, Orban, visita a Putin en medio de la crisis; los empresarios italianos se reúnen con sus homólogos rusos y Alemania, hace que mira para otro lado, pues ve riesgo en el suministro de gas que reciben sus súbditos vía el gasoducto ruso
Creo el presidente francés, Macron, ha cogido el testigo de Merkel, y se ha convertido en el referente europeo para tratar de frenar la contienda, pero y…, ¿si no lo consigue?